Sunday, December 4, 2011

Conversando Sobre Composición con Marcos Vidal (Primera Parte)

 Uno de los compositores cristianos más respetados del mundo, abre su corazón para darnos a conocer su faceta como músico y compositor, recorriendo parte de este trayecto de más de 30 años. Sus fuentes de inspiración, la forma de componer y las ideas tras cada canción son parte de esta interesante conversación.





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Página de Marcos Vidal
Una entrevista a Marcos Vidal, cantante y compositor español de amplia trayectoria y uno de los compositores cristianos más admirados. Ha grabado los proyectos Buscadme y Viviréis (1990), Nada Especial (1993), Cara a Cara (1996), Mi Regalo (1997), El Arca (1999), Por la Vida (2001), Pescador (2002), Alabanza y Adoración en Vivo desde España (2003), Aire Acústico (2004), Dedicatoria (2005). Escritor de la novela Nuva, la Hormiga publicado por Editorial Vida. Actualmente es pastor de la Iglesia Evangélica Salem en Madrid, España. Una conversación a la orilla de la piscina del Hotel Westin Camino Real, en Ciudad de Guatemala, Guatemala, a las 10:30 a.m.

Marcos, gracias por el tiempo que me das para compartir contigo y conversar sobre composición. Comencemos: ¿desde cuándo tu interés por la música y la composición?

A mí me iniciaron mis padres en el mundo de la música. Desde pequeño la música siempre fue parte nuestra como familia. Siempre con el propósito firme de servir al Señor con ella. Mis padres fueron los que me inscribieron en el conservatorio de música de Madrid. Yo comencé a estudiar desde los 6 años con profesores particulares, recuerdo a una profesora que había en el barrio, y luego de 7 u 8 años entré a estudiar la carrera. En aquel entonces uno tenía que estudiar un año completo de teoría (solfeo) y el siguiente año solo con el instrumento. Ahora es distinto, se puede llevar paralelo, pero antes era diferente.

¿Hasta cuándo seguiste estudiando?

Toda la vida, hasta que terminé la carrera de piano, saqué el título superior y comencé a trabajar como docente allí en el conservatorio, que básicamente esa era la meta: hacer de la música mi profesión, siempre con la visión que comencé bajo la tutela de mi padre de servir a Dios. Ahora, servir a Dios fue algo que siempre hice desde niño puesto que crecí en un ambiente cristiano, yo siempre estuve involucrado en la iglesia local, tocaba el piano. Así colaboraba en la iglesia. Entonces, paralelamente a eso fui formando mi profesión.

¿Cómo fue que descubriste que tenías la habilidad de escribir canciones?

Fue algo natural, una práctica más que un descubrimiento, fue un deseo de expresarme. Yo aprendí más que todo por imitación, mi padre componía, mi hermana componía y yo empecé con 9 años a escribir mi primera canción. Fue más un experimento, no fue que alguien me dijo “Tienes que escribir”, sino un deseo de expresar.

¿Aún recuerdas esa primera canción que escribiste?

Sí, trató de la historia de un misionero que se iba a predicar.

¿Nunca se grabó?

No, nunca, como te digo fue un experimento infantil.

Luego de ese experimento, ¿comenzaste a componer de forma habitual?

Sí, a partir de allí nunca dejé de componer. Fue un primer experimento que me gustó y lo hacía todo en el marco de la iglesia, para ser cantado y tocado en la iglesia. Desde coros de adoración y alabanza hasta cantos especiales. Así fue como comencé a expresar simplemente lo que había en mi corazón hacia el Señor.

Me imagino entonces que cuando llegó la hora de producir el disco Buscadme y Viviréis, tú ya contabas con un amplio banco de canciones para el proyecto…

De hecho, anterior a Buscadme y Viviréis grabé otro casete, así era antes, que se llamó Más Allá de la Frontera, del que solo se hicieron 300 ó 400 copias, algo así, y del que creo aún conservar algún ejemplar. Fue algo doméstico que hicimos con otros músicos sin tener las más mínima idea de cómo grabar. Fue una cosa muy local de la iglesia. Fue como 4 ó 5 años antes de Buscadme y Viviréis. Después de ese primer intento de grabación medio fallido, surge Buscadme y Viviréis, que se grabó en 1990. Yo tenía más o menos 20 ó 21 años, me invitaban mucho a salir y a cantar, fue por ese entonces que se comenzó a fraguar todo lo que giró alrededor de Buscadme y Viviréis.

¿Cómo escribiste “Buscadme y Viviréis”? Tú sabes, la canción impactó a todo el mundo, es más, por lo menos en mi país, a pesar de los años, aún sigue sonando en las radios, ¿cómo nació la canción?

“Buscadme y Viviréis” fue un proceso, una experiencia concreta en la que yo empecé a expresar lo que yo entendía que había en mi corazón y que Dios me respondía a mí. Fue una reflexión llevada a la música. Así de simple, nunca pensé que la canción llegaría a ser lo que fue ni nunca pensé que la grabaría.

Otra canción tuya que impactó muchísimo, quizá al mismo nivel de “Buscadme y Viviréis”, fue “Cristianos”, que está en el disco Nada Especial. ¿Cuál es la historia detrás de ella?

“Cristianos” nació igual que “Buscadme y Viviréis”, fue concretamente después de una experiencia que me llevó a un momento de frustración personal y de la que nació la canción.

¿Se puede saber qué fue exactamente esa experiencia?

Fue algo mucho menor de lo que la canción expresa, algo que me frustró de una decisión que para mí se tomó mal, que a mí me parecía criticable y donde veía otras motivaciones de fondo. Pero básicamente fue una reflexión donde yo exponía mi propia situación y que creo que el Señor me estaba respondiendo en ese momento.

¿Alguna vez pensaste que “Buscadme y Viviréis” y “Cristiano
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s” trascenderían tanto?

No, de hecho cuando escribí “Cristianos” tardé como dos años en cantarla por primera vez en público. Tardé porque pensé que era una canción demasiado dura y yo no pretendía criticar a nadie, era solamente una autorreflexión, no pensé que era para mostrar. Lo que pasó fue que se la mostré a un amigo y me dijo “¡Tienes que cantar esto!” Y finalmente me animé a cantarla en un lugar. Pero pasó bastante tiempo porque era simplemente expresar lo que había en mi corazón, no era para nadie, era para mí.

Al escucharte hablar sobre cómo escribiste estas canciones viene a mi mente preguntarte si no crees que a veces pensamos que todo esto de la composición se ha mistificado demasiado, donde se cree que un escritor debe experimentar una especie de éxtasis para poder comenzar a componer. Y no, la composición también puede ser un proceso voluntario, ¿no crees?

Bueno, es ambas cosas, pero pienso que lo auténtico nunca nace como un proyecto para ser expuesto. Casi siempre lo que más toca a las personas es lo que nace del corazón como una forma de expresión simplemente. Cuando el proceso llega a ser algo comercial, algo que hay que fabricar para cierto público o cuando se compone pensando en querer lograr una serie de objetivos, no estoy seguro que eso funcione. Se puede lograr algo, pero eso es más un producto de marketing, yo creo. Yo nunca compongo en esa línea, me gusta dejar que el corazón hable y no componer por una necesidad de grabar, sino por una necesidad de expresar lo que hay en el corazón.

¿A qué le atribuyes la profundidad en tu forma de componer? Muchos te consideran un compositor cuyas letras son además de poéticas muy inteligentes, ¿a qué se debe esa particularidad en tu forma de escribir?

Yo diría que es una mezcla de varias cosas, cada uno expresa lo que tiene dentro y según de las fuentes que bebe. Probablemente yo no fui expuesto a ese mundo de frases hechas, probablemente mis influencias fueron otras. No solo teológicas, también relacionales, de gente que conocí y de la gente que más me ha impregnado como mentores espirituales, ellos son los que más me han enseñado a vivir como un cristiano. Esa es la influencia que yo he tenido y que después he expresado en las canciones.

Háblame de algunos de ellos…

Principalmente mi padre, él fue para mí quien marcó la pauta. Después he tenido amigos y gente cercana que Dios ha enviado y que me han impregnado con sus vidas. Yo creo en un cristianismo cercano, en uno más de impregnar a otros que de productos hechos en masa.

En palabras de Marcos Vidal, ¿cómo se escribe una buena canción?

Es muy difícil contestar esa pregunta en una sola frase o en un párrafo. Pero yo diría que es como construir un edificio, ¿qué le dirías a alguien para que construya un buen edificio? Primero que estudie arquitectura, para empezar. No se construye sin tener las más mínima idea. Un tiene que saber de cimientos, de materiales y herramientas que va a usar. Uno debe tener unos conceptos básicos y una visión personal de lo que quiere hacer y construir. Es una mezcla de muchas cosas.

Yo no sé por qué en el mundo de la música se pretende que todo venga de pronto de una inspiración, de una musa y que así salga una canción. Yo creo que una canción debe contar con varios elementos que cierta gente pasa por alto. No es cuestión de ponerse con una guitarra o un piano e intentar hacer una canción, que puede ocurrir y puede pasar, pero desde el punto de vista como músico habría que hablar de muchos temas. Lo que uno estudia primeramente, tener el conocimiento musical y después tener una idea clara de lo que uno desea expresar, ¡porque debes tener algo que expresar! Hacer música por el simple hecho de hacerla es simplemente entretenimiento.

¿Cuál es tu forma habitual de componer? ¿Tú decides sentarte al piano o esperas el empujoncito de la inspiración para hacerlo?

Cada vez es diferente, no soy muy estructurado en eso. Sí suelo apuntar ideas temáticas e ideas musicales, pero los dos únicos elementos que son comunes cuando compongo suelen ser un piano y casi siempre necesito estar solo, necesito la soledad.

¿Cuánto tiempo tardas en escribir una canción?

También varío mucho, hay veces que una hora, hay veces que cuatro meses.

Dime ejemplos de canciones escritas en una hora y canciones escritas en mucho más tiempo…

Hay una canción que se llama “Consejo” que fue muy rápida. “Es por Fe” también fue rápida. “Ángeles de Mazapán” no, fue una canción muy elaborada y tardé más. Esa canción la escribí a causa de los niños con Síndrome de Down y era una idea que tenía dormida mucho tiempo pero como te dije: musicalmente es un tema muy elaborado y me llevó tiempo. La escribí por fases, probablemente tardé más de un mes.

Hay otras que he tardado más porque fui a ellas y regresé, hay canciones del disco El Arca, por ejemplo “La Tortuga” que fue una canción súper rápida.“El Arca”< es una mezcla de canciones antiguas y nuevas que muchas de ellas tenían años de estar compuestas y que tenían otra resolución o iban en otra dirección y que al ser incorporadas al proyecto de “El arca” las resolví de otra forma comparado como las había concebido al principio. Fue un proceso más largo.

Conversando Sobre Composición con Marcos Vidal


La inspiración de sus canciones, la visión del compositor, anecdotas y situaciones que retratan el rostro de un cantante y compositor que ha marcado los corazónes de muchos. Descubre esto y mul Navas
cho mas, de la persona tras la música y las ideas.



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Marcos, quienes lean esta entrevista y sepan que conversé contigo no me perdonarían si no te preguntara sobre “Cara a Cara”, ¿cómo fue que la escribiste? ¿Cómo nació esa canción?

Fíjate que “Cara a Cara” nació en un momento, sin libreta y sin apuntes, en un coche; era un viaje de cuatro horas desde el sur de España en el que habíamos estado evangelizando y volvíamos a Madrid. Habíamos tenido una conversación con la esposa de un pastor de allí, de Córdoba, en la que hablamos de ese tema, de lo grandioso que sería ver al Señor. En ese viaje de regreso comenzó a nacer la idea de esa canción. Después fui sobre el piano, pero mucho de la temática de esa canción nació en mi mente después de esa conversación y en aquel viaje.

“Cara a Cara” es una canción como las que hablamos antes, que tiene profundidad poética y teológica, además de ser sumamente conmovedora. Fíjate que cuando converso con pastores y líderes suelen decirme que lo que falta en la composición de hoy es eso: profundidad. ¿Crees que es así? ¿Qué podemos hacer los escritores de canciones para alcanzarla?

Quizá necesitamos compositores que tengan un contenido más profundo, a lo mejor quienes componen están más orientados a la alabanza y adoración y probablemente se concibe más en ese contexto, de cantar como congregación al Señor. Por eso muchas canciones son más alabanza y adoración al Señor que reflexión teológica. Yo pienso que la reflexión teológica se ha dejado más para el púlpito y la enseñanza, no para la música. Quizá lo que yo he hecho es que sí yo uso la música para alabanza y adoración, pero independientemente de eso yo he expresado mis inquietudes a través de la música. Es un campo diferente. Yo creo que para que haya más profundidad en la música es necesario que quienes componen usen la música para expresar inquietudes, no solo para alabar y adorar. Lo cual es lícito y es un uso muy bueno, pero quizá aquellos que hablan de que nos falta profundidad lo que están diciendo es que la música también se puede usar para ese tipo de reflexión y no solo para alabar. Yo creo que básicamente se trata de eso, del uso que se le quiera dar.

Volviendo a algunas de tus canciones he notado que muchas de ellas tú las dedicas. Fíjate: “Uña y Carne” para tu esposa, “Pescador” a tu papá, “Madre” a tu mamá, “Mi Regalo” para tus amigos, lo cual claramente habla de que para ti la familia y las relaciones interpersonales son muy importantes, ¿es así?

Eso para mí es fundamental, yo siempre digo que mi primer ministerio es mi familia antes que cualquier otro. Para mi es mucho más importante la opinión que mi esposa tenga de mí que la opinión de un auditorio sobre de mí. Volvemos a lo mismo, a la hora de componer música yo intento expresar eso en un momento concreto, como un agradecimiento a Dios por lo que esas personas han sido para mí. Sí, mis padres, mi esposa, mi familia y mis amigos han jugado un papel muy importante como gente que Dios ha puesto a mí alrededor y que me hacen ser la persona que soy.

¿Cómo han reaccionado ellos ante tus canciones? Por ejemplo, tu esposa. ¿Sabía ella que se la estabas escribiendo o fue una total sorpresa cuando se la mostraste?

Le canté “Uña y Carne” cuando estaba compuesta, no le había dicho nada. Pero bien, reaccionó muy bien, le gustó.

¿Y tu padre? ¿Cómo se sintió?

Mi padre es un hombre de pocas palabras aún en cuanto a expresiones afectivas. No ha habido mucho diálogo de la canción “Pescador”, pero él sabe que ha sido la persona que me ha marcado más significativamente en cuanto a mi conversión y en cuanto a mi ministerio.

Hay una canción en el disco Dedicatoria que se llama: “Aleluya”, cuando se escucha uno se pregunta: “¿A quién se la habrá dedicado?”

“Aleluya” es una canción que le escribí a mi sobrina, Kelly, porque ella pasó por el divorcio de sus papás y bueno, Dios me dio la oportunidad de ministrarla durante ese proceso y ver las etapas por las que ella atravesaba. Más que todo conseguir que ella llevara sus cargas a los pies de Cristo.

¿Cómo reaccionó ella ante tu gesto?

Le gustó mucho y agradeció mucho que esa canción fuese para ella. La conserva como un tesoro para sí. Aunque esa canción no es solo para ella, ella fue el motivo, pero es para todos aquellos que sufren y que en un momento determinado necesitan escuchar que no están solos y que necesitan echar sus cargas a los pies de Jesús.

Algunas personas no saben que tú además de escribir canciones has escrito un libro, Nuva, la Hormiga, que es una novela. Yo la leí completa, me gustó muchísimo. Incluso en el disco Pescador incluyes una canción que se llama “El Cantar de Nuva” basado en ese personaje. Yo comprendí el título de la canción al leer la novela, ¿cómo interactúa
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el libro con la canción y la canción con el libro?

“El Cantar de Nuva” se puede entender sin haber leído el libro, quizá la gente no comprenda el título, pero todos pueden comprender la canción porque todos “somos árboles desnudos en la nieve”. La canción es la confesión del apóstol Pedro y eso se entiende sin necesidad de conocer la novela. Lo que pasa es que sí hay interrelación porque la canción y la novela nacieron paralelamente. De hecho es la canción que Nuva canta cuando está en la cueva. Yo creo que todo cristiano ha estado en la cueva en algún momento, es por eso que el título es alegórico totalmente. El título es una forma original de no llamarla: “La Confesión de Pedro” o “¿A Quién Iremos?” como internamente la conocemos con los músicos. Preferí ponerle “El Cantar de Nuva” porque así nació la canción, dentro del contexto de la novela de Nuva.

Te voy a hacer una pregunta un tanto extraña: ¿dónde estabas cuando ocurrió el atentado terrorista del 11 de Marzo en Madrid?

En Los Ángeles, California.

¿Cómo fue que te animaste a componer una canción al respecto? ¿Alguien te la pidió o fue por el impactó que causó en ti la tragedia?

Escribí “Magerit” no porque me la pidieran, fue igual, una necesidad. Fueron días muy duros. Cuando regresé a España había mucho miedo en la ciudad. Madrid es una ciudad grande, no es un pueblo, la gente no se saluda por la calle. Pero por primera vez en mucho tiempo gente que ni se conocía se detenían en la calle a hablar y lloraban mientras hablaban de lo que había ocurrido. Había mucho dolor, temor y ternura. Las lágrimas y las emociones estaban a flor de piel en todo el mundo. A veces en esos momentos fuertes emocionalmente nacen canciones. No fue algo que me propuse, cuando me senté al piano fue lo único que salió, hablar de lo que había ocurrido. Esta es una de las canciones que he tardado poco tiempo, fue muy espontánea, algo que salió a borbotones.

Entiendo que se usó para un documental “Madrid, 11 de Marzo”…

No sé dónde ellos la escucharon pero sí, me la pidieron. Alguien que me conoce me llamó y que estaba conectado a ese mundo, y me dijo: “Oye, ¿tú escribiste esta canción? Es que hay un documental y creemos que esa es la canción que necesitamos, ¿nos la podrías mandar?” Se las envié y la escogieron. Lo recaudado del documental se usó para las víctimas, así que me sentí muy bien que la utilizaran.

Oye, el pastorado y las ocupaciones que conlleva, ¿te permiten mantener un buen ritmo de composición? ¿O escribes menos canciones que antes?

Son etapas, hay etapas muy prolíficas y otras de sequía. Hay desiertos y hay oasis. Hay momentos que de pronto uno no para de componer y otros en los que no eres tan creativo. Pero eso siempre ha sido así. Lo que sí creo es que los tiempos devocionales y de disciplina personal deben marcar nuestra vida, no deben quedar al final de nuestra agenda. Si no los tomamos en serio a pesar de lo apretado del día al final de cuentas lo dejaremos fuera de la agenda. Es una cuestión de prioridades. Yo creo que hay que luchar, más en un mundo tan estresado como el de hoy, por tener tiempos a solas con Dios y que eso no se vea afectado por nuestra agenda. La prioridad es el tiempo a solas con Dios.

¿Cómo te gustaría que te recordaran como compositor? ¿Cuál quisieras que fuera tu aportación a la música cristiana?

Me gustaría influenciar a la gente a buscar más del Señor y a que busquen más reflejar a Cristo en su vida ante una sociedad que necesita más ese tipo de reflejo. Me gustaría influir de esa manera y entre más gente mejor. Todo se trata de influencia, de influenciar vidas. Quienes lean o escuchen lo que yo he hecho se sientan interiormente influenciados, que no sea simplemente información que acumulen, sino que tomen decisiones con sus vidas. Eso es lo que yo más deseo, conseguir cambios en las personas.

Me imagino que tienes testimonios de vidas cambiadas, de gente que verdaderamente ha sido influenciada por tus canciones, ¿podrías relatarme algunos ejemplos?

Efectivamente, como alguien que estaba en un puente y se iba a suicidar, y escuchó por la radio “Buscadme y Viviréis”, llamó a la estación de radio y regresó y no se mató. También gente que me dice que escuchó cierta canción y nunca más fue el mismo, que estimuló su ministerio o su relación con Dios. Ese tipo de cosas son las que me hacen sentir que vale la pena influenciar a las personas. Eso es influenciar en la gente. Que cuando escucharon cierto mensaje o canción fueron confrontadas, tomaron una decisión y cambiaron.

¿Tienes planes de un nuevo disco? ¿Vienen nuevos proyectos?

Estamos trabajando en dos discos simultáneamente, uno de alabanza y adoración y otro de canciones inéditas. Confío en Dios que este año salen, no tenemos títulos para ellos. El de adoración creo que se llamará Tu Nombre y el otro aún lo estamos trabajando.

Marcos, una palabra final para quienes componen o están aprendiendo a hacerlo, ¿qué consejo te gustaría que recordaran?

Yo creo que todo se reduce a buscar la riqueza espiritual interior. Una riqueza interior combinada con un trabajo, un trabajo serio. No conformarse con hacer las cosas de cualquier manera ni con repetir lo que otros ya han hecho. Creo que debemos intentar aportar algo nuevo al campo musical que ya existe. Lamentablemente se ve a la música como un medio más para subsistir, creo que lo que necesitamos es frescura, cosas nuevas, que desafíen a quienes las escuchen. Pienso que eso sale de una riqueza espiritual interior y de un trabajo serio.