Monday, March 8, 2010

¿POR QUE EL NOVIAZGO?


Amor y Amistad

Muchas personas se casan y después de poco tiempo dicen, "Pues, yo no conozco a mí pareja". Entonces ¿de qué servio el noviazgo? ¿De qué platicaron? ¿Nada más • * ¡Qué chula!"; "Te adoro"; "Eres muy guapo"...etc.?

noviazgo debe ser un tiempo para conocerse el uno al otro en un nivel mental, emocional y espiritual, pero sin llegar al nivel físico. Es un tiempo para ser amigos, para aprender a hablar, para compartir ideas, sueños y metas, para orar juntos. Pero ten mucho cuidado con los besos y caricias porque esto puede reducir tu relación a algo únicamente físico e impedir que se desarrolle en las otras áreas.

El matrimonio basado sobre pasión en vez de amor no durará, o será un "infierno en la tierra". En el área del sexo somos hechos de tal manera que si tenemos una probadita, queremos más. Un poco de acariciar el lunes, el martes queremos más, y el miércoles aun más.

El sexo es como un fuego. No es posible Jugar con fuego y no quemarse. El fuego dentro de la chimenea es maravilloso, porque da calor a toda la casa, pero sacándolo de allí, es capaz de destruir toda la casa. El sexo dentro del matrimonio es bello y maravilloso, pero fuera de allí, destruye vidas.

Yo no creo en los noviazgos ni muy cortos ni muy largos. Debe ser lo suficiente largo como para conocerse bien, pero no demasiado largo para que la tentación sexual sea un problema grande. Creo que entre un año y dos años es suficiente. Después de mucho tiempo la pareja tiene todo, menos el sexo y ¡qué frustración y tentación!

Hay un dicho: "el amor es ciego, pero el matrimonio abre los ojos". Joven, abre tus ojos ahorita, y no después, para conocer las debilidades de la otra persona. ¿Son cosas que te molestan mucho ahora? Si así es, te molestarán aun más después de la boda.

Y no pienses, señorita, '"Yo lo cambiaré" porque probablemente él no cambiará, a menos que Dios lo haga. La mujer que asume la "tarea" de cambiar a su marido por medio de "consejos" o manipulación, llegará a ser una esposa "machacadora" o "mortificadora" y su hogar se tornará en un lugar de pleitos y odio.

Si algún joven me dijera, "Pero no podemos casarnos sino hasta dentro de seis años, porque tengo que terminar mis estudios y establecerme primero en un trabajo", yo le daría este consejo: no sean novios todavía, sean amigos. Salgan a pasear y a platicar en grupos con otros jóvenes cristianos.

Si esta chica es la persona que Dios tiene escogida para tí, ella te esperará, y si no es, no la quieras de manera alguna.

Con quién y cuándo debo casarme?



Tú, joven cristiano, no tienes el derecho de casarte con nadie que no sea cristiana.
Dios dice, "No os unáis en yugo desigual con incrédulos" (2 Co. 6:14) Ni tengas una novia no cristiana, porque el propósito del noviazgo es conocerse y decidir si esta persona es la "correcta" para el matrimonio.
Leemos lo del Rey Salomón, hijo de David:
"Pero el Rey Salomón amo además de la hija de Faraón, a muchas mujeres extranjeras… gentes de las cuales a Jehová había dicho a los hijos de Israel: No os llegareis a ellas, ni ellas se llegaran a vosotros; porque ciertamente harán inclinar vuestros corazones tras sus dioses. A estas pues, se junto Salomón con amor. Y tuvo setecientas mujeres reinas y sus mujeres desviaron su corazón. Y cuando Salomón era ya viejo, sus mujeres inclinaron su corazón tras dioses ajenos, y su corazón no era perfecto con Jehová su Dios, como el corazón de su padre David". (1 Reyes 11:1-4). En su vejez, Salomón escribió: "Vanidad, todo es vanidad".
Era un viejito amargado, viendo la vida como una vanidad, porque él no supo controlar sus pasiones.
De todas maneras, el solo hecho de que la otra persona sea cristiana no basta. Hay muchos matrimonios entre cristianos que son un "infierno en la tierra". Uno siente un llamado para servir al Señor y la otra persona esta contenta con solo asistir a la iglesia los domingos; uno tiene sueños y metas grandes y la otra persona es conformista.
Se un joven de oración y busca a Dios, confiando que Él tiene la pareja ideal para ti.
Salmos 37:4 promete "deléitate asimismo en Jehová y el te concederá las peticiones de tu corazón".

Se dice que los "opuestos se atraen " y es cierto en algunas áreas de la vida especialmente en cuanto a nuestro temperamento. No es nada extraño que un acelerado "colérico", con un carácter fuerte y cualidades de líder, se case con una mujer calmada y pacifica que una muchacha sanguínea platicadora y extrovertida se enamore de un joven quieto, "melancólico" e introvertido.
Sin embargo cuando llega al asunto de las metas en la vida, las convicciones espirituales los intereses, el nivel educativo y nivel socioeconómico, cuanto más tengan en común mas posibilidad habrá de tener felicidad y armonía en el matrimonio.
De vez en cuando un joven cristiano me pregunta, "¿y como voy a saber quien es la muchacha que Dios tiene para mí?"
Yo le respondo, " te vas a enamorar de ella y además tendrás la confirmación de Dios en tu espíritu".
Si eres una persona de oración, puedes esperar que el Señor revele su voluntad perfecta para tu vida pero no en una manera mística.

Esta revelación viene a través del amor genuino hacia la otra persona, la paz de Dios en tu corazón y por los consejos de otros cristianos maduros. Aunque somos espirituales, no creo que Dios pase por alto los sentimientos humanos y naturales del amor. Yo sé que el Señor me dió como esposa a Gloria, pero también fue un proceso natural. Me enamoré locamente de ella. No recomiendo a nadie que se case mientras no este enamorado de la otra persona, aun si dijere, "Dios me mostró que fulana va a ser mi esposa". Yo he oído de tales casos y algunas veces "Fulana" no estaba convencida.
Sí Dios té lo mostró entonces empieza a cultivar una relación de amistad con ella, y si es de Dios, los dos se enamorarán. Si no hay muchos jóvenes cristianos en tu Iglesia, no te desesperes, sino ponte a orar y a tomar pasos prácticos para que Dios te pueda contestar.

Un amigo mio tiene un testimonio bello en esta área. El tenía casi 28 años de edad cuando se casó con su esposa, porqué él había esperado la mujer que Dios tenía para él. Su mama se desesperaba y por varios años le aconsejaba que ya era tiempo de conseguir novia. El siempre respondía "no mama, no tengo que buscar novia, Cuando encuentre la mujer que Dios me esta preparando, yo sabré".

Y así sucedió: Cuando él y Sheri (su esposa) se conocieron (lejos de las casas de ambos), los dos sabían que eso era la voluntad de Dios y su amor mutuo lo confirmaba.