Wednesday, August 24, 2011


Piensa antes de juzgar

Una pareja de jóvenes tenia varios años de casados y nunca pudieron tener hijos.
Para no sentirse solos, compraron un cachorro pastor alemán y lo amaron como si fuera su propio hijo. El cachorro creció hasta convertirse en un grande y hermoso pastor alemán. El perro salvó, en mas de una ocasión, a la pareja de ser atacada por ladrones. Siempre fue muy fiel, quería y defendía a sus dueños contra cualquier peligro. Luego de siete años de tener al perro, la pareja logró tener el hijo tan ansiado.


La pareja estaba muy contenta con su nuevo hijo y disminuyeron las atenciones que tenían con el perro. Este se sintió relegado y comenzó a sentir celos del bebe, y no era el perro cariñoso y fiel que tuvieron durante siete años.
Un día la pareja dejo al bebe plácidamente durmiendo en la cuna, y fueron a la terraza a preparar una carne asada. Cual fue su sorpresa, cuando se dirigían al cuarto del bebé y ven al perro en el pasillo, con la boca ensangrentada, moviéndoles la cola. El dueño del perro casi sin pensar, saca un arma que llevaba y en el acto mató al perro.


Luego corrió al cuarto del bebé y encontró una gran serpiente degollada.

El ángel


Cuenta una antigua leyenda que un niño estaba por nacer, tuvo esta conversación con Dios:
- Me dicen que me vas a enviar mañana a la tierra, pero ¿Cómo viviré tan pequeño en indefenso como soy?
- Entre muchos ángeles escogí uno para ti. El te está esperando y te cuidará.
- Pero dime, aquí en el cielo soy feliz, no más que cantar y sonreír. - Tu ángel te cantará y sonreirá todos los días y tú sentirás su amor y serás feliz.

- ¿Y cómo entenderé lo que la gente me hable, si no conozco el idioma de los hombres?
- Tu ángel te dirá las palabras más dulces y más tiernas que puedas escuchar y con mucha paciencia y cariño te enseñará a hablar.


- ¿Y qué haré cuando quiera hablar contigo?
- Tu ángel te juntará las manitos y te enseñará a orar.
- He oído que en la tierra hay hombres malos ¿Quién me defenderá?
- Tu ángel te defenderá aún a costa de su propia vida.
- Pero estaré siempre triste porque no te veré más Señor.
- Tu ángel te hablará de mí y te enseñará el camino para que regreses a mí, aunque yo siempre estaré a tu lado.
En ese instante, una gran paz reinaba en el cielo, pero ya se oían voces terrestres, el niño presuroso repetía suavemente:


- ¡Dios mío, si ya me voy, dime su nombre! ¿Cómo se llama mi ángel?
- Su nombre no importa... Tú le dirás MAMÁ...



Las huellas en la arena

Una noche en mis sueños vi que con Jesús caminaba Junto a la orilla del mar bajo una luna plateada.
Soñé que veía en los cielos mi vida representada En una serie de escenas que en silencio contemplaba.

Dos pares de firmes huellas en la arena iban quedando. Mientras con Jesús andaba como amigos conversando.

Miré atento esas huellas reflejadas en el suelo. Pero algo extraño observé y sentí grande desconsuelo.
Observé que algunas veces al reparar en las huellas. En vez de ver los dos pares veía solo un par de ellas.
Observaba también yo que aquel solo par de huellas. Se advertía mayormente en mis noches sin estrellas en los días de mi vida llena de angustia y tristeza. Cuando el alma necesita más consuelo y fortaleza.
Pregunté triste a Jesús
¿Señor tu no has prometido que en mis horas de aflicción Siempre estarías conmigo para mostrarme tu amor?
Pero noto con tristeza que en medio de mis querellas. Cuando más siento el dolor solo veo un par de ellas.
¿Dónde están las otras dos que indican tu compañía. Cuando la tormenta azota sin piedad la vida mía?
Y Jesús me contestó "Escucha bien hijo mío Comprendo tu confusión; siempre te amé y te amaré. Y en tus horas de aflicción siempre a tu lado estaré.

Mas si ves solo dos huellas y no ves las otras dos Es que en tu hora afligida cuando flaquean tus pasos, no hay huellas en tus pisadas porque te llevo en mis brazos".

¿Riquezas o pobreza?

Una vez, un padre de una familia acaudalada llevo a su hijo a un viaje por el campo con el firme propósito de que su hijo viera cuan pobres eran las gentes del campo. Estuvieron por espacio de un día y una noche completos en una granja de una familia campesina muy humilde.


Al concluir el viaje y de regreso a casa el padre le pregunta a su hijo: ¿Que te pareció el viaje?
¡Muy bonito Papa! ¿Viste que tan pobre puede ser la gente? Si! ¿Y que aprendiste? Vi que nosotros tenemos un perro en casa, ellos tienen cuatro. Nosotros tenemos una piscina que llega de una barda a la mitad del jardín, ellos tienen un arroyo que no tiene fin. Nosotros tenemos unas lámparas importadas en el patio, ellos tienen las estrellas. Nuestro patio llega hasta la barda de la casa, el de ellos tiene todo un horizonte. Ellos tienen tiempo para platicar y convivir en familia; Tu y mi mama tienen que trabajar todo el tiempo y casi nunca los veo.


Al terminar el relato, el padre se quedo mudo. Su hijo agrego: ¡Gracias Papa por enseñarme lo rico que podemos llegar a ser!

¿Fuiste visitado?
Lisa fue a su buzón de correo y solo había una carta. Ella la tomo y la miro antes de abrirla, y noto que nombre y dirección. Ella leyó: Querida Lisa: "voy a estar en tu barrio el sábado en la tarde y quisiera verte. Te quiere siempre, Jesús"
Sus manos temblaban mientras colocaba la carta en la mesa. ¿Por que Dios querrá visitarme si no soy nadie especial? También recordó que no tenia nada que ofrecerle, pensando en eso, ella recordó su alacena vacía. "Oh, no tengo nada que ofrecerle. Tengo que ir al supermercado y comprar algo para la cena". Ella tomo su cartera que contenía $5.00 "Bueno, puedo comprar pan y embutidos por lo menos". Se puso el abrigo y corrió a la puerta. Compro un molde de pan francés, media libra de jamón de pavo y un cartón de leche lo que le dejo con tan solo doce centavos hasta el lunes. Se sentía bien a medida que se acercaba a su casa con su humilde compra bajo el brazo. "Señorita, por favor, ¿puede ayudarnos?" Lisa había estado tan sumergida en sus planes para la cena que no había notado dos figuras acurrucadas en la acera. Un hombre y una mujer, ambos vestidos de andrajos . "Mire señorita, no tengo trabajo y mi esposa y yo hemos estado viviendo en las calles, nos estamos congelando y tenemos mucha hambre y si usted nos pudiera ayudar se lo agradeceríamos mucho". Lisa los miro. Ellos estaban sucios y mal olientes y pensó que si ellos en verdad quisieran trabajan ya habrían conseguido algo. "Señor, me gustaría ayudarlos, pero soy pobre también. Todo lo que tengo es un poco de pan y jamón, y tendré un invitado especial a cenar esta noche y pensaba darle esto de comer. "Esta bien, comprendo. Gracias de todas maneras. El hombre puso su brazo sobre los hombros de la mujer y Ella los miraba alejarse y sintió mucho dolor en su corazón". "Señor espere". La pareja se detuvo, mientras ellas corría hasta ellos. "Por que no toman esta comida, puedo servirle otra cosa a mi invitado" dijo ella mientras le entregada la bolsa del supermercado.
"Gracias. Muchas gracias señorita "Si, Gracias" le dijo la mujer y Lisa pudo ver que estaba temblando de frió. "Sabe, tengo otro abrigo en casa, tome este",le dijo mientras se lo ponía sobre los hombros. Ella regreso a casa sonriendo y sin su abrigo ni comida que ofrecer a su invitado. Se estaba desanimando a medida que se acercaba a la puerta de su casa, pensando que no tenia nada que ofrecer al Señor. Cuando metió la llave en la cerradura noto otro sobre en su buzón. "Que raro. Usualmente, el cartero no viene dos veces el mismo día". Ella tomo el sobre y lo abrió: Querida Lisa: Fue muy agradable verte de nuevo. Gracias por la comida y gracias también por el hermoso abrigo. Te quiere siempre, Jesús.
A veces es difícil encontrar a Dios en las pequeñas cosas que nos rodean, incluso en las personas que a veces nos son desagradables, pero es precisamente ALLÍ donde EL quiere que le encontremos: en cada pequeña y hermosa cosa que esta hecha para nosotros!!!!

La casa quemada

Cierto hombre salió una vez de viaje en avión. Era un hombre temeroso de Dios y sabía que Dios lo protegería. Durante el viaje, mientras volaban sobre el mar, uno de los dos motores falló y el piloto tuvo que hacer un amarizaje forzoso en el océano. Casi todos murieron, pero este hombre logró agarrarse a alguna cosa que lo conservó flotando sobre el agua. Estuvo mucho tiempo a la deriva y después de algunos días llegó a una isla deshabitada.


Al llegar a la playa, cansado pero vivo, agradeció a Dios por su liberación maravillosa de la muerte. El consiguió alimentarse de peces y hierbas. Consiguió derrumbar algunos árboles y con mucho esfuerzo logró construirse una casa. No era una gran casa, más bien era tosca con palos y hojas. Pero para él era su casa. El se quedó satisfecho y una vez más agradeció a Dios, porque ahora podría dormir tranquilo y sin miedo de los animales salvajes que pudiesen existir en la isla. Un día él estaba pescando, y cuando terminó, había atrapado muchos peces. Con el resultado de la pesca quedó muy satisfecho pues la comida era abundante. Pero al darse la vuelta en dirección a su casa, cuál no fue el tamaño de su decepción al ver que su casa estaba totalmente en llamas, incendiada.


El se sentó sobre una piedra llorando y diciendo en sus lamentos: "Dios!! , ¿Cómo es que el Señor puede dejar que esto me ocurra? El Señor sabe que yo necesito mucho de esa casa, para poderme abrigar y proteger, y ahora deja que mi casa se queme toda, el Señor no tiene compasión de mí". En ese mismo instante, una mano se posó sobre su hombro y oyó una voz diciendo: ¿Vamos joven? El se dio vuelta para ver quien estaba hablando con él, y cuál no fue su sorpresa cuando vio al frente suyo un marinero todo uniformado que le decía: "Vamos joven. Hemos venido a rescatarlo". "¿Pero cómo es posible? ¿Cómo supieron Uds. que yo estaba aquí?" "Ah! , amigo! Vimos sus señales de humo pidiendo socorro. El capitán del barco ordenó que el barco se detuviese y mandó que en aquel bote viniéramos a buscarlo." Los dos subieron al bote y así el hombre fue llevado al barco que luego lo llevaría de vuelta con sus seres queridos.


¿Cuántas veces nuestra casa se quema y nos quejamos como aquel hombre lo hizo? El la Biblia, en Romanos 8:28 leemos que todas las cosas contribuyen al bien de aquellos que aman a Dios. A veces es muy difícil aceptar esto, pero ES ASÍ . Es preciso aceptarlo y confiar en Dios.

Los tres pequeños árboles

Érase una vez en la cumbre de una montaña, tres pequeños árboles juntos pensando sobre lo que querían llegar a ser cuando fueran grandes. El primer arbolito miro hacia las estrellas y dijo: Yo quiero guardar tesoros. Quiero estar repleto de oro y ser llenado de piedras preciosas.> !Yo seré el baúl de tesoros mas hermoso del mundo!".
El segundo arbolito miro un pequeño arroyo realizando su camino al océano y dijo: "Yo quiero viajar a través de aguas temibles y llevar reyes poderosos sobre mi. !Yo seré el barco mas imponente del mundo!".
El tercer arbolito miro hacia el valle que estaba abajo de la montaña y vio hombres y mujeres trabajando en un pueblo, "Yo no quiero irme de la cima de la montaña nunca. Yo quiero crecer tan alto que cuando la gente del pueblo se pare a mirarme, ellos levantaran su mirada al cielo y pensaran en Dios. !Yo seré el árbol mas alto del mundo!".
Los años pasaron. Llovió, brillo el sol, y los pequeños árboles crecieron alto. Un día, tres leñadores subieron a la cumbre de la montaña. El primer leñador miro al primer árbol y dijo, "!Que árbol tan hermoso es este!", y con la arremetida de su hacha brillante el primer árbol cayo. "!Ahora me deberán convertir en un baúl hermoso, deberé contener tesoros maravillosos!", dijo el primer árbol.
El segundo leñador miro al segundo árbol y dijo, "Este árbol es muy fuerte, es perfecto para mi". con la arremetida de su hacha brillante, el segundo árbol cayo. "!Ahora deberé navegar aguas temibles!", pensó el segundo árbol, "deberé ser un barco imponente para reyes temidos y poderosos".
El tercer árbol sintió su corazón sufrir cuando el ultimo leñador lo miro. El árbol se paro derecho y alto y apuntando ferozmente al cielo. Pero el leñador ni siquiera miro hacia arriba y dijo, "Cualquier árbol es bueno para mi". Y con la arremetida de su hacha brillante, el tercer árbol cayo.
El primer árbol se emociono cuando el leñador lo llevo a una carpintería. Pero el carpintero lo convirtió en una caja de alimento para animales de granja. Aquel árbol hermoso no fue cubierto con oro, ni llenado de tesoros, sino que fue cubierto con polvo de cortadora y llenado con alimento para animales de granja hambrientos.
El segundo árbol sonrió cuando el leñador lo llevo cerca de un embarcadero, pero ningún barco imponente fue construido ese día. En lugar de eso aquel árbol fuerte fue cortado y convertido a un simple bote de pesca, era demasiado chico y débil para navegar en el océano, ni siquiera en un rió, y fue llevado a un pequeño lago.
El tercer árbol estaba confundido cuando el leñador lo corto para hacer tablas fuertes y lo abandono en un almacén de madera. "Que estará pasando", fue lo que se pregunto el árbol, "Yo todo lo que quería era quedarme en la cumbre de la montaña y apuntar a Dios..." Muchísimos días y noches pasaron.
A los tres árboles ya casi se les habían olvidado sus sueños... Pero una noche, una luz de estrella dorada alumbro al primer árbol cuando una joven puso a su hijo recién nacido en la caja de alimento, "Yo quisiera haberle podido hacer una cuna al bebe", le dijo su esposo a la mujer, la madre le apretó la mano a su esposo y sonrió, mientras la luz de la estrella alumbraba a la madera suave y fuerte de la cuna. Y la mujer dijo: "Este pesebre es hermoso". Y de repente, el primer árbol supo que contenía el tesoro mas grande del mundo...
Una tarde, un viajero cansado y sus amigos se subieron al viejo bote de pesca. El viajero se quedo dormido mientras el segundo árbol navegaba tranquilamente hacia adentro del lago. De repente, una impresionante y aterradora tormenta llego al lago, el pequeño árbol se lleno de temor, el sabia que no tenia la fuerza para llevar a todos esos pasajeros a la orilla a salvo con ese viento y lluvia. El hombre cansado se levanto, el se paro, y alzando su mano dijo " calma! ". La tormenta se detuvo tan rápido como comenzó. Y de repente, el segundo árbol supo que el llevaba navegando al Rey del Cielo y de la Tierra...
Un viernes en la mañana, el tercer árbol se extraño cuando sus tablas fueron tomadas de aquel almacén de madera olvidado. Se asusto al ser llevado a través de una impresionante multitud de personas enojadas. Se lleno de temor cuando unos soldados clavaron las manos de un hombre en su madera. Se sintió feo, áspero y cruel. Pero el domingo por la mañana, cuando el sol brillo y la tierra tembló con jubilo debajo de su madera, el tercer árbol supo que EL AMOR DE DIOS LO HABÍA CAMBIADO TODO. Esto hizo que el árbol se sintiera fuerte, y cada vez que la gente pensara en el tercer árbol, ellos pensaran en Dios. Eso era mucho mejor que ser el árbol mas alto del mundo.
La próxima vez que te sientas deprimido porque no conseguiste lo que tu quieras, solo siéntate firme, y se feliz porque Dios... ...esta pensando en algo mejor para darte.

¿No te parece extraño?

¿No te parece extraño como un billete de $100 "parece" tan grande cuando lo llevas a la iglesia, pero tan pequeño cuando lo llevas a las tiendas?
¿No te parece extraño cuan larga parece una hora cuando servimos a Dios, pero muy corta cuando un equipo juega baloncesto por 60 minutos?
¿No te parece extraño que largas parecen dos horas cuando estás en la iglesia, pero que cortas son cuando estás viendo una película?
¿No te parece extraño que no puedes pensar en algo que decir cuando oras, pero no tienes ninguna dificultad en pensar cosas de que hablar (o chismear) con un amigo?
¿No te parece extraño cuanto nos emocionamos cuando un juego de futbol se extiende a tiempo extra, pero nos quejamos cuando un sermón es más largo que lo usual?
¿No te parece extraño lo difícil que es leer un capítulo de la Biblia, pero que fácil es leer 100 páginas de una novela popular?
¿No te parece extraño como las personas desean los asientos del frente en cualquier juego o concierto, pero hasta se esfuerzan para buscar asientos de atrás en los servicios de la iglesia?
¿No te parece extraño que necesitemos 2 ó 3 semanas de aviso para incluir un evento de la iglesia en nuestra agenda, pero podemos ajustar nuestra agenda para otros eventos en el último momento?
¿No te parece extraño lo difícil que es aprender una verdad simple del evangelio para compartirla con otros, pero que fácil es para las mismas personas entender y repetir un chisme?
¿No te parece extraño como creemos lo que dicen los periódicos, pero cuestionamos lo que dice la Biblia?
¿No te parece extraño que todos quieran ir al cielo, siempre y cuando no tengan que creer, o pensar, o decir, o hacer alguna cosa?
¿No te parece extraño como podemos enviar miles de chistes por correo electrónico y se esparcen como reguero de pólvora, pero cuando empezamos a enviar mensajes acerca de Dios, la gente lo piensa dos veces antes de compartirlos con otros?

¿Qué tal confiamos?

Cuentan que un alpinista, desesperado por conquistar el Aconcagua inició su travesía después de años de preparación, pero quería la gloria para él solo, por lo tanto subió sin compañeros.
Empezó a subir y se le fue haciendo tarde, y más tarde, y no se preparó para acampar, sino que decidió seguir subiendo. Decidido a llegar a la cima, de pronto oscureció. La noche cayó con gran pesadez en la altura de la montaña, ya no se podía ver absolutamente nada. Todo era negro, cero visibilidad, no había luna y las estrellas estaban cubiertas por las nubes.


Subiendo por un acantilado, a sólo 100 metros de la cima, se resbaló y se desplomó por los aires... caía a una velocidad vertiginosa, sólo podía ver veloces manchas más oscuras que pasaban en la misma oscuridad y la terrible sensación de ser succionado por la gravedad. Seguía cayendo... y en esos angustiantes momentos, le pasaron por su mente todos sus gratos y no tan gratos momentos de la vida, pensaba que iba a morir... Sin embargo, de repente sintió un tirón muy fuerte que casi lo parte en dos... SI, como todo alpinista experimentado, había clavado estacas de seguridad con candados a una larguísima soga que lo amarraba de la cintura.
En esos momentos de quietud, suspendido por los aires, no le quedó más que gritar: "Ayúdame Dios mío..." De repente una voz grave y profunda de los cielos le contestó: "¿QUE QUIERES QUE HAGA?" "Sálvame Dios mío". "¿REALMENTE CREES QUE TE PUEDA SALVAR?" "Por supuesto Señor" "ENTONCES CORTA LA CUERDA QUE TE SOSTIENE..." Hubo un momento de silencio y quietud. El hombre se aferró más a la cuerda y reflexionó...


Cuenta el equipo de rescate que al otro día encontraron colgado a un alpinista congelado, muerto, agarrado con fuerza, con las manos a una cuerda... A DOS METROS DEL SUELO...
¿Y tú? ¿Que tan confiado estás de tu cuerda? ¿Por qué no la sueltas?


¿A donde va tu dinero?

Este era un billete de $20 dólares y otro de $1 dólar que se encontraban en una bolsa de banco en el edificio de la Reserva Federal en el centro de la ciudad.
Mientras se encontraban lado a lado, el billete de un $1 le preguntó a su compañero, "Oye, amigo, ¿dónde has estado? No te he visto en mucho tiempo."
El de $20 respondió: "Amigo, ¡¡Vaya que he tenido trabajo!! He viajado a países distantes, también a los restaurantes más finos, a los casinos más grandes y finos. También he estado en numerosas boutiques, el centros comercial de lujo en el norte y el del sur, y también el nuevo que ayudé a construir. De hecho, justo en esta semana estuve en Europa, en un partido profesional de la NBA (Liga Nacional de Basquetbol en Estados Unidos), en un rodeo, en un balneario, en un salón estilista de gran clase. ¡¡He hecho todo eso!!
Después de haber descritos todos esos grandiosos viajes, el billete de $20 dólares le preguntó al de $1 "¿y a ti cómo te ha ido? ¿Dónde has estado?" El billete de $1 dólar respondió, "Bueno, he estado en la Iglesia Bautista, Metodista, también en la Iglesia Episcopal; en la Iglesia de Dios, la católica, la mormona, la de los Santos de los Últimos Días, la Iglesia A.M.E., la Iglesia de los Discípulos de Cristo, la... "
¡¡¡ESPERA, ESPERA, DETENTE UN MINUTO!!!" Gritó el billete de $20, "¿Qué es una iglesia?"
Dios todavía nos habla
¿Dios nos habla todavía?
Un joven había estado en el estudio bíblico del miércoles a la noche. El pastor había hablado de escuchar y obedecer la voz del Señor. El joven no pudo evitar pensar, ¿Dios habla con la gente hoy? Después del servicio, salió con unos amigos a tomar un café y comentaron el mensaje. Varios contaron cómo Dios los había guiado en diversas oportunidades. Ya eran las 10 de la noche cuando el joven emprendió el regreso hacia su casa.
Sentado en el auto comenzó a orar: "Dios, si todavía hablas con la gente... por favor háblame a mí. Yo te voy a escuchar. Voy a hacer todo lo que pueda por obedecerte." Mientras manejaba por la calle principal de su ciudad, tuvo un pensamiento extraño: parar y comprar un litro de leche. Sacudió la cabeza y dijo en voz alta "¿Dios, eres tu?" Como no obtuvo respuesta, siguió camino hacia su casa. Pero, nuevamente el pensamiento: "compra un litro de leche".

El joven recordó como el pequeño Samuel no reconocía la voz del Señor y acudía a pedirle ayuda a Elí. "Esta bien, Dios, en caso de que seas vos, voy a comprar la leche." No parecía una prueba muy difícil de obediencia. La leche siempre es útil. Se detuvo, compró el litro de leche y siguió camino hacia su casa. Cuando estaba por pasar la calle 7, sintió de nuevo el impulso, "Dobla en esta esquina." "Esto es una locura", pensó y pasó de largo la intersección. De nuevo, tuvo la sensación de que debía haber doblado en la calle 7. Así que en la siguiente intersección dobló y volvió hacia la calle 7. Medio en broma dijo en voz alta, " OK Dios, así lo haré ".
Anduvo por varias cuadras, cuando de repente sintió que tenía que parar. Estacionó y miró a su alrededor. Estaba en una zona semi-comercial de la ciudad. No era de las mejores, pero tampoco era lo peor. Los negocios estaban cerrados y la mayoría de las casas estaban oscuras, como si sus habitantes ya se hubieran ido a dormir. Otra vez sintió algo, "Anda y dale la leche a la gente de la casa de enfrente. El joven miró la casa. Estaba oscura y daba la impresión de que la gente se había ido o estaba durmiendo. Empezó a abrir la puerta y se volvió a sentar en el auto. "Dios, esto es una locura. Esa gente debe de estar durmiendo y si los despierto se van a enojar y yo voy a quedar como un estúpido " Nuevamente sintió que debía ir y darles la leche. Finalmente, abrió la puerta del auto y dijo "Está bien, Dios, si eres tu, voy a ir y les voy a dar la leche. Si quieres que quede como un loco, está bien. Quiero ser obediente. Supongo que eso servirá de algo pero si no me contestan rápido, me voy." Cruzó la calle y tocó el timbre.

Se escuchaban ruidos que venían desde adentro. Un hombre gritó: "¿Quién es? ¿Qué quiere?" Y la puerta se abrió antes de que el joven pudiera salir disparando. El hombre que abrió tenía jeans y una remera. Parecía que recién se había levantado de la cama. Tenía una mirada extraña y no parecía muy contento de ver a un extraño parado en la puerta de su casa. "¿Qué quiere?" le preguntó El joven sacó la botella de leche y dijo, "Aquí tiene, esto es para usted." El hombre tomó la leche y corrió por el pasillo hacia adentro hablando en español. Luego vio pasar a una mujer llevando la leche a la cocina. El hombre la seguía cargando un bebé en bazos. El bebé lloraba. El hombre tenía los ojos llenos de lágrimas y le dijo casi llorando: "Estábamos orando. Tuvimos que pagar muchas cuentas este mes y nos quedamos sin dinero. No teníamos leche para nuestro bebé . Le estábamos pidiendo a Dios que nos muestre como conseguir leche". La esposa desde la cocina gritó: "Le pedimos que mandara a un ángel con un poco de leche. ¿Es usted un ángel?
El joven buscó su billetera, sacó toda la plata que tenía y la puso en la mano del hombre. Dio media vuelta y volvió a su auto. Las lágrimas corrían por su rostro. Se dio cuenta de que Dios todavía contesta nuestras oraciones. Esto es simplemente una prueba.
No te olvides del pato

Había un pequeño niño visitando a sus abuelos en su granja. El tenia una resortera (catapulta) con la que jugaba todo el día, practicaba con ella en el bosque pero nunca daba en el blanco. Estando un poco desilusionado, regresó a casa para la cena. Al acercarse a casa, divisó al pato mascota de la abuela. Sin poder contenerse, usó su resortera y le pegó al pato en la cabeza y lo mato.
Estaba triste y espantado, y todavía en pánico, escondió el cadáver del pato en el bosque. Pero se dio cuenta que su hermana lo estaba observando. Lucrecia lo había visto todo pero no dijo nada. Después de comer la abuela dijo, "Lucrecia, acompáñame a lavar los platos." Pero Lucrecia dijo, "Abuela, Pedro me dijo que hoy quería ayudarte en la cocina, ¿no es cierto Pedro? Y ella le susurró al oído: "¿Recuerdas lo del pato?" Entonces, sin decir nada, Pedro lavó los platos.
En otra ocasión el abuelo preguntó a los niños si querían ir de pesca, y la abuela dijo, "Lo siento pero Lucrecia debe ayudarme a preparar la comida." Pero Lucrecia con una sonrisa dijo, "Yo si puedo ir, porque Pedro me dijo que a él le gustaría ayudar." Nuevamente le susurró al oído "¿Recuerdas lo del pato?" Entonces Lucrecia fue a pescar y Pedro se quedó.
Transcurridos muchos días en que estaba haciendo sus propias tareas y las de Lucrecia, finalmente él no pudo mas. Fue donde la abuela y confesó que había matado al pato. Ella se arrodilló, le dio un gran abrazo y le dijo, "Amorcito, yo ya lo sabia. Estuve parada en la ventana y lo vi todo, pero porque te amo te perdoné. Lo que me preguntaba era hasta cuando permitirías que Lucrecia te tenga como esclavo.
¿Hasta cuándo permitirás que tus pecados sin confesar te mantengan esclavo? Hoy puedes gozar de la gloriosa libertad de los hijos de Dios.
¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte?

Una historia china habla de un anciano labrador que tenia un viejo caballo para cultivar sus campos. Un día, el caballo escapo a las montañas. Cuando los vecinos del labrador le dijeron que mala suerte tenia por perder el caballo, el les replico: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quien Sabe?
Una semana después el caballo volvió trayendo consigo una manada de caballos salvajes. Entonces sus vecinos felicitaron al labrador por su buena suerte y este les respondió: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quien Sabe?
Cuando el hijo del labrador intento domar uno de aquellos caballos salvajes, se cayo y se rompió una pierna. Todo el mundo considero esto como una desgracia. No así el labrador, quien se limito a decir: ¿Buena Suerte?, ¿Mala Suerte? ¿Quien Sabe?
Unas semanas mas tarde, el ejercito entro en el poblado y fueron reclutados todos los jóvenes que se encontraban en buenas condiciones. Cuando vieron al hijo del labrador con la pierna rota, lo dejaron tranquilo.
¿Había sido buena suerte?, ¿Mala suerte?, ¿Quien sabe ?. Todo lo que a primera vista parece contratiempo puede ser un disfraz del bien. Y lo que parece bueno a primera vista puede ser realmente dañino. Así pues, será postura sabia que dejemos a Dios decidir lo que es buena y mala suerte, y le agradezcamos que todas las cosas se conviertan en bien para los que le aman.