Creado por Allie Gonzalez, Rosy Guerra
Nadie dijo que ser un buen padre era fácil. Sea cual sea la edad de tu hijo o el número de hijos que tengas, tendrás que saber que la labor de un padre nunca llega a su fin. Para ser un buen padre de familia, tendrás que estar presente, imponer una buena disciplina, ser un ejemplo a seguir, comprender las necesidades de tus hijos sin perder autoridad. Si quieres ser un buen padre de familia, sigue los siguientes pasos.
Parte 1 de 4: Estar presente
- Hazte tiempo para tus niños. A tus hijos no les importa si te acaban de dar un gran ascenso en tu trabajo o si eres dueño de la casa más costosa de la cuadra. Lo que les importa es si vendrás o no a casa a cenar, si los llevarás al partido de fútbol el domingo y si estarás con ellos la noche de películas esa semana. Si quieres ser un buen padre de familia, tendrás que reservar tiempo para tus hijos todos los días o cada vez por semana como mínimo, por más ocupado que estés.
- Incluye esas horas en tu horario. Quizá las mejores noches para tus niños sean los martes, jueves y los domingos. Tómate el tiempo para dedicarte mucho más durante esos días y no permitas que otros compromisos se inmiscuyan.
- Si tienes más de un niño, deberás darte el tiempo para ver a cada uno, así podrás desarrollar relaciones únicas individualmente.
- Si estás tan cansado que te es imposible levantarte para jugar fútbol con tu hijo, hagan otra cosa como mirar un partido de fútbol o una película que tenga ese tema. Lo importante será que estés presente de alguna manera.
2 Tendrás que estar presente en los grandes momentos. Si bien planificar tus “horas de papá” cada semana será excelente para fortalecer tu relación, también deberás procurar estar presente en los grandes momentos en la vida de tus hijos. Organiza tu horario de trabajo para que puedas estar presente en el primer día de escuela de tu hijo, el primer recital de ballet de tu hija y la graduación de la secundaria de tu hijo o hija.- Tus hijos recordarán estos momentos por el resto de sus vidas y tenerte ahí significará mucho para ellos.
- Bien podrías estar ocupadísimo durante uno de los grandes momentos de tus niños, pero si te lo pierdes, te arrepentirás después.
3 Enséñales las lecciones importantes. A su vez, deberás estar presente para enseñarles a tus hijos las tareas más básicas de la vida. Podrás ayudarlos a usar el baño, enseñarles a cepillarse los dientes correctamente, a manejar bicicleta y enseñarles a conducir cuando sea apropiado. A tus hijos varones podrás enseñarles a afeitarse y mantener una buena higiene. Tus niños necesitarán aprender esas grandes lecciones de la vida además de las tareas menores del día a día.[1]- Divídanse estas lecciones con tu esposa. Ambos deberán enseñarles las cosas importantes que tendrán que saber para cuando crezcan.
- Ayúdales a tus hijos a aprender de sus errores. Si se comportaron mal, deberás ayudarlos a hacerles entender por qué y hablar con ellos para que no repitan ese comportamiento en el futuro en lugar de simplemente castigarlos y seguir adelante.
- 4 Desarrolla una comunicación sólida. Estar presente para los grandes momentos en la vida de tus hijos será importantísimo, pero también lo será comunicarse con ellos cuando estés presente. No siempre tendrás que hacer algo emocionante con ellos para que les guste estar contigo, solo tendrás que centrarte en poder comunicarte con ellos, comprender sus preocupaciones y luchas.
- Asegúrate de conversar con ellos todos los días para que conozcas sus preocupaciones, lo que tienen que hacer en la semana y lo que piensan.
- No le preguntes de manera superficial “¿Cómo te fue hoy?” sin querer verdaderamente conocer la respuesta.
- Si tus hijos son adolescentes o universitarios ocupados, quizá no quieran hablar de los pormenores de su vida diaria contigo. Solo asegúrate de preguntarles las veces suficientes para que sepan que tienes interés sin que se sientan asfixiados.
- 5 Planifica viajes con tus niños. Para ser un buen padre de familia, deberás darte el tiempo para viajar con tus niños con o sin su madre. Si son hombres, podrás llevarlos a un viaje para pescar cada año; si tienes una hija, podrán ir a la playa; si son varios, podrás llevarlos de campamento y nunca lo olvidarán. Sea lo que sea que hagas, procura que sea especial, memorable y algo que puedan repetir al menos una vez al año para que desarrolles una rutina divertida centrada en ti.
- Si la madre está presente en los viajes, tómate el tiempo de relacionarte solo con los niños cuando puedas.
- Planificar estos viajes con unos cuantos meses de anticipación será algo divertido y diferente para ellos que estarán esperando con ansias.
- 6 Date tiempo para ti mismo. Si bien es importante estar ahí para tus niños, también deberás tener tiempo “para ti mismo” cuando puedas, ya sea pasando la tarde del domingo haciendo algo solo, tomándote media hora para correr todas las mañanas o despejándote con un buen libro todas las noches antes de irte a dormir. Deberás anteponer los intereses de tus hijos a los tuyos la mayor parte del tiempo, pero tampoco deberás descuidarte de ti mismo.
- Si no te das tiempo para ti mismo, no podrás relajarte, recargar tus baterías ni darles a tus hijos el tiempo ni la atención que merecen.
- Podrás tener una habitación o sillón especial en la casa en donde tus hijos sepan que no podrán interrumpirte. Haz que se acostumbren a tu tiempo personal y explícales que harás algo solo durante un tiempo, a menos que realmente te necesiten.
- Premia a tus hijos adecuadamente. Imponer disciplina no se trata únicamente de castigar a los hijos cuando cometan un error. También implica premiarlos cuando hagan algo bueno para animarlos a querer repetir ese comportamiento. Ya sea que uno haya obtenido la calificación más alta seguida, haya ayudado a un hermano menor con una tarea difícil o haya tenido la madurez suficiente para retirarse de una pelea, deberás hacerle saber lo orgulloso que estás de él, llevarlo a su restaurante favorito o hacer lo que esté en tus manos para que sepa lo mucho que valoras su buen comportamiento.
- Si tus hijos son menores, premiarlos con afecto podría ayudarlos mucho a ver lo orgulloso que estás de ellos.
- Si bien darles de vez en cuando un premio o un juguete nuevo cuando se hayan portado bien reforzará su buen comportamiento, los juguetes o premios no deberán ser tu único incentivo para que se porten bien. Deberán estar motivados porque tus enseñanzas de diferenciar lo bueno de lo malo.
- No premies a tus hijos por un deber como cuando hacen los quehaceres del hogar o limpian lo que ensucian. Si lo haces, pensarán que te están haciendo un favor.
- 2 Castiga a tus hijos adecuadamente. Para imponer una disciplina justa, tendrás que castigarlos cuando hayan cometido un error. No significa que tengas que ser cruel física o psicológicamente, solo implica hacerles saber cuándo han cometido un error y demostrarles que sus acciones acarrean consecuencias. Cuando tu hijo tenga la edad suficiente para razonar, se supone que sabrá cuándo ha cometido un error.[2]
- Asegúrate de que tú y tu esposa se pongan de acuerdo sobre el castigo de tus hijos. Las consecuencias tendrán que ser las mismas, ya sea que tú o ella haya presenciado la acción. De esta manera, evitarás pasar de “policía bueno a policía malo”.
- 3 Sé constante. Ser constante es igual de importante que tener un sistema de castigos y premios. Si tu niño se porta mal, las consecuencias tendrán que parecidas todo el tiempo, aunque no sea p´ractico, estés cansado o en público. Y si tu niño hace algo muy bueno, no olvides hacerlo sentir especial, por más cansado o estresado que estés.
- Si no eres constante, tus hijos creerán que tus reacciones están influenciadas por tu estado de humor.
- 4 No grites. Aunque el comportamiento de tu hijo te enfurezca, gritar no es la solución. Si tienes que hacerlo, procura que sea cuando estés a solas, en la ducha o en una almohada. Pero no les grites a ellos, por más te irresistible que sea tu impulso. Podrás subir un poco tu tono de voz para hacerles ver que han cometido un error, pero si gritas, te tendrán miedo y no querrán comunicarse contigo.
- Aunque sea duro, no deberás permitir que tus hijos te vean perder el control.
- 5 No seas violento. Por más enfadado que estés, no deberás golpear, herir o agarrar a tus hijos. De lo contrario, los herirás física y emocionalmente, lo cual solo ocasionará que te eviten a toda costa. Si tus hijos piensan que podrías ser violento, se cerrarán y no querrán estar contigo. Si quieres ganarte su respeto, deberás evitar ser violento con ellos o con su madre.[3]
- Haz que te teman y te amen. Será importante que tus hijos sepan que impones una disciplina estricta y que no podrán detenerte, pero también será igualmente importante que quieran tu amor, afecto y pasen momentos maravillosos de conexión. Para ser un buen padre de familia, tendrás que estar entre el límite de imponer lecciones difíciles y hacer que se sientan amados y valorados.
- Si te preocupa sobremanera que te teman, entonces tus hijos podrían no tener la comodidad suficiente para abrirse contigo.
- Si te preocupa sobremanera que te amen, entonces tus hijos podrían verte como un padre sin autoridad que nunca impondrá la ley.
- Parte 3 de 4: Ser un buen modelo a seguir
- 1 Da el ejemplo. Si quieres dar el ejemplo, tu lema tendrá que ser “Hagan lo que digo y lo que hago” para que tus hijos vean que no eres hipócrita cuando les enseñes qué es bueno y malo. Si quieres que tus hijos se comporten según tus expectativas, entonces deberán ver un comportamiento positivo de tu parte primero. Para dar el ejemplo, podrás hacer lo siguiente:
- Si no quieres que tus hijos fumen ni beban en exceso, por ejemplo, no deberás hacerlo frente a ellos o dejar de hacerlo por completo.
- Si quieres que tus hijos traten a los demás con cortesía y respeto, tendrán que verte tratando a los demás (al camarero del restaurante local o al vendedor telefónico) con un mínimo de respeto.
- Si quieres que tus hijos no caigan en peleas, no caigas en una con su madre frente a ellos.
- 2 Trata a la madre de los niños con respeto. Si quieres ser un buen modelo a seguir, entonces tendrás que tratar a su madre con respeto. Si estás casado con ella, entonces deberás dejar que vean lo mucho que la amas, ayudarla y disfruta de su compañía. Si eres malo con tu propia esposa, entonces verán que ser malo con la mamá o los demás no tiene nada de malo porque tú, el papá, lo haces.[4]
- Tratar a la madre de los niños con respeto implica en parte compartir los cuidados de los hijos y compartir los quehaceres de hogar con ella.
- Deja que tus hijos vean que la halagas, le das el amor y el afecto que merece.
- No solo deberás tratar a la madre de los niños con respeto, sino también con amor, además deberás esforzarte por mantener una relación amorosa, divertida y enriquecedora. Si su madre está feliz, todos lo estarán.
- Si están divorciados, entonces nunca deberás decirles nada negativo sobre ella, aunque no estén en los mejores términos. Si dejas que vean que la relación que tienes con su mamá no es la más ideal, quedarán estresados y confundidos.
- 3 Admite tus errores.Para ser un buen modelo a seguir, no tendrás que ser necesariamente perfecto. De hecho, será mejor si no lo eres, sino tus hijos verán que nadie es perfecto y que todos cometemos errores. Si has cometido uno como olvidar recogerlo de la escuela puntualmente o perder los papeles, deberás disculparte y reconocer tu error.
- Si puedes tragarte tu orgullo frente a tus hijos, entonces verán que no tiene nada de malo admitir su error.
- Admitir el error de uno crea más carácter que “hacer lo correcto”, siempre.
- 4 Colabora con los quehaceres del hogar. Si quieres que tus hijos colaboren con los quehaceres, deberás ayudar también, por más absorbente que sea tu trabajo. Déjalos que te vean lavando los platos, limpiando las superficies, aspirando la alfombra y también querrán colaborar. Si creen que limpiar es solo el “trabajo de mamá”, entonces será menos probable que ayuden cuando sea la hora.
- Colaborar con los quehaceres del hogar no solo alegrará a tu esposa, también hará que tus hijos vean que tú y tu esposa trabajan en equipo y que tienen que unirse a él.
- 5 Gánate el respeto de tus hijos. El respeto se gana, no te lo deben, por eso deberás hacer lo que puedas para que tus hijos te respeten como padre. Si casi nunca estás con ellos, le gritas a su madre o solo estás ocasionalmente con ánimo de disciplinarlos, entonces no te respetarán solo por el hecho de que eres su padre. Deberás actuar de modo que seas admirable, honesto y constante para que vean que eres un padre modelo y una persona digna de su admiración.
- Tus niños no deberán idolatrarte y pensar que eres perfecto, sino que deberán ver que eres solamente un ser humano y quieres hacer lo mejor.
6 Inunda a tus hijos con amor y afecto. Aunque creas que ser un buen modelo a seguir implica ser un poco distante y hacer siempre lo correcto, en realidad implica estar compenetrado con ellos a tal punto de besarlos, abrazarlos y hacerles saber cuán importantes son para ti. No dejes que pase un día sin decirles “Te quiero”, sin darles afecto físico y hacerles saber lo importantes que son para ti.[5]- Tus hijos ansían que los ames y les des afecto, sea cual sea su edad.
- Felicítalos y hazles saber que tu vida no sería igual sin ellos.
Parte 4 de 4: Ser comprensivo
- 1 Reconoce que tus hijos no son tú. Si bien hubieras querido que continúen con el negocio familiar, vayan a tu misma alma mater o ser una estrella de fútbol en la escuela así como tú, tendrás que aceptar el hecho de que son personas individuales con necesidades y deseos propios, los cuales podrían no seguir tu misma línea. Podrías pensar que tu camino es el único camino hacia la felicidad, pero para ser un buen padre de familia, tendrás que aceptar que tus hijos podrían tener una idea diferente para llevar el rumbo de su vida.
- Aunque pienses que diciéndoles qué hacer o cómo vivir sus vidas será lo mejor, en realidad estarás hiriendo su independencia al tratar de controlarlos.
- Lleva tiempo aceptar los deseos de tus hijos. Si no comprendes de inmediato por qué tu hijo quiere ser artista mientras que tú eres médico, pídele que te lo explique y tómate el tiempo para escucharlo y comprenderlo.
- Si tratas de controlarlos demasiado, se resentirán y se cerrarán contigo.
- Deja que hagan sus propias decisiones dándoles independencia y dejando que tengan una mente abierta. Quizá quieras que jueguen fútbol, pero primero inscríbelo en una gran variedad de actividades y deja que escoja la que más le gusta.
2 Ten consciencia de que los tiempos están cambiando. Para ser un buen padre de familia, tendrás que comprender que tus niños no están creciendo en el mismo ambiente en el que fuiste criado, aunque los estén criando en la misma época. Con la globalización, la influencia de los medios sociales y las políticas cambiantes de la sociedad contemporánea, es probable que tus hijos estén menos protegidos que tú y tengan más consciencia de los problemas y los cambios de la sociedad de hoy en día.[6]- Por tal motivo, ten presente que, por ejemplo, las perforaciones corporales, el sexo prematrimonial y los viajes al extranjero son más comunes hoy que en tu época. Reconoce que tus hijos son un producto de la época y que quizá quieran explorar el mundo más tú cuando eras joven.
- Quizá creas saber exactamente cómo debiera funcionar el mundo, pero deberás dejar que tus hijos se expresen y compartan sus perspectivas contigo.
- 3 Acepta los errores de tus hijos. Si quieres ser un padre comprensivo, tendrás que aceptar que, al igual que tú, tus hijos no son perfectos y que están propensos a cometer errores. La vida está llena de errores que ayudarán a que tus hijos aprendan, por eso deberás aceptar que muchas lecciones son necesarias, ya sea que tu hijo sufra un leve accidente de tránsito, desaprueba un examen por no estudiar o salga con la mujer equivocada cuando debería darse cuenta.
- Si no dejas que se equivoquen de vez en cuando, no aprenderán nada. Si bien quieres protegerlos, dejarlos cometer sus propios errores los ayudará a tomar decisiones más informadas.
- Aun así deberás disciplinarlos cuando cometan un error, pero también podrían hablar sobre él y hacérselos ver en lugar de gritarles solamente.
- 4 Compréndelos si tienen luchas. Si quieres ser un buen padre de familia, tendrás que saber si tus hijos están pasando por un tiempo difícil y ser atento con sus necesidades. Quizá tu pequeño esté luchando porque se han mudado a una ciudad nueva y todavía no tiene amigos o quizá tu hija esté pasando por su primer ruptura amorosa y esté afectada emocionalmente.
- Aunque no puedas perdonar por completo el comportamiento distante o emocional de tus hijos, deberás que saber qué pasa por sus mentes para que seas más comprensivo y hables con ellos cuando tengan periodos difíciles.
- Con solo decir “Sé que estás pasando por momentos difíciles. ¿Quieres hablar al respecto?” estarás ayudando a tus hijos a ver lo mucho que te interesan.
- Trata de ponerte en sus zapatos. Si estás frustrado, comprender su situación te ayudará a comprender su comportamiento.
-
5 No les impongas expectativas inalcanzables. La vida de los niños podría estar llena de presiones, presiones por parte de sus hermanos, sus compañeros de clase, sus profesores y entrenadores. Ayúdalos a entender sus deseos y evalúa sus capacidades y limitaciones. Ayúdalos a trazarse metas alcanzables. Anímalos a alcanzar el máximo de su potencial pero evita vivir esperando indirectamente que logren lo que tú hayas logrado o esperes que alcancen.
- Ten muy presente que la labor de un padre nunca termina. No asumas que cuando tus hijos alcancen la mayoría de edad o cuando se gradúen tu labor habrá llegado a su fin. Si bien será importante fomentar su independencia económica y emocional, también será importante que les hagas saber que son importantes para ti, que siempre los apoyarás y valorarás.
Tomado de / http://es.wikihow.com/