Thursday, April 4, 2013

MOVIENDO MONTAÑAS


La vida No comienza en la cúspide, se inicia en los valles, en las laderas de las colinas, donde las piedras ruedan y ruedan al moverse el viento, al caer la lluvia, a la pisada de un animal o a la caída de un árbol, de esa misma forma inicias tú tu caminar en la vida. No naces caminando, gateas, te tropiezas, lloras, pero sigues adelante. Cuando crees que todo te sale bien: Cuidado! porque estás en presencia de algo que te hará sufrir mucho. Cuando tus sufrimientos inician a temprana edad, Alégrate por que tus postreros días serán de triunfos y más triunfos. De esa misma forma ocurre en la vida espiritual, en la escuela, en la universidad, cuando inicias a trabajar, cuando abandonas tu hogar para formar otro nuevo, en fin, no mires los errores, ellos sirven para crecer y subir las cuestas que a menudo se hacen duras para muchos pero reconfortantes cuando se logra. Ten fe y verás que tú también lo puedes lograr. Los éxitos no llegan sino hay sacrificios, inician con dolor y lagrimas.  De seguro los puntos altos, los símbolos de victoria están esperando por ti al final del recorrido, ¡no te adelantes espera el tiempo de Dios! aunque no comprendas todavía muchas cosas, espéralas
“porque de cierto os digo, que si tuviereis fe como un grano de mostaza, diréis a este monte: Pásate de aquí allá, y se pasará; nada os será imposible”, (Mateo 17:20).

Dios quiere llevarte a lugares altos y especiales, quiere mostrarte la grandeza de su amor y su poder, quiere vivificar en tu vida aquél principio eterno de que “todo lo puedes en Cristo que te fortalece”. Aunque haya en tu vida muchos porqués y preguntas sin contestar, aunque se sume a tus pensamientos algunos: ¿Por qué yo? Ten fe que la respuesta a su tiempo viene y te darás cuenta que tus lagrimas fueron recogidas en vaso de oro y que representan el sacrificio que hasta ahora haces.
Tú No puedes alcanzar grandes cosas para Dios, sin antes haber pasado por el fuego del dolor, del rechazo, la soledad y de muchas lagrimas por tus seres queridos, este es el primer paso para una real   consagración al Dios Omnipresente, por lo cual es necesario hacer de la oración el combustible para cada uno de tus días.
No hay limitantes para alcanzar grandes cosas, no hay limitaciones para la fe en Dios, excepto aquellas cosas que tú mismo permites. No es tiempo de desanimo, es tiempo de volverse a Dios, por que a medida que crezcas muchas de las respuestas vendrán a tu vida lentamente para que seas un ser lleno del poder y la gloria para la cual fuiste creado (a), no lo olvides.
¡La fe todo lo alcanza, todo lo conquista, aún lo imposible se rinde ante sus pies!, en el nombre de Jesús.
Si no has alcanzado lo que Dios tiene para ti, no es porque el Señor no quiera, es simplemente porque no lo has intentado lo suficiente, o no has llegado lo suficiente lejos en tu primer intento. Imprímele a tus sueños todas tus fuerzas, oración y ayuno y espera la respuesta, aunque tu victoria pueda retrasarse, quiero decirte que nunca caerás derrotado (a) ya que, ¡Jesús no conoce la derrotas! Y él está contigo.  Los éxitos y las victorias logrados en nuestro tiempo a veces son temporales, pero los éxitos en el tiempo de Dios son imperecederos, ¡Espéralo, no te adelantes! porque eres un bendecido y los benditos de Jehová siempre tienen la victoria.

¡Esperar el tiempo de Dios! deja entonces que el ángel de Dios mueva las aguas, no te apresures, levántate, no hagas preguntas tontas, escucha, busca porque el que busca encuentra respuesta, no te siegues con lo que te dicen las personas imperfectas que cometen errores como tú aunque sea de tu propia familia, confía en Dios y el te responderá a cada una de tus interrogantes. Luego camina, después…corre, trepa, baila y al final emprende el vuelo y remonta las alturas como las águilas. Tú eres un bendecido o una bendecida del Señor tu Dios por lo que  para permanecer bendito (a) es necesario tres cosas: perdonar, agradecer a Dios y no mirar a tras, eres tú el (la) que hace que la bendición esté y siempre en ti y  permanezca contigo, porque tienes una mentalidad de bendecido (a) ya que Dios cambia todo para bien.

No temas porque Dios te hizo para ser bendecido (a) ya que por medio de ti Dios hará grandes fuentes de bendición como un don para bendecir a otros, fuiste creado (a) para conquistar cualquier temor, Jesús tu fiel amigo está contigo en toda circunstancia, el temor sólo existe en la mente de los derrotados, la duda no pertenece a Dios y mucho menos la venganza, deja que Dios pelee tus batallas y salga a luz toda mentira y oscuridad que te ha mantenido bajo un fuerte dolor e inseguridad hasta hoy. Recuerda tú eres un bendecido (a) de Dios, demuestra quien vive en ti a Dios.
Dios te creó para conquistar, para conquistar grandes montañas, tú eres un ciudadano (a) con el poder del cielo en tus venas, comienza conquistando pequeñas piedras, tu tiempo de las grandes proezas y de abrir el Mar Rojo, llegará al tiempo de Dios y este no esta lejos de ti, no dudes más porque eres bendito (a). Siempre hay un camino nuevo para ti ya que Dios siempre abre camino para los bendecidos (as) como tú. Confía en Jesús, El conoce tus debilidades, temores, ansiedades,  y tus limitaciones. También conoce tus fortalezas, pero haz énfasis en tus posibilidades. No mires tus fracasos ni tus errores, mientras permanezcas en la tierra de seguro cometerás gran cantidad de errores y fracasos por lo que te sugiero solamente que Dios te hizo bendito (a) para ganar, triunfar, tener éxito, porque eres bendito (a) de Jehová.

Atrévete a conquistar montañas, cambia lo que puedas cambiar, acepta lo que no puedes cambiar y aléjate de lo inaceptable, ¡disfruta de la libertad en Jesús! decídete a competir en el maratón de la vida. Recuerda: Jesús es Vida y no oscuridad. Dios ha levantado un muro de bendición al rededor de ti. Dios cambia las maldiciones en bendiciones, aunque esta venga de los seres que dicen que nos aman pero hasta nos roban con sus acciones gran parte de la vida, ahora escucha:  Dios te dice que tu vivirás de gloria en gloria o sea de bendición en bendición, si aceptas el reto de hacer lo que él te mostrará en tu nuevo caminar.

Saca tus reservas de valor y decide conquistar las montañas de tus imposibles, aunque en este momento todo parezca perdido. Para que esto suceda más rápido, cuando aceptes tus errores pero lo usas para ser mejor cada día, entonces amanecerá tu luz y la gloria de Dios irá contigo a donde quiera que desees, declarar perdonar a los que te han herido ya sea tus padres, tus amistades, tus familiares, es decirle a Dios: Soy tu hijo (a) hecho a tu imagen y semejanza como dice la Biblia que es tu palabra para mí.  Si comienzas a declarar bendición a favor de quienes te han herido hace que  el fluir de bendición se revierte hacia ti. Dando es que se recibe bendición. ejemplo: Bendice  con tu boca a tu padres, a tus hermanos, a los que te han herido, así es que se hace real la bendición multiplicada para ti y tu casa y para tus futuras generaciones.

Recuerda: Para alcanzar grandes logros, conquistar grandes montañas, tienes que ser un hombre o una mujer visionaria, tienes que proyectarte al futuro, y no desanimarte aunque hoy sólo puedas mover pequeñas piedras. No olvides que eres un bendecido (a) de Dios. Si bendices a otro, Dios te bendice mucho más. La Biblia dice que si bendices serás bendecido (a) Si maldices se multiplicará tus deseos en tu contra, por lo que . Comienza al confesar con tu boca bendición, di ahora: Yo soy bendito (a) de Jehová, por eso bendigo a todos los que me han herido y pido perdón a Dios por cada uno de ellos. Yo bendigo a mis padres, a mis familiares que me han herido desde muy joven,  los bendigo en el nombre de Jesús con bendición de parte de Dios desde hoy y para siempre. Yo los perdono desde el fondo de mi corazón para que la bendición que está en mí sea con cada uno de ellos. Ahora Señor necesito que me conectes con gente bendecida para que crezca la bendición que tú has puesto en mí y para mí. Tengo mentalidad de bendecido (a) desde este momento y para siempre. Pido el espíritu de bendición para mi desde hoy en el nombre de Jesús.

Juan Quintero y Aquilino Ortega Luna para los bendecidos del mundo hispano parlante.

Monday, April 1, 2013


 

Estimados lectores, quiero escribirles del diablo. Sé que es un personaje antipático; dicen que también es feo, pero de él quiero escribir hoy. En realidad, más que del diablo voy a escribir de los demonios humanos, es decir, de los muchos adoradores que el diablo tiene hoy en e! mundo.
En agosto de 1969, a raíz de tos crímenes cometidos en California por los miembros de la llamada familia “Monron”, el diablo recobró actualidad en Norteamérica y en otros muchos países de nuestro desquiciado mundo.
Salieron a la luz pública asociaciones que ya practicaban estos ritos demoniacos y se crearon otras nuevas. La magia negra, la brujería y el culto al diablo hacen furor en ese gran pais del
norte. Richard Woods dice que en Norteamérica hay en la actualidad unas 80,000 brujas blancas, de ellas 6,000 en Chicago. Unas 400 principales organizaciones se dedican a rendir culto al diablo en los Estados Unidos de América. Tan sólo en Nueva York existen 500 “capillas” donde se adora al diablo. Un conocido evangelista, Morris Cerullo, que hacía competencia a Billy Graham en Norteamérica, publicó un libro sobre este tema, fruto de cinco años de investigaciones en el pais. Según Cerullo, diez millones de norteamericanos practican la brujería y unos 100,000 adoran al diablo.
Entre las asociaciones que existen, la más conocida es la “Iglesia de Satanás”, en San Francisco de California. Fue fundada en 1966 por un antiguo domador de circo llamado Antón Isander Lavey. La “Iglesia de Satanás”  empezó en una casa de 13 habitaciones que Lavey alquiló en las afueras de la ciudad de San Francisco y decoró interiormente con los objetos más macabros que pudo hallar: calaveras, candelabros, una biblioteca bien surtida de obras sobre el diablo.
La gente empezó a fluir  el negocio prosperó. Lavey abrió otras “Iglesias de Satanás” en diferentes estados del país y escribió una “Biblia” llamada “Biblia Satánica”. Con la cabeza afeitada a lo Yul Brynner, barba mefistofélica en punta y rojas túnicas de terciopelo sobre sus hombros con adornos “hipies” sobre el pecho, Lavey oficiaba para sus numerosos visitantes, que habían de pagar sustanciosas sumas por formar parte en estos cultos al diablo. En el altar de la adoración Lavey colocaba invariablemente a una muchacha desnuda y desnudos también habían de adorar los ya iniciados en el culto satánico.
La gran tragedia que se esconde en el fondo de estos ritos y representaciones grotescas es que el hombre de hoy, en el fondo, no cree en el diablo; no cree en el diablo porque tampoco cree mucho en Dios. De ahi esas parodias, burlas y juegos ocultos, tomando por pretexto al diablo para envanecerse en su incredulidad.
“El mal de nuestro mundo —escribe José María Souvirón en “El príncipe de este siglo”— no radica solamente en que se haya dejado de creer en Dios, sino también en que se ha dejado de creer en el demonio… cuando el maligno hace su habitación en las criaturas —en el corazón o la inteligencia de los hombres— necesita un hueco para estarse allí; pero con algo en tomo: una oquedad hecha lógicamente en algo… un interés excesivo por conocer el mal puede indicar una disposición para entregarse a él”.
Esta última frase de Souvirón pone el dedo en la llaga. En el corazón y en la mente de esos seres humanos que tanto se interesan por jugar al diablo y los demonios, existe, en realidad, una disposición a entregarse al enemigo de las almas. Viven, como afirma el apóstol Pablo, con el entendimiento cegado por la astucia de Satanás. Su error principal consiste en imaginar al diablo como un invento necesario de las religiones para atemorizar al hombre.
Olvidan que el diablo es un ser tan real y tan personal como el mismo Dios. La Biblia traza su biografía con abundancia de textos desde el mismo momento en que su orgullo y rebeldía le convirtieron de querubín luminoso a príncipe del mal. Y seguirá hasta el instante futuro en que será definitivamente arrojado al lago de fuego y azufre, donde será castigado eternamente (Apocalipsis 20.10).
El diablo, que fue el autor de la primera rebelión misteriosamente desarrollada en los cielos, fue también el culpable del primer pecado y del primer crimen. La influencia que ejerce en el ser humano de nuestros días es inmensa. Individuos como Charles Manson, con sus greñas al aire, su mirada diabólica y sus instintos criminales, son una clara muestra del poder que hoy está ejerciendo el diablo en el Medio Oriente, África y otras partes, provocando que los hombres vivan conforme a la voluntad del príncipe de la potestad del aire (Efesios 2.2-3). En estos días Satanás ataca a la humanidad cegando el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del Evangelio de la gloria de Cristo (2 Corintios 4.3,4).
La Biblia dice que “el que hace pecado es del diablo, porque el diablo peca desde el principio” (1 Juan 3,18); en la parábola del sembrador Jesús dice que “la cizaña son los hijos del malo” (Mateo 13.38), En este sentido, el diablo es hoy dia padre de familia numerosa. Quizá se deba a esto el que cuente incluso con la protección de los gobiernos.
Sin embargo el diablo fue vencido por Cristo en las tres grandes etapas de su vida —en su nacimiento, escapando a la matanza de Heredes; en su juventud, viviendo una vida de pureza total, y en su muerte, “despojando a los principados y a las potestades, los exhibió públicamente, triunfando sobre ellos en la cruz” (Colosenses 2.15).
De igual manera nosotros podemos vencer al diablo, si nos refugiamos en Cristo. Asi lo dice la Biblia en una amonestación: “Someteos, pues a Dios; resistid al diablo y huirá de vosotros” (Santiago 4.7).
Millones de jóvenes en todos los paises viven esclavizados del diablo, presos en sus garras de muerte. Los jóvenes de hoy viven espiritualmente muertos. Cristo, el Hijo de Dios, que es la vida, que sacó a la luz la inmortalidad por medio del Evangelio, no quiere muertos espirituales. Lo mismo que entonces, Cristo se pone hoy delante de toda esa juventud extraviada, sin conciencia de si misma, y le repite las palabras que dijo al muerto de Naín: “Joven, a ti te digo, levántate”.
Levántate, amigo joven, de tu vida arruinada. Levántate de esos escombros convencionales que están sepultándote lentamente en la muerte moral y espiritual. Levántate, arroja tu parálisis espiritual a otras latitudes y sigue tras los pasos de Cristo.
Cuando el apóstol Pablo, tras su experiencia en el camino de Damasco se encerró sin ver en las reducidas dimensiones de una habitación en penumbra, un enviado de Dios llamado Ananías se le acercó y le dijo palabras parecidas a las que el Señor dirigió al joven muerto de Naín: “¿Por qué te detienes? Levántate y bautízate y lava tus pecados, invocando su nombre” (Hechos 22.16).
—Rafael H. Beriránd Santa Rosa de Copan. Honduras

Tomado de "con poder.com"


 
Según algunos cálculos, la Wicca “parece ser la religión de crecimiento más rápido de Estados Unidos”.Pero, ¿qué es exactamente la “Wicca”, en todo caso? Un estudioso escribe: “La moderna religión de la Wicca, conocida también como la Antigua Religión, la Brujería, la Artesanía y los Misterios, forma parte del movimiento neopagano”. En este artículo espero lograr dos cosas. Primero, quiero bosquejar algunas de las doctrinas fundamentales de la Wicca; en segundo lugar, quiero ofrecer una crítica bíblica de esas doctrinas.
Comencemos por la teología de la Wicca. Si bien algunos wiccanos son devotos exclusivos de la Diosa, la mayoría adora tanto a la Diosa como al Dios. Raven Grimassi, un erudito wiccano, ha escrito: “La Fuente de Todas las Cosas, también conocido como el Gran Espíritu, suele ser personificado en la creencia wiccana como una Diosa y un Dios”.
Es importante señalar que la Diosa y el Dios son meramente personificaciones de esta fuente última de todas las cosas. La Fuente misma es a la vez “incognoscible” e “incomprensible”.{4} Tal vez por este motivo algunos “neowiccanos” has abandonado simplemente este tipo de personificaciones por completo, escogiendo más bien ver a sus dioses como simples “conceptos metafísicos disociados”.Pero, para quienes adoptan este tipo de personificaciones, la Diosa ha sido asociada frecuentemente con la luna (y, por lo tanto, ha sido llamada a veces Reina del Cielo).{6} También es conocida en tres aspectos, que corresponden a las tres etapas de la vida de una mujer: Doncella, Madre y Arpía. Ella habría reinado supuestamente “con un consorte masculino llamado El del Cuerno, que fue un dios de la naturaleza y que estaba asociado también con el sol”. Lo interesante es que este dios era considerado no sólo como el consorte de la Diosa sino que era también su hijo. Cada año, nacía de la Diosa, se convertía en su amante, y moría… ¡para volver a nacer nuevamente al año siguiente de su propia simiente! Esto era conocido como el ciclo del Dios del Año, y estaba asociado con la fertilidad de la tierra y los ciclos anuales de la época de la siembra y de la cosecha.
Es interesante que la Wicca moderna comparte muchas similitudes con las antiguas religiones de fertilidad de Canaán, religiones condenadas específicamente por Dios en la Biblia.Por ejemplo, la Diosa de la Wicca es venerada por algunos como la Reina del Cielo, y por otros como Astarté. Pero, en la Biblia, el culto a Ishtar, la reina del cielo, y Astarté, o Ashtoreth, es condenado repetidamente, como también el culto a su consorte, conocido a veces como Baal, y a veces como Tammuz. Así, leemos en Jueces 2:11-13: “Esos israelitas hicieron lo que ofende al Señor y adoraron a los ídolos de Baal. Abandonaron al Señor, Dios de sus padres, que los había sacado de Egipto, y siguieron a otros dioses de los pueblos que los rodeaban, y los adoraron, provocando así la ira del Señor. Abandonaron al Señor, y adoraron a Baal y a las imágenes de Astarté”. Pero si el único Dios verdadero rechazó las antiguas religiones cananeas y sus prácticas, ¿podría ser en algo diferente su reacción a la Wicca moderna?
Los Guardianes
“El concepto de los Guardianes es común en la mayoría de las tradiciones wiccanas, si bien son considerados de forma diferente en los distintos sistemas dentro de la Wicca”. Raven Grimassi describe a estos “Guardianes” como una antigua raza que ha evolucionado más allá de la necesidad de una forma física”. Sin embargo, agrega rápidamente que, históricamente, los “Guardianes” han sido concebidos de una gran variedad de formas. Por ejemplo, en los primitivos mitos estelares, los Guardianes eran “dioses que guardaban los Cielos y la Tierra”. Más adelante, dice: “los griegos los redujeron a los dioses de los cuatro vientos, y los cristianos a los principados del aire”.
La conexión, observada por Grimassi, entre el concepto wiccano de los Guardianes (o Vigilantes) y el concepto cristiano de los ángeles podría encontrar alguna validación en la Biblia. En Daniel 4:13-17, el rey pagano Nabucodonosor describe un sueño a Daniel. Le dice que, durante el sueño, vio que “un vigilante y santo descendía del cielo”, y pronunció una sentencia que se dice que es “por decreto de los vigilantes, y por dicho de los santos la resolución, para que conozcan los vivientes que el Altísimo gobierna el reino de los hombres”. La mayoría de los comentaristas más conservadores entienden que los “vigilantes” de este pasaje son ángeles. Un comentarista escribe: “El rey probablemente se esté refiriendo a ángeles que le eran conocidos a través de la religión babilónica”. Pero que estos seres son ciertamente ángeles bíblicos parece evidente a partir del hecho de que están actuando como mensajeros del Dios Altísimo.{18}
A la luz es esta conexión entre los “vigilantes” o “guardianes” y los ángeles, es interesante señalar que “la tradición rabínica y cabalista” hacía una distinción entre los Guardianes buenos y malos.{19} Esta distinción es similar a la distinción bíblica entre ángeles buenos y malos, o ángeles y demonios. Por cierto, Grimassi señala: “En Secret Book of Enoch, los Guardianes… aparecen como ángeles rebeldes que siguieron a Sataniel en una guerra celestial” Encontramos el relato de un incidente similar en Apocalipsis 12:7-9, donde leemos acerca de una guerra celestial en la que Miguel y sus ángeles echan a Satanás y sus ángeles del cielo a la tierra.
Con esto en mente, es interesante nota que Richard Cavendish, en su libro The Powers of Evil”, hace aparecer a los Guardianes como los Ángeles Caídos que los magos invocan en la magia ceremonial”. Este comentario es especialmente significativo cuando uno considera los comentarios de Grimassi respecto de “la relación que existe entre un wiccano y los Guardianes” Grimassi señala que “cada acto de magia que realiza un wiccano es observado y notado por los Guardianes”. Además, dice: “Hay un claro vínculo entre los ‘poderes’ de un wiccano y su entendimiento o rapport con los Guardianes”. Pero, dado que el Dios de la Biblia claramente prohíbe la magia, ¿es probable que estos “Guardianes” deban ser considerados como buenos espíritus (visto que se oponen al mandamiento de Dios)?
El arte de la magia
Los wiccanos consideran a la magia como una auténtica posibilidad debido a la conexión intrínseca de la humanidad tanto con la Deidad como con un orden sobrenatural. Raven Grimassi dice: “El arte de la magia es un arte de creación . . . El poder de crear a partir de pensamientos está vinculado con la chispa divina que está dentro de nosotros. Creamos de acuerdo con la fórmula divina que creó todas las cosas”.
Pero, ¿cómo es posible esto? Grimassi explica: “El plano astral es el vínculo entre el mundo divino y el mundo físico . . . Todo lo que se manifiesta en el plano astral terminará manifestándose en el plano físico”. Y el pensamiento humano puede manifestarse en el plano astral. Por lo tanto, para una persona experta en el arte de la magia wiccana, se aduce que el poder de obtener un efecto deseado en el mundo físico comienza por la cuidadosa creación de una forma de pensamiento en el plano astral. Grimassi sigue diciendo: “Las formas de pensamiento comienzan a aparecer en el material astral, que luego se convierten en vehículos para los espíritus o deidades que se han invocado (a través de los cuales responderán al deseo de la intención mágica)”. Si se hace correctamente, “las semillas mágicas plantadas en el plano astral” terminarán dando fruto en el plano físico. Esta es la teoría básica detrás de la magia wiccana. Y un practicante se ha ufanado diciendo: “No importa qué tipo de magia de brujería se usa, suele ser efectiva”.
¿Podría haber algo de cierto en esto? Por cierto que sí. ¡El libro de Éxodo nos dice que los magos egipcios pudieron duplicar, mediante “sus encantamientos”, las primeras plagas que Dios trajo sobre Egipto!  Además, el texto nunca sugiere que esto fue hecho por ningún otro medio que no fuera algún auténtico poder secreto. A la luz de esto, podríamos preguntarnos por qué Dios se opone tanto a la práctica de la magia. Después de todo, ¿no podría usarse este tipo de poder para el bien, además del mal? Pero Dios advirtió específicamente a los israelitas: “Nadie entre los tuyos deberá…practicar adivinación, brujería o hechicería; ni hacer conjuros, servir de médium espiritista o consultar a los muertos”. ¿Por qué?
¿Podría ser que el “poder secreto” de la magia se debe, no a sus diversos ritos, símbolos y gestos, sino más bien a la intervención sobrenatural de seres espirituales? En Hechos 16 leemos acerca de una joven esclava de quien se dice que “tenía un espíritu de adivinación. Con sus poderes ganaba mucho dinero para sus amos”. Este pasaje vincula claramente el poder de la adivinación a los demonios. Con esto en mente, es interesante recordar la admisión de Grimassi: “Hay un claro vínculo entre los ‘poderes’ de un wiccano y su entendimiento o rapport con los Guardianes”. Los wiccanos consideran que los Guardianes son una raza de seres espirituales altamente evolucionados.  Pero estos seres están vinculados con ángeles y demonios en otra literatura religiosa (incluyendo la Biblia).  ¿Es posible que Dios prohíba la magia porque quiere proteger a la gente de involucrarse con demonios?
El País del Verano y la reencarnación
Como los cristianos, los wiccanos no creen que la muerte física sea el fin de la existencia personal. No obstante, en sus detalles la doctrina wiccana del “más allá” difiere sustancialmente de la perspectiva bíblica. ¿En qué cosas?
Para comenzar, los wiccanos no aceptan las doctrinas bíblicas del cielo y el infierno. Más bien, creen que, luego de la muerte física, “los wiccanos pasan a un mundo espiritual conocido como el País del Verano . . . un mundo astral metafísico de prados, lagos y bosques donde siempre es verano. Es un paraíso pagano lleno de todas las criaturas hermosas de la tradición antigua, y los dioses mismos viven allí”. El País del Verano es considerado como un lugar de descanso y renovación para el alma antes de su renacimiento en el mundo físico.
La creencia en el renacimiento del alma en el mundo físico, conocida también como reencarnación, es otro aspecto en que las doctrinas wiccanas difieren de las del cristianismo bíblico. Si bien la doctrina de la reencarnación es completamente contraria a la Biblia, muchos wiccanos llegan a creer que es enseñada en la Biblia. ¡Raven Grimassi cita a Juan 9:1-3 como evidencia de que aun Jesús y sus discípulos creían en la reencarnación!  En este pasaje, los discípulos de Jesús le preguntan acerca de un hombre que nació ciego: “Rabí, ¿quién pecó, éste o sus padres, para que haya nacido ciego? Respondió Jesús: No es que pecó éste, ni sus padres, sino para que las obras de Dios se manifiesten en él”. Grimassi comenta: “Jesús no trata la cuestión de la existencia de este hombre antes de su nacimiento, pero explica que [su ceguera] no tenía nada que ver con sus pecados antes de su vida presente”. Pero, ¿es correcta esta interpretación? ¿Está afirmando Jesús realmente que este hombre existió antes de su vida presente?
Es importante entender tanto la pregunta de los discípulos como la respuesta de Jesús dentro del contexto histórico del judaísmo del primer siglo. “Los teólogos judíos de ese tiempo daban dos razones para los defectos de nacimiento: el pecado prenatal (antes del nacimiento, pero no antes de la concepción) y el pecado de los padres”. En otras palabras, ¡los rabinos judíos del primer siglo no creían que los defectos de nacimiento eran el resultado de un karma malo en una reencarnación anterior! Más bien, pensaban que esos defectos surgían o de los pecados de los padres que recaían sobre sus hijos, o del pecado del niño mientras aún estaba en el vientre de su madre.  Si bien Jesús niega que ninguna de estas causas fuera responsable de la ceguera de este hombre, no debemos dejar de tener en cuenta que sus discípulos estaban haciendo esta pregunta dentro del contexto judío del primer siglo. También debemos recordar que, en otras partes, el Nuevo Testamento afirma explícitamente: “está establecido que los seres humanos mueran una sola vez, y después venga el juicio”. Por lo tanto, lejos de afirmar la doctrina wiccana de la reencarnación, el Nuevo Testamento la niega claramente.
¿Es la Wicca otro camino hacia Dios?
Scott Cunningham afirmó: “Todas las religiones tiene un ideal en su núcleo: unir a sus seguidores con la Deidad. La Wicca no es diferente”. También escribió: “Tal vez no sea demasiado fuerte decir que la forma más elevada de vanidad humana es suponer que la religión propia es el único camino hacia la Deidad”. ¿Pero es realmente cierto que hay muchos caminos hacia Dios, o hay uno solo? Si bien es bastante frecuente en la sociedad pluralista de hoy suponer que todas las tradiciones religiones de la humanidad que perduran son formas igualmente válidas hacia Dios o la Realidad Última, hay tremendas dificultades filosóficas con esta creencia. Dado que aquí nos preocupa tanto la Wicca como el cristianismo, comparemos brevemente las doctrinas fundamentales de estas dos religiones y veamos con qué nos encontramos.
Los wiccanos parecen creer en la divinidad esencial de la naturaleza humana. Raven Grimassi escribe: “Todo lleva la ‘chispa divina’ de su creador”. También dice: “Las almas son como células cerebrales en la mente del Creador Divino, entidades individuales y, a la vez, partes del todo”. Por lo tanto, no parece haber ninguna distinción clara en la Wicca entre la humanidad y la Deidad. Esto explica por qué la bruja Starhawk podía decir confiadamente: “no hay nada de lo cual ser salvados . . . ningún Dios fuera el mundo para ser temido y obedecido”.
El cristianismo, sin embargo, mantiene una firme distinción entre Dios y el hombre. El hombre es creado a la imagen de Dios, pero ni es Dios ni es parte de Dios. Además, si bien el hombre lleva la imagen de Dios, su naturaleza ha sido corrompida por el pecado, lo cual lo separa de Dios. La necesidad del hombre, por lo tanto, es ser salvado de sus pecados y ser reconciliado con Dios. Esto explica la importancia de Cristo para el cristianismo. En palabras de Pedro: “Cristo murió por los pecados una vez por todas . . . a fin de llevarlos a ustedes a Dios”  Los cristianos creen que Dios trató plena y finalmente con el pecado del hombre a través de la muerte y resurrección de su Hijo. Por lo tanto, contrario a la Wicca, el cristianismo enseña que sí existe algo de lo cual ser salvos y que sí hay un Dios fuera del hombre al cual hay que temer y obedecer.
Debido a sus diferencias, la ley de la no contradicción impide que estas dos religiones sean verdaderas. Por lo tanto, es interesante tomar nota de la observación de Charlotte Allen: “Es muy probable que ni un solo elemento de la historia wiccana sea verdadera. La evidencia es abrumadora de que la Wicca es . . . un invento de la década de 1950 . . . de un empleado público y antropólogo aficionado inglés” denominado Gerald Gardner.  Pero sin duda estos orígenes históricos cuestionables arrojan dudas sobre la verdad de las creencias religiosas wiccanas también. El cristianismo, sin embargo, está firmemente arraigado en la realidad histórica de Jesús de Nazaret, cuya afirmación de que era el único camino hacia Dios fue reivindicada claramente cuando Dios “(dio) fe a todos con haberle levantado de los muertos”.
Michael Gleghorn
© 2002 Probe Ministries. Todos los derechos reservados


Tomado de "con poder.com"


En un popular programa de televisión, la heroína convoca espíritus y realiza hechizos y magia para derrotar a seres demoníacos. En otro programa, brujas adolescentes usan su magia blanca para vencer a hechiceros y espíritus malignos. Este tipo de programas populares tratan con el mundo del ocultismo. El ocultismo ha prosperado desde el comienzo de la civilización. A lo largo del Antiguo y el Nuevo Testamento, los profetas de Dios han confrontado el problema del ocultismo.
El término “ocultismo” está tomado el latín occultus, que significa ‘tapar’, ‘esconder’ o ‘aquellas cosas que son ocultas o secretas’. Una breve definición de ocultismo es ‘la práctica de lograr conocimiento o poderes sobrenaturales fuera del Dios de la Biblia’. A través de estas prácticas, los ocultistas buscan ejercer influencia en circunstancias presentes o futuras, en la vida de ellos o de otros.
¿Por qué hay tanto interés en el ocultismo? Los expertos señalan varios factores. El primero es el desencanto con la iglesia y la religión organizada. El segundo factor es la curiosidad. Hay una atracción hacia el ocultismo que apela a nuestro interés en lo invisible. Muchos comienzan con un juego “inofensivo”, pero esto suele llevar a más. Tercero, hay una búsqueda de poder. Las personas quieren tener control sobre el futuro, los espíritus o sobre otras personas.
Hay tres categorías principales del mundo del ocultismo: la adivinación, la magia y el espiritismo. La adivinación es un intento de predecir el futuro y, con él, moldear nuestra vida en consecuencia. Las artes de adivinación incluyen la astrología, el zodíaco, las bolas de cristal, las cartas de tarot, la quiromancia, los médium, la numerología y los horóscopos.
La segunda categoría es la magia, o paganismo. Los que están en la magia intentan controlar el presente mediante ceremonias, sortilegios y hechizos. Las artes mágicas incluyen la hechicería, la magia blanca, la brujería, el satanismo, las misas negras y los hechiceros.
Luego tenemos el espiritismo. Los que están involucrados en el espiritismo intentan comunicarse con los muertos y recibir información o ayuda de ellos. El espiritismo involucra las tablas guija, sesiones de espiritismo, necromancia y fantasmas.
El mundo del ocultismo no solo trae un mensaje falso, sino un mensaje peligroso también. Las experiencias con el ocultismo nos alejan de Dios y nos ponen en contacto con el mundo de los demonios. Jesús dijo que el diablo es “mentiroso, y padre de mentira” (Juan 8:44). Al tratar con lo demoníaco, uno no puede esperar tratar con la verdad. El demonio y su legión solo intentan “robar, matar y destruir” (Juan 10:10). Por esta razón, Deuteronomio 18 dice que las prácticas de la hechicería, brujería, adivinación y necromancia son detestables para el Señor. Fueron estas prácticas que atrajeron juicio sobre los cananeos y los expulsó de la tierra. Dios no quería que estas enseñanzas infiltraran ninguna cultura. La iglesia debe no solo presentar el peligro del ocultismo, sino el mensaje de vida y victoria que se encuentra en Jesucristo sobre los principados de las tinieblas.
Los peligros del ocultismo
“¿Qué tiene de malo unirme al Club de Vampiros o asistir a una sesión de espiritismo?”, podría preguntarle su hijo. Para algunos, la exposición al ocultismo a través de los juegos de fantasía, los medios de comunicación o la música podría llevar a una mayor participación en un mundo peligroso.
El principal peligro del ocultismo es que es un camino fuera de Dios que puede ponernos en contacto con el mundo de los demonios. Las fuerzas demoníacas intentan engañar y destruir a las personas. Por lo tanto, el contacto con lo demoníaco genera numerosos problemas.
Primero, los expertos en sectas y los psicólogos han documentado la conexión entre la participación en el ocultismo y los trastornos psicológicos y emocionales. Los participantes pasan muchísimas horas estudiando, practicando y jugando juegos que involucran conjurar demonios, sacrificar criaturas en ritos crueles, controlar fuerzas siniestras y echar hechizos para inutilizar y matar a sus enemigos. Esto puede afectar el estado espiritual, mental y emocional de una persona.
Segundo, está el peligro de la posesión demoníaca. Las artes ocultistas suelen exigir que uno vacíe su mente e invite a espíritus extraños a controlar el intelecto y el cuerpo de la persona. Por ejemplo, al operar una tabla guija, se les pide a los participantes que vacíen sus mentes y permitan que otras fuerzas los guíen para intentar obtener mensajes. Estas técnicas abren la puerta a la posesión demoníaca.
Tercero, existe el peligro de violencia contra uno mismo y contra otros. Muchos casos de violencia y suicidios están vinculados con el ocultismo. El Dr. Thomas Redecki, un psiquiatra y presidente de la Coalición Nacional sobre la Violencia Televisiva, ha dado testimonio experto en varios juicios por asesinato que estaban conectados con juegos de roles y fantasía. Dice: “He encontrado múltiples casos de actitudes, valores y percepciones de la realidad que estaban fuertemente influidos por una inmersión en estos juegos. Cuando alguien pasa 15 a 30 horas a la semana soñando cómo salir a matar a sus oponentes y robar un tesoro, no sorprende que ocurra el deseo de representarlo en la vida real”.
Los casos reales incluyen el famoso ocultista practicante de la magia negra Aleister Crowley. Terminó en un manicomio por seis meses luego de tratar de conjurar al diablo. No solo eso, sino que sus hijos murieron y sus esposas o se volvieron locas o murieron como consecuencia de adicción a la bebida.  En Florida, un grupo de tres adolescentes fue acusado de matar a golpes a los padres de una cuarta niña de su grupo. Estos adolescentes participaban en el juego de rol y fantasía Vampiro.
No produce ningún beneficio meterse en el ocultismo. La Palabra de Dios nos dice que evitemos el ocultismo porque puede ser adictivo y dañino. En cambio, Filipenses 4 nos dice que pasemos nuestro tiempo en todo lo verdadero, respetable, justo, puro, amable, digno de admiración. Aquello en lo que nos centramos afecta nuestras acciones y nuestra perspectiva de la vida. Por lo tanto, debemos meditar en lo que edifica la mente, el cuerpo y el espíritu.
La investigación de los fenómenos ocultistas
¿Pueden los videntes predecir sucesos futuros? ¿Pueden los médium realmente hablar con los muertos? ¿Cómo se explican los fenómenos psíquicos? Tratar con el ocultismo exige un enfoque equilibrado. La cosmovisión bíblica reconoce tanto el mundo físico como el espiritual. Hay seres físicos, pero también seres espirituales del bien y del mal. No podemos ignorar lo sobrenatural, pero tampoco debemos estar obsesionados con ello. C. S. Lewis comentó: “Hay dos errores iguales y opuestos en los cuales puede caer nuestra raza con relación a los demonios. Uno es no creer en su existencia. Otro es creer y tener un interés malsano en ellos. Ellos mismos están tan complacidos por un error como por el otro, y reciben a un materialista o a un mago con el mismo deleite”. Lo que pide Lewis, igual que nosotros, es un enfoque equilibrado.
Hay numerosas afirmaciones de acontecimientos sobrenaturales en el mundo del ocultismo. Sin embargo, no todos los fenómenos ocultistas deben ser atribuidos a lo sobrenatural. Ha habido casos en los que las personas han atribuido rápidamente sucesos no explicados a lo demoníaco, solo para descubrir más tarde otras explicaciones naturales. Esto suele causar vergüenza y daña la credibilidad de la persona y del grupo. Debemos cuidarnos de investigar todas las explicaciones posibles.
La mayoría de los fenómenos ocultistas son meros trucos. Técnicas como la prestidigitación, engaños físicos o mecánicos, la suerte o la probabilidad matemática, y la lectura corporal pueden explicar muchos casos. Por ejemplo, se creía que el psíquico judío Uri Geller tenía poderes sobrenaturales, como la capacidad de mover o doblar objetos a cierta distancia con su mente. Hasta llegó a engañar a científicos con sus proezas. Sin embargo, se demostró que sus supuestos poderes eran falsos cuando el mago James Randi realizó las mismas proezas, exponiendo los trucos del charlatán.
Otros fenómenos pueden ser atribuidos a factores psicológicos. Por ejemplo, una persona que demuestra tener varias personalidades y habla con diferentes voces puede tener un trastorno de personalidades múltiples que debería ser tratado con medicación. Los cambios inusuales de la personalidad o el temor de objetos o nombres pueden deberse a algún tipo de desequilibrio químico. Uno debería ser cuidadoso e investigar estas posibilidades antes de concluir que hay poderes ocultistas trabajando o que es una posesión demoníaca.
La cuarta explicación puede ser atribuida a nuestra naturaleza pecaminosa. Santiago 1:14, 15 dice: “Cada uno es tentado cuando sus propios malos deseos lo arrastran y seducen. Luego, cuando el deseo ha concebido, engendra el pecado; y el pecado, una vez que ha sido consumado, da a luz la muerte”. Demasiado a menudo, los cristianos son rápidos para atribuir malos hábitos y conflictos a lo demoníaco, y no asumen la responsabilidad por sus acciones. Por ejemplo, la adicción a la pornografía es el resultado de ceder a nuestra naturaleza pecaminosa, y no una actividad satánica, necesariamente.
Antes de atribuir sucesos y dificultades al mundo demoníaco, primero debemos determinar si es consistente con la actividad demoníaca, según la describe la Biblia, y que no puede explicarse naturalmente. Entonces podemos considerar la posibilidad de que sean demoníacos.
Cómo testificar a los que están en el ocultismo
¿Qué debería hacer usted si descubre que un amigo o un hijo están involucrados en el ocultismo? Al testificar a los ocultistas, debemos entender que, para ellos, el cristianismo es intolerante y mezquino. Se sienten incomprendidos, y una rápida condenación a menudo hace que la persona se retraiga y se meta más en el ocultismo. Muchas personas ingresan a organizaciones ocultistas porque la iglesia y sus pares los han rechazado. Así que, al testificar, debemos acordarnos de ser firmes, pero también amables y sensibles.
Recuerdo una situación en el parque de diversiones Six Flags. Mientras esperaban en una cola, dos hombres cristianos observaron a un estudiante que llevaba una camisa que promocionaba una banda que tenía claras conexiones con el ocultismo. De una forma muy condescendiente, preguntaron al joven por qué usaba esa camisa. “Me gusta la música de ellos”, fue la respuesta. A lo cual los hombres lo reprendieron duramente. Pronto surgió una breve y acalorada discusión. El joven quedó con una sensación de enojo y de condenación, mientras los dos cristianos se felicitaron mutuamente por otra gran tarea de “testificación”. Lamentablemente, este tipo de incidentes son demasiado frecuentes. El primer paso al testificar es demostrar amabilidad y respeto.
Segundo, haga alguna investigación en el área para saber de qué está hablando. Las personas que están en el ocultismo no consideran que su actividad sea peligrosa, y piensan que las advertencias de otras personas son ingenuas y malinformadas. Por lo tanto, poder señala ejemplos específicos de preocupación es mucho más productivo que las acusaciones generalizadas. Si usted no puede encontrar información, siéntese y escuche pacientemente mientras la persona explica por qué y cómo se involucró. Al escuchar, haga preguntas que lleve a la persona a analizar su creencia. El escuchar siempre logra mucho en todo tipo de testificación.
Tercero, señale el peligro de la adicción que puede ser el resultado de pasar grandes cantidades de tiempo y dinero en actividades ocultistas. 1 Corintios 6:12 nos advierte: “No dejaré que nada me domine”. La adicción al ocultismo lleva a la esclavitud, pero la verdad de Dios nos libera.
Cuarto, sepa lo que dice la Biblia sobre el ocultismo. Señale que la naturaleza del Adversario es engañar y destruir. La naturaleza de Dios es verdad y amor. Dedicar mucho pensamiento a las enseñanzas falsas del ocultismo puede distorsionar la visión de la realidad que tiene uno. Este mensaje lleva finalmente a la ruina, mientras que la verdad de Dios lleva a la vida. Comparta el mensaje de amor de Dios y demuéstrelo en sus acciones.
Finalmente, presente el mensaje de vida, verdad y esperanza que se encuentra en Cristo. El ocultismo solo ofrece un falso mensaje que trae destrucción, porque la fuerza detrás de él es el padre de mentiras. La decepción del ocultismo lleva a la esclavitud, pero la verdad lo libera. Al tratar con el mundo del ocultismo, los cristianos no tienen que temer, porque tenemos la autoridad sobre lo demoníaco a través de Cristo que triunfó sobre todos los poderes y autoridades por medio de la cruz (Colosenses 1:15).
Liberación del ocultismo
Si usted se ha metido en el ocultismo, o conoce a alguien que quiere salir de él, ¿qué debería hacer? Primero, la liberación y restauración permanente comienzan por una relación con Jesucristo. Si usted no ha confiado en Cristo, recibirlo como su Señor y Salvador es el primer paso. Cuando esto ocurre, usted es liberado del reino de las tinieblas y está ahora bajo la autoridad del reino de la luz. 1 Pedro 2:9 dice que es Cristo quien “nos llamó de las tinieblas a su luz admirable”.
Segundo, reconozca y confiese su pecado de participación en el ocultismo. Luego acepte el perdón de Dios por fe. 1 Juan 1:9 dice: “Si confesamos nuestros pecados, Dios, que es fiel y justo, nos los perdonará y nos limpiará de toda maldad”.
Tercero, deshágase de todos los objetos ocultistas. Se nos presenta este ejemplo en Hechos 19:19, 20. Quienes habían llegado a Cristo quemaron sus objetos públicamente. Tener artículos ocultistas cerca, como tablas guija, cartas y estatuas, puede ser una fuente de tentación para volver. La remoción de estos objetos ayuda a evitar enfrentar la tentación y tratar con los recuerdos.
Cuarto, rompa todo contacto con médium y asociaciones ocultistas. Los guías y amigos espirituales en el ocultismo lo alentarán a abandonar su confianza en Cristo y volver a participar en el ocultismo. Uno debe confiar valientemente en que Cristo lo protegerá de la represalia demoníaca y le brindará nuevos amigos que lo alentarán en el Señor.
Quinto, si encuentra difícil la transición, busque un consejero cristiano con conocimiento en esta área. Solo un consejero cristiano entiende que la sanidad viene cuando tratamos no solo con el aspecto físico, mental y emocional, sino también con el espiritual.
Sexto, únase a una comunidad de cristianos que oren por usted y que se interesen por usted. También, trate de crecer en su nuevo andar con Jesucristo. Usted ha estado llenando su mente con las enseñanzas del ocultismo y ahora debe, como dice Pablo en Romanos 12: “ser transformado mediante la renovación de su mente”. Esto viene de llenar su mente con la verdad de Dios y tener comunión con Él.
Al buscar la liberación del ocultismo, no podemos quedarnos a mitad de camino. Debemos dedicarnos a alejarnos del pecado y seguir a Cristo con todo nuestro corazón. Los creyentes deben prestar atención a la exhortación de Pablo de vestirse con toda la armadura de Dios. En Efesios 6, Pablo nos recuerda que “nuestra lucha no es contra seres humanos, sino contra poderes, contra autoridades, contra potestades que dominan este mundo de tinieblas, contra fuerzas espirituales malignas en las regiones celestiales”. Solo los cristianos que se ponen bajo la autoridad de Cristo pueden tratar con el mundo del ocultismo, y solo los que están protegidos por su armadura pueden resistir al Adversario y ser liberados del ocultismo.
Patrick Zukeran
© 2004 Probe Ministries. Todos los derechos reservados.

Tomado de "con poder.com"

No es común que una religión aparezca en los titulares de primera página de los periódicos del día, particularmente en forma regular. Pero durante los últimos 20 años hay una religión que ha ocupado los titulares tal vez más que ninguna otra… la religión del islamismo. El islamismo dice tener hasta mil millones de seguidores en todo el mundo.
No es sólo la religión de crecimiento más rápido en el mundo, sino que su influencia toca prácticamente cada área de la vida-no sólo el área espiritual sino el político y económico también. Más aún, su influencia comienza a sentirse cada vez más cerca de casa. Hay ahora unos 5 millones de musulmanes en los Estados Unidos, y más de 1.100 mezquitas y centros islámicos.
¿Qué enseña el islamismo? ¿En qué se parecen las enseñanzas del islamismo a las del cristianismo? ¿En qué difieren? ¿Cuál debe ser nuestra actitud hacia el islamismo y hacia aquellos que siguen esta religión poderosa? Estas son algunas de las preguntas que queremos abordar en este ensayo.
La Historia del Islamismo

En primer lugar, necesitamos echar una mirada hacia atrás, hacia la historia del islamismo. El islamismo fue fundado a principios del siglo siete por Mahoma. Cuando tenía 40 años de edad, en 610 d.C., Mahoma dijo estar recibiendo mensajes de Dios. Estos mensajes fueron compilados más tarde y registrados en el Corán-el libro sagrado del islamismo.
Por este mismo tiempo, Mahoma comenzó a predicar en contra de la avaricia, la opresión económica y la idolatría que acosaban a los pueblos árabes. Apeló a varias facciones de los pueblos árabes a unirse bajo la adoración a Alá, el principal dios del panteón árabe de deidades. Aunque su mensaje fue rechazado inicialmente, para el año 630 había logrado el control de la Meca, el centro económico y religioso de la península arábica.
Aunque Mahoma murió dos años más tarde, el movimiento político-religioso que fundó se extendió rápidamente por todo el mundo árabe, y mucho más allá. Para 750 d.C., el imperio musulmán abarcaba desde España, al oeste, hasta la India, en el este. En los siglos que siguieron, el islamismo penetró más profundamente hacia África y Asia, llegando tan lejos como las Filipinas. Durante su “edad dorada,” el islamismo ostentaba algunos de los más excelentes filósofos y matemáticos del mundo. Fue también durante este tiempo que el islamismo y el cristianismo chocaron como resultado de las Cruzadas que se llevaron a cabo para reclamar la Tierra Santa a los musulmanes.
Desde el año 1500, aproximadamente, y en forma acelerada después de la revolución industrial de los años 1700-1800, el islamismo sintió la influencia creciente de las potencias europeas. Con el tiempo, grandes porciones del mundo musulmán fueron colonizadas por países europeos. Esta dominación política y económica de Europa continuó hasta el final de la Segunda Guerra Mundial, luego de la cual los países musulmanes comenzaron a lograr la independencia política. Con el descubrimiento y el desarrollo de las vastas reservas de petróleo en tierras musulmanas, de repente la independencia económica estuvo a su alcance también. Por fin, el islamismo tenía al alcance de su mano tanto la oportunidad como los recursos para reafirmarse como una fuerza poderosa en el mundo. ¡Después de haber estado a la defensiva durante muchos siglos, el islamismo tomaba ahora la ofensiva!
El Estado Actual del Islamismo

En este punto deberíamos hablar del estado actual del islamismo. Al hacerlo, es importante darse cuenta que el islamismo no es un sistema monolítico. Si bien todos los musulmanes toman su inspiración de Mahoma y del Corán, pueden identificarse muchos grupos y movimientos dentro del islamismo.
La división más obvia es la que existe entre el islamismo sunita (o sunnita) y chiita. Los sunitas (que componen alrededor del 90% de los musulmanes) toman su nombre del hecho de que se fijan tanto en el Corán como en el “sunna” para determinar la conducta musulmana correcta. El “sunna” es el comportamiento o ejemplo de Mahoma y de la primitiva comunidad musulmana. Por supuesto, hay muchas subdivisiones entre los sunitas, pero todos se identifican como sunitas.
El otro grupo importante de los musulmanes son los chiitas (que forman alrededor del 10% de todos los musulmanes, y residen principalmente en Iraq y en Irán). La palabra chiita significa “partidario,” y se refiere al hecho que los chiitas son “partidarios de Alí.” Alí era el yerno y primo de Mahoma y uno de los primeros califas o sucesores de Mahoma como líder del pueblo musulmán. Los chiitas creen que el líder del islamismo debería estar entre los descendientes de Alí, quienes ellos creen que poseen una unción divina especial para esta tarea. La mayoría de los chiitas cree que el último de estos líderes designados divinamente, o “imanes”, está “oculto” en otro dominio de la existencia. El Ayatollah Khomeini era considerado un vocero de este “imán oculto.”
Un tercer grupo que debería mencionarse son los sufíes-aquellos musulmanes (tanto entre los sunitas como los chiitas) que buscan una experiencia mística con Dios, antes que simplemente un conocimiento intelectual de Él, y que también se entregan a una cantidad de prácticas supersticiosas.
Además de estas divisiones dentro del islamismo, se debe hacer mención también de las actitudes de los musulmanes hacia el contacto con el mundo occidental en los tiempos modernos. Si bien la situación es mucho más compleja de lo que podemos tratar en este artículo, hay dos grandes tendencias que han sido evidentes dentro del islamismo.
Una tendencia es hacia algún grado de acomodamiento y ajuste al occidente y a las formas modernas de vida. Esto se ha manifestado en forma más obvia en países como Turquía, que ha instituido mayormente formas seculares de gobierno mientras conserva prácticas religiosas islámicas.
La tendencia opuesta es hacia un retorno a un enfoque más tradicional de la vida islámica y un rechazo a las formas occidentales y modernas. La expresión más extrema de esta tendencia se manifiesta en varias formas de fundamentalismo islámico que insisten en la implementación de la ley musulmana (llamada la Sharia) en cada área de la vida. Los fundamentalistas han tenido más éxito en Arabia Saudita, Irán, Paquistán y Sudán, pero están activos en prácticamente cada país musulmán, recurriendo a veces a la violencia y al terrorismo al tratar de implementar su programa.
Al entender este potente movimiento religioso y político, es importante entender las diversas divisiones y actitudes dentro del islamismo y las creencias básicas que están en el núcleo del islamismo.
Las Creencias Básicas del Islamismo

Si bien las creencias de los musulmanes en todo el mundo son casi tan diversas como las que hay entre los cristianos, hay seis artículos básicos de fe comunes a casi todos los musulmanes.
El primero de estos es que no hay otro Dios fuera de Alá. Los árabes pre-islámicos eran politeístas. Pero Mahoma logró llevarlos a dedicarse exclusivamente al principal Dios del panteón, que ellos llamaban Alá (que simplemente significa Dios). Adorar o atribuir alguna deidad a otro ser es considerada blasfemia. El Corán menciona numerosos nombres de Alá, y estos nombres se encuentran frecuentemente en los labios de los musulmanes devotos que creen que tienen un poder casi mágico.
El segundo artículo de fe es la creencia en los ángeles y en los jinn. Los jinn son seres espirituales capaces tanto de acciones buenas como malas y de poseer a seres humanos. Por encima de los jinn, en rango, están los ángeles de Dios. Se considera que dos de ellos acompañan a todo musulmán, uno a la derecha para registrar sus buenas obras, y otro a la izquierda para registrar sus malas obras.
El tercer artículo es la creencia en los libros sagrados de Dios, 104 de los cuales son mencionados en el Corán. Los principales entre estos libros son la Ley dada a Moisés, los Salmos dados a David, el Evangelio (o Injil) dado a Jesús y el Corán dado a Mahoma. Se considera que cada uno de estos libros comunicó el mismo mensaje básico de la voluntad de Dios al hombre. Las obvias discrepancias entre las Escrituras judías y cristianas y el Corán (particularmente con referencia a Jesús y Mahoma) fueron explicadas por Mahoma en sugiriendo que la Biblia había sido alterada por los judíos y los cristianos.
El cuarto artículo de fe es la creencia en los profetas de Dios, mediante los cuales Alá apeló al hombre a seguir Su voluntad tal como fue revelada en Sus libros sagrados. No hay ningún acuerdo respecto de cuántos profetas ha habido-algunos dicen cientos de miles. Entre ellos estuvieron Adán, Noé, Abraham, Moisés y Jesús. Pero todos concuerdan en que Mahoma fue el profeta final y supremo de Dios-el “sello” de los profetas. Si bien Mahoma mismo dijo que era un pecador, no obstante hay muchos musulmanes en todo el mundo que parecen estar cerca de adorarlo.
El quinto artículo de fe es la creencia en la voluntad absoluta y predestinadora de Alá. Aun cuando algunos musulmanes han modificado esta doctrina en alguna medida, el Corán parece apoyar la idea de que todas las cosas (tanto buenas como malas) son el resultado directo de la voluntad de Dios. Aquellos que llegan a la conclusión que el islamismo es una religión fatalista tienen buenas razones para hacerlo.
El sexto y último artículo de fe es la creencia en la resurrección y en el juicio final. Al final de la historia, Dios juzgará las obras de todos los hombres. Aquellos cuyas obras buenas pesan más que sus obras malas entrarán en el paraíso (retratado en términos más bien sensuales). El resto será consignado al infierno. El rasgo supremo de la fe islámica, aparte de su fuerte monoteísmo, es que es una religión de obras humanas. La posición de una persona con relación a Ala está determinada por su éxito en guardar Sus leyes.
Las Prácticas Básicas del Islamismo

Ahora queremos enfocarnos en las más importantes de esas obras. Éstas están resumidas en lo que suelen llamarse las “Cinco Columnas del Islamismo.”
La primera columna es la recitación del credo: “No hay más Dios que Alá, y Mahoma es su profeta.” Es una creencia común que recitar este credo en la presencia de dos testigos significa convertirse en musulmán-uno en sumisión a Dios. Por supuesto, la palabra islam significa simplemente “sumisión.”
La segunda columna es la práctica de las oraciones en forma regular. A los musulmanes sunitas se les requiere que reciten oraciones específicas acompañadas por movimientos prescritos cinco veces al día. (Los chiita sólo lo hacen tres veces por día.) A todos los musulmanes varones se les ordena reunirse para una oración comunitaria (y un sermón) cada viernes al mediodía.
La tercera columna es dar limosnas. Al haber nacido él mismo como huérfano, Mahoma estaba profundamente preocupado por los necesitados. El Corán requiere que el 2,5% del ingreso de una persona sea dado a los pobres o para la extensión del islamismo.
La cuarta columna del islamismo es el ayuno durante el mes de Ramadán (el noveno mes lunar del calendario musulmán, durante el cual se dice que Mahoma recibió la primera de sus revelaciones de Dios, y durante el cual él y sus seguidores hicieron su travesía histórica desde la Meca hasta Medina). Durante este mes, a los musulmanes que tengan buena salud se les requiere que renuncien a todo alimento y líquido durante las horas del día. Este ayuno promueve la auto-disciplina del musulmán, la dependencia de Alá y la compasión por los necesitados.
La quinta columna es el Hajj o peregrinaje a la Meca. En lo posible, todo musulmán debe hacer un peregrinaje a la Meca una vez durante su vida. Esto puede hacerse en forma adecuada sólo unos pocos días durante el último mes del año musulmán. El Hajj promueve las ideas de la unidad mundial y la igualdad entre los musulmanes. Pero también contiene muchos elementos de actividad obligatoria que son de origen pagano.
Una sexta columna, la del jihad, es agregada a menudo. (El término significa “esfuerzo” o “lucha” a favor de Dios.) El jihad es el medio por el cual aquellos que están fuera de la familia del islamismo son traídos a su regazo. El jihad puede ser mediante la persuasión, o puede ser mediante la fuerza o “guerra santa.” ¡El hecho que a todo musulmán que muere en una guerra santa se le asegure su lugar en el paraíso provee un fuerte incentivo para la participación!
Los musulmanes en todo el mundo consideran a estas columnas como guías para modelar sus prácticas religiosas. Pero, además de estas columnas, hay numerosas leyes y tradiciones contenidas en el Hadith-la literatura que fue compilada después de completado el Corán, que supuestamente contiene el ejemplo y las declaraciones de Mahoma sobre muchos temas. Como las leyes del Hadith y el Corán cubren prácticamente cada área de la vida, el islamismo ha sido considerado correctamente como una forma de vida que todo lo abarca, además de una religión.
Una Perspectiva Cristiana del Islamismo

A esta altura es adecuado ofrecer una breve evaluación del islamismo desde una perspectiva cristiana.
De entrada, debe decirse que hay mucho en el islamismo que el cristiano puede afirmar. Entre las doctrinas islámicas más significativas que pueden ser afirmadas genuinamente por el cristiano es su creencia en un Dios, su reconocimiento de Jesús como nacido de una virgen, un profeta sin pecado y mesías de Dios, y su expectativa de una resurrección y juicio futuros.
Hay, sin embargo, algunas áreas muy significativas diferentes. Mencionaremos sólo unas pocas. Primero, la percepción musulmán de Dios no es de ninguna forma la misma que la que revela la Biblia. El islamismo retrata a Dios como imposible de conocer en última instancia. De hecho, en el Corán Alá revela Su voluntad, pero nunca se revela a sí mismo. Ni tampoco es retratado jamás como un Dios de amor, ni como un Padre para su pueblo, como es retratado en la Biblia.
Segundo, si bien Jesús es presentado como un profeta hacedor de milagros y un mesías, y aun sin pecado, el islamismo niega que Él es el Hijo de Dios o el Salvador del mundo. Por cierto, se niega el hecho mismo que Jesús haya muerto, y mucho menos por los pecados del mundo.
Tercero, si bien la humanidad es descrita como débil y propensa al error, el islamismo niega que el hombre sea pecador por naturaleza y que necesite un Salvador, como la Biblia enseña tan claramente. Las personas son capaces de someterse a las leyes de Dios y de merecer su aprobación final. Según el islamismo, la necesidad espiritual del hombre no es de un salvador sino de un guía.
Esto conduce al hecho de que, dado que en el islamismo la aceptación por Dios es algo que debemos ganar por nuestras obras, no puede de ninguna forma proveer un sentido de seguridad que puede hallarse en la gracia de Dios, tal como lo enseña la Biblia.
Muchos de nosotros encontraremos oportunidades de hacer amistad con vecinos, compañeros de trabajo o amigos musulmanes. Al hacerlo, debemos estar conscientes de algunas de las barreras que existen entre los musulmanes y los cristianos debido a animosidades del pasado y del presente.
La actitud de muchos musulmanes hacia el cristianismo y hacia el occidente está coloreado por la historia de conflicto que ha encontrado expresión en las Cruzadas de los tiempos de la Edad Media, la dominación europea y el colonialismo, además del apoyo occidental al sionismo en los tiempos más recientes. Debemos permitir que el amor de Dios venza nuestro propio temor y actitud defensiva y penetre estas barreras.
En los últimos años muchos musulmanes han sido impresionados profundamente por la compasión mostrada por los occidentales (y particularmente por los Estados Unidos) hacia países musulmanes que han sobrellevado penurias muy duras. Este tipo de compasión puede ser demostrado en un nivel individual también. Al hacerlo, podemos entonces invitar a nuestros amigos musulmanes a unirse a nosotros para estudiar el Nuevo Testamento, que revela la única fuente de aceptación ante Dios en Su amor y gracia, expresados en Su Hijo Jesucristo y Su don del Espíritu Santo.
Rick Rood
Copyright © 1994 Probe Ministries. Todos los derechos reservados.

Tomado de "con poder.com"

Durante siglos el budismo ha sido la religión dodistas en los Estados Unidos. Sigue siendo la religión dominante en el estado de Hawai y muchos americanos destacados han aceptado esta religión, incluyendo el ex gobernador de California, Jerrry  Brown . El Origen del Budismominante en el mundo oriental. Hoy sigue siendo la religión predominante en China, Japón, Corea y gran parte del sudeste de Asia. Con el incremento de la población asiática en los Estados Unidos, el budismo ha hecho un tremendo impacto en los Estados Unidos. Actualmente hay más de 300.000 bu
El budismo comenzó como una descendencia del hinduismo en la India. El fundador fue Siddhartha Gautama. No es fácil dar un relato histórico preciso de la vida de Gautama, ya que no se registró ninguna biografía hasta cientos de años después de su muerte. Hoy, gran parte de la historia de su vida está envuelta en mitos y leyendas que surgieron después de su muerte. Aun los mejores historiadores de nuestro día tienen varios relatos diferentes-y hasta contradictorios-de la vida de Gautama.
Siddhartha Gautama nació aproximadamente en 560 a.C en el norte de la India. Su padre, Suddhodana, era el gobernador sobre el distrito cerca del Himalaya que hoy es el país de Nepal. Suddhodana resguardó a su hijo del mundo exterior y lo confinó al palacio donde rodeó a Gautama con placeres y riqueza. A pesar de los esfuerzos de su padre, Gautama un día vio el lado más oscuro de la vida en un paseo que dio fuera de las paredes del palacio.
Vio cuatro cosas que cambiaron su vida para siempre: un hombre anciano, un hombre enfermo, un hombre muerto y un mendigo. Profundamente conmovido por el sufrimiento que vio, se decidió a dejar el lujo de la vida de palacio y comenzó una misión para buscar la respuesta al problema del dolor y del sufrimiento humano.
Gautama dejó su familia y viajó por el país buscando sabiduría. Estudió las escrituras hindúes bajo sacerdotes brahmanes, pero se volvió desilusionado con las enseñanzas del hinduismo. Entonces se dedicó a una vida de ascetismo extremo en la selva. La leyenda dice que con el tiempo aprendió a existir con un grano de arroz por día, lo cual redujo su cuerpo a un esqueleto. Pronto llegó a la conclusión, sin embargo, que el ascetismo no conducía a la paz y a la auto-realización sino que simplemente debilitaba la mente y el cuerpo.
Con el tiempo, Gautama se volvió a una vida de meditación. Mientras estaba en meditación profunda bajo una higuera conocida como el árbol de Bohdi (lo que significa “árbol de sabiduría”), Gautama experimentó el grado más alto de conciencia de Dios, llamado Nirvana. Gautama entonces fue conocido como Buda, “el iluminado.” Él creía que había encontrado las respuestas a las preguntas del dolor y el sufrimiento. Su mensaje ahora necesitaba ser proclamado al mundo entero.
Al comenzar su ministerio de enseñanza, pronto consiguió un rápido auditorio entre la gente de la India ya que muchos se habían desilusionado del hinduismo. Para el tiempo de su muerte, a los 80 años, el budismo se había convertido en una fuerza importante en la India. Tres siglos más tarde, se había extendido a toda Asia. Buda nunca dijo ser una deidad sino más bien un “indicador del camino.” Sin embargo, setecientos años más tarde, los seguidores de Buda comenzaron a adorarlo como una deidad.
El Camino de Salvación
La pregunta que Gautama, el fundador del budismo, buscaba contestar era ¿Por qué hay dolor y sufrimiento? Él también sostenía la creencia hindú en la reencarnación: después de la muerte una vuelve a la vida terrenal en una forma de vida superior o inferior según sus obras buenas o malas. Esta creencia promovía una segunda pregunta que necesitaba ser contestada, ¿Cómo rompe uno el ciclo de renacimiento? Las enseñanzas básicas del budismo, por lo tanto, se concentran en lo que Gautama consideraba era la respuesta a estas preguntas. Estas doctrinas básicas se encuentran en las Cuatro Nobles Verdades y el Camino de Ocho Partes. Comencemos con las Cuatro Nobles Verdades.
La Primera Noble Verdad es que hay dolor y sufrimiento en el mundo. Gautama se dio cuenta que el dolor y el sufrimiento son omnipresentes en toda la naturaleza y la vida humana. Existir significa que vamos a encontrarnos con el sufrimiento. El nacimiento es doloroso, y también lo es la muerte. La enfermedad y la vejez son dolorosas. A lo largo de la vida, todas las cosas vivas encuentran sufrimiento.
La Segunda Noble Verdad se relaciona con la causa del sufrimiento. Gautama creía que la raíz del sufrimiento es el deseo. Es la avidez por la riqueza, la felicidad y otras formas de disfrute egoísta la que causa el sufrimiento. Esta avidez nunca puede ser satisfecha porque está arraigada en la ignorancia.
La Tercera Noble Verdad es el final de todo sufrimiento. El sufrimiento cesará cuando una persona puede liberarse de todo deseo.
La Cuarta Noble Verdad es la extinción de todo deseo siguiendo el camino de ocho partes. “El camino de ocho partes es un sistema de terapia diseñado para desarrollar hábitos que liberarán a las personas de las restricciones causadas por la ignorancia y la avidez.”
Aquí están los ocho pasos a seguir en el camino de ocho partes. El primer paso es el de las Perspectivas Correctas. Uno debe aceptar las cuatro nobles verdades. El paso dos es la Determinación Correcta. Uno debe renunciar a todos los deseos y a todo pensamiento que se asemeje a la lujuria, amargura y crueldad. No debe dañar a ninguna criatura viviente. El paso tres es la Palabra Correcta. Uno debe hablar sólo verdad. No puede haber ninguna mentira, calumnia o conversación vana. El paso cuatro es el Comportamiento Correcto. Uno debe abstenerse de la inmoralidad sexual, de robar y de matar.
El paso cinco es la Ocupación Correcta. Uno debe trabajar en una ocupación que beneficie a otros y que no dañe a nadie. El paso seis es el Esfuerzo Correcto. Uno debe buscar eliminar toda cualidad malvada de adentro y evitar que surjan nuevas. Uno debería buscar conseguir cualidades buenas y morales y desarrollar las que ya posee. Buscar crecer en madurez y perfección hasta lograr el amor universal. El paso siete es la Contemplación Correcta. Uno debe ser observador, contemplativo y debe estar libre del deseo y de la aflicción. El octavo, es la Meditación Correcta. Luego de liberarse uno mismo de todos los deseos y de la maldad, una persona debe concentrar sus esfuerzos en la meditación para que pueda vencer cualquier sensación de placer o dolor, entrar en un estado de consciencia trascendente y lograr un estado de perfección. Los budistas creen que mediante el esfuerzo propio uno puede lograr el estado de paz y dicha eterna llamado Nirvana.
Karma, Samsara y Nirvana
Tres conceptos importantes para entender el budismo son karma, Samsara y Nirvana.
El karma se refiere a la ley de causa y efecto en la vida de una persona, cosechando lo que uno ha sembrado. Los budistas creen que toda persona debe pasar por un proceso de nacimiento y renacimiento hasta que llega al estado de Nirvana en donde rompe el ciclo. Según la ley del karma, “Tú eres lo que eres y lo que haces, como resultado de lo que fuiste e hiciste en una reencarnación anterior, lo cual a su vez fue el resultado inevitable de lo que fuiste e hiciste en encarnaciones aun anteriores.” Para un budista, lo que una persona será en la próxima vida depende de las acciones de esa persona en esta vida presente. Buda creía, a diferencia del hinduismo, que una persona puede romper el ciclo de renacimiento, no importa la clase en que haya nacido.
El segundo concepto clave a entender es la ley de Samsara o de Transmigración. Este es uno de los conceptos más desconcertantes y difíciles de comprender del budismo. La ley de Samsara sostiene que todo está en un ciclo de nacimiento y renacimiento. Buda enseñaba que las personas no tienen almas individuales. La existencia de un yo individual, o ego, es una ilusión. No hay ninguna sustancia eterna de una persona que pasa por el ciclo de renacimiento. ¿Qué es, entonces, lo que pasa por el ciclo si no es el alma individual? Lo que pasa por el ciclo de renacimiento es sólo un conjunto de sensaciones, impresiones, momentos presentes, y el karma que es transmitido. “En otras palabras, así como un proceso conduce a otro, … así también una personalidad humana en una existencia es la causa directa del tipo de individualidad que aparece en la próxima.” El nuevo individuo en la próxima vida no será exactamente la misma persona, pero habrá varias similitudes. Cuán próximos serán en sus identidades, Buda no lo definió.
El tercer concepto clave es el Nirvana. El término significa “la extinción” de la existencia. El Nirvana es muy diferente del concepto cristiano del cielo. El Nirvana no un lugar, como el cielo, sino más bien un estado del ser. Qué es exactamente, Buda nunca lo explicó.
El Nirvana es un estado eterno del ser. Es el estado en que la ley del karma y el ciclo de renacimiento llegan a su fin. Es el fin del sufrimiento, un estado donde no hay deseos y la conciencia individual llega a su fin. Aunque a nuestras mentes occidentales pueda sonar como el aniquilamiento, los budistas objetarían tal idea. Gautama nunca dio una descripción exacta del Nirvana, pero su respuesta más cercana fue esta. “Hay, discípulos, una condición donde no hay ni tierra ni agua, ni aire ni luz, ni espacio sin límites, ni tiempo sin límites, ni ningún tipo de ser, ni ideas ni falta de ideas, ni este mundo ni aquel mundo. No hay ni un levantarse ni un fenecer, ni muerte, ni causa ni efecto, ni cambio, ni detenimiento.” Si bien ningún budista realmente entiende la condición de Nirvana, es su esperanza eterna.

Dios y el Budismo
Se le puede haber ocurrido al lector que en nuestra discusión hasta ahora no se ha hecho ninguna mención de Dios o de una deidad eterna. Está claro que Gautama, el fundador del budismo, no decía que era divino. Él decía ser el que indicaba el camino hacia el Nirvana, pero dependía de cada individuo encontrar su camino hacia allá.
El concepto de un Dios personal no encaja en el sistema budista de religión. Hoy hay muchas sectas budistas. Muchas difieren en su concepto de lo divino y de Buda. En general, los budistas son panteístas en su perspectiva de Dios. Muchos ven a Dios como una fuerza impersonal que está formado por todas las cosas vivas y que mantiene unido al universo.
Esto es lo que dicen algunos de los eruditos más destacados acerca de la perspectiva budista de Dios. El Dr. John Noss declara, “no hay ninguna Persona soberana en los cielos manteniendo todo unido. Sólo existe la unidad personal última del ser mismo, cuya paz envuelve al yo individual cuando deja de llamarse “yo” y se disuelve en la pureza anodina del Nirvana, como una gota de rocío se incorpora a su mar maternal.”
Esto es lo que el ya fallecido Dr. Suzuki, uno de los más grandes maestros del budismo Zen, dice acerca de su concepto de Dios: “Si Dios, después de hacer el mundo se coloca fuera de él, ya no es Dios. Si se separa del mundo o quiere separarse, no es Dios. El mundo no es el mundo cuando está separado de Dios. Dios debe estar en el mundo y el mundo en Dios.”
Dado que el budismo en general no cree en un Dios personal o en un ser divino, no tiene adoración, oración o alabanza de un ser divino. No ofrece ninguna forma de redención, perdón, esperanza celestial o juicio final. El budismo es, por lo tanto, más una filosofía moral, un camino de vida ético.
El profesor Kraemer describe al sistema budista como “una disciplina ética no teísta, un sistema de auto-entrenamiento, antropocéntrico, enfatizando la ética y la cultura de la mente y excluyendo a la religión.”
Desde la muerte de Gautama, se han desarrollado muchas sectas dentro del budismo. Muchas de estas sectas difieren en muchas formas fundamentales, y comparar una con otra es como comparar dos religiones separadas. Muchas sectas han desarrollado su propio concepto único de Dios. Algunas son panteístas en su perspectiva de Dios. Otras son ateas. Todavía otras han desarrollado un sistema politeísta de dioses. Algunas han combinado el panteísmo con el politeísmo. Varias sectas han elevado a Gautama (o Buda) al nivel de salvador o ser divino, aunque está claro que él nunca dijo ser una deidad. Otras sectas han combinado algunas de las doctrinas de Dios de otras religiones con el budismo.
Dado que Buda nunca enfatizó su concepto de lo divino, el budismo se queda con varias de las preguntas más profundas de la vida sin responder, preguntas tales como el origen del universo y el propósito de la existencia del hombre.
Un Estudio Comparativo del Cristianismo y el Budismo
Está bastante claro que el cristianismo y el budismo difieren entre sí en formas fundamentales. Algunas sectas del budismo han tratado de sincronizar a ambos. Sin embargo, los dos son tan distintos que no pueden ser correctos ambos a la vez, ni pueden ambos mezclarse juntos. Aquí va la comparación de estas dos religiones.
Muchas de las escrituras y dichos budistas atribuidos a Gautama fueron escritos unos cuatrocientos años después de su muerte. Para cuando se escribieron, el budismo se había dividido en muchas sectas. ¿Qué es lo que tenemos, entonces? Ni siquiera los mejores eruditos están seguros de la exactitud de las escrituras budistas. En el cristianismo, sin embargo, tenemos un relato histórico preciso escrito por testigos que vieron a Jesús y los eventos que rodearon Su vida.
Ambos difieren en su concepto de Dios. Para los budistas, en general, el Absoluto no juega un papel vital en la vida diaria. Gautama dijo poco acerca de su concepto de Dios. Buda negaba la existencia de un Dios personal, pero era monista en su perspectiva del Absoluto como una fuerza impersonal formada por todas las cosas vivas. La Biblia enseña de un Dios que gobierna el universo y cuida del hombre en una forma personal. Salmos 46:10 declara, “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra.”
Está claro que Buda nunca dijo ser una deidad. Si bien varias sectas lo han elevado a la categoría de un dios, él dijo claramente que sólo era un indicador del camino al Nirvana. Jesús, sin embargo, dijo ser Dios y no simplemente un indicador de camino, sino el único camino a la vida eterna. Jesús dijo en Juan 14:6, “Yo soy el camino, y la verdad, y la vida; nadie viene al Padre, sino por mí.” Juan 1:1 también dice, “En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios.”
Hay otra clara distinción entre estas dos religiones. El budismo no ofrece ni la seguridad del perdón ni la vida eterna. Los budistas esperan entrar en un estado de Nirvana, pero no hay ninguna prueba clara y objetiva o alguna enseñanza sobre lo que ocurre más allá de la tumba. Aun Buda mismo no estaba seguro de lo que había más allá de la muerte. No dejó ninguna enseñanza clara sobre el Nirvana o la eternidad. Lo que dejó son especulaciones filosóficas. Hoy el cuerpo de Buda yace en una tumba en Kusinara, al pie del Himalaya. Los hechos de la vida después de la muerte todavía permanecen como un misterio no resuelto en el budismo.
En el cristianismo tenemos a Uno que asombró a Su audiencia porque enseñaba verdades eternas con autoridad. Su autoridad venía del hecho que existió antes de la creación, y probó sus afirmaciones al levantarse de los muertos. La Resurrección de Jesucristo es un hecho probado de la historia y demuestra claramente la autoridad de Cristo sobre el pecado y la muerte. Cuando testificas a un budista, pregúntale esto: “¿Tienes pruebas tangibles de lo que ocurre después de la muerte?” Todo lo que tiene el budista es la esperanza en una enseñanza acerca de la cual no estaba seguro Buda. Como cristianos, tenemos una esperanza cierta en un Salvador resucitado. No hay que adivinar qué pasa más allá de la tumba porque sólo Cristo ha conquistado la tumba.
Pat Zukeran

Tomado de "con poder.com"


 
Fundada en el año 1830 la llamada “Iglesia de Jesucristo de los Santos del Último Día” o Mormones, por un hombre llamado Joseph Smith, esta secta ha venido a ser una de las más influyentes y bien organizadas en EE.UU., donde, también tuvo sus orígenes.
Nació Joseph Smith en el estado de Vermont, sin gozar apenas de instrucción en su infancia. En 1820 y 1823, Smith dijo haber tenido importantes revelaciones de un ángel llamado Moroni, quien en la última de estas revelaciones hizo saber el lugar donde yacían ocultas unas importantes tablas de oro conteniendo la historia primitiva de América y otras importantes cuestiones, de naturaleza religiosa- Smith desenterró dichas tablas y, con la ayuda del ángel, descifró los “caracteres egipcios reformados” en que estaban escritas. Esta traducción constituye, esencialmente, el llamado Libro de Mormón. Lo que ha quedado sin explicar es de qué manera unas tablas que, según Joseph Smith, habían estado enterradas desde el año 420 d.J.C- hasta el 22 de septiembre de 1823, pueden contener extensas citas de la versión inglesa de la Biblia de 1611. El Libro de Mormón tiene para los mormones igual autoridad que la Biblia , y, de hecho, recibe muchos más honores. Existen, sin embargo, fundadas razones para creer que la base de ese libro está constituida por una novela inédita del escritor Salomón Spaulding, titulada El Manuscrito no Encontrado.
En 1830, Joseph Smith organizó en la población de Fayette, en el estado de Nueva York, la llamada “Iglesia de Jesucristo de los Santos de! Ultimo Día”, tras convencer a un núcleo de sus oyentes. En junio de 1831, el reducido grupo de mormones partió hacia Missouri, obedeciendo una nueva revelación de Smith; pero una serie de incidentes, con los que ellos llamaron “paganos” y “enemigos del Señor”, es decir, con los colonos de aquellas tierras, determinaron su expulsión de aquel estado por orden del gobernador Boggs. Fueron a refugiarse, los mormones en Illinois, desde donde Smith comenzó una intensa propaganda personal, llegando a afirmar que era candidato a la presidencia de EE.UU. Acusado de inmoralidad, falsificación, etc. Smith fue encarcelado, pero antes de que el juicio pudiera celebrarse, una turba enfurecida asaltó la prisión y Smith, junto con su hermano Hyrum, fue linchado.
Estos sucesos favorecieron enormemente la extensión del mormonismo, al crearse la leyenda del martirio de Smith. Bajo la dirección de un nuevo dirigente, el inglés Brigharo Young, los soliviantados mormones se dirigieron hacia el estado de Utah, que en aquel entonces estaba bajo dominio mejicano. Al llegar a Satt Lake (Lago Salado) Young anunció que, por revelación de Dios, aquel era el lugar definitivo para establecerse. Los mormones demostraron que como colonos no tenían rival. Soportando duras condiciones, y con gran sacrificio, consiguieron crear, en poco tiempo, una floreciente comunidad desde la que inmediatamente se enviaron misioneros al resto de América del Norte, y muy pronto, incluso, a Europa. Brigham Young, que por aquel entonces tenía ya veintinueve esposas, fue el primer gobernador de aquella zona, hasta que en 1849, al terminar la guerra entre EE.UU. y México, el gobierno norteamericano nombró su propio gobernador, con gran oposición de los mormones, que querían permanecer al margen de la tutela de Washington.
En Utah, los mormones prosperaron rápidamente en todos los órdenes. Los templos de esta secta comenzaron a aparecer por toda la nación, y por el grado de fastuosidad y riqueza que se observa en ellos es fácil deducir que la comunidad mormona había subido mucho en la escala social. En 1927, se construyó en Arizona el noveno de estos templos, y diez anos más tarde ye erigían otros dos de gigantescas proporciones en Idaho y California, con un costo tota! de 2’6 millones de dólares. De todos estos templos el más famoso sin duda es el de Los Ángeles, terminado en 1956 con un costo de 6 millones de dólares.
A pesar de tan fabulosas inversiones en la construcción de templos, no debe pensarse que los mormones olvidan otras facetas de su obra. Su dedicación a la beneficencia y a la seguridad social son bien conocidas en todo el mundo. Puede decirse que, gracias a sus ejemplares programas de ayuda a los necesitados y parados de su propia organización, no existe la indigencia entre ellos. Los mormones son muy estrictos y desprendidos a la hora de hacer donaciones para su secta, y dado el gran número de poderosos capitalistas que se cuentan entre sus adeptos (la gran industria azucarera “U & I”, por ejemplo, es propiedad de mormones) es fácil comprender su gran potencial económico.
Desde el punto de vista doctrinal, presenta esta secta un variado cuadro de ideas y creencias, expresadas en sus dos obras fundamentales: El Libro de Mormón y Doctrina y Pactos. Para los mormones, Joseph Smith es, lógicamente, el gran profeta.; pero no se ha limitado el proceso de la revelación a su fundador. De hecho, el mormonismo no es, por esta misma razón, un sistema fijo e inalterable de dogmas, pues ni siquiera la Biblia tiene entre ellos el papel de revelación definitiva.
De todos modos, hay ciertos puntos que siempre se han mantenido igual, como es, por ejemplo, la concepción de la salvación como fruto de las obras humanas; la idea de un infierno de duración temporal y proporcionado a la gravedad de las faltas cometidas. También ha mantenido siempre esta secta un ministerio de tipo sacerdotal. inspirado en el Antiguo Testamento, y unos ritos de bautismo por inmersión, y conmemoración de la última Cena del Señor, aunque con diferente significado de los sustentados por el cristianismo.
Muy del dominio público es el hecho de que los mormones permiten la poligamia. Joseph Smith no reveló este extremo a todos sus seguidores de inmediato, pero sus más íntimos colaboradores conocían sus inclinaciones. Hasta 1852 no se hizo una declaración pública sobre esta cuestión, desatándose, de inmediato, una larga batalla legal para declararla inmoral. En 1889, el Presidente Wilford Woodruf publicó un manifiesto contra ella, pero durante muchos años se siguió practicando en secreto. En la actualidad, la poligamia parece haber sido descartada por completo del mormonismo, pero la teoría que subyace a esta costumbre se sigue manteniendo como doctrina revelada.
Independientemente de las causas que pudieran conducir a los fundadores a establecer esta forma de vida matrimonial, la poligamia se explica por la creencia de que la mujer es, en realidad, un ser inferior que no puede hallar la plenitud -ni en esta vida ni en la venidera- sin el hombre, y, por tanto, es deber de éste compadecerse de ella y tomarla por mujer. En los tiempos en que la poligamia se practicaba abiertamente se requería, en todo caso, una afinidad de tipo espiritual entre los contrayentes, además del consentimiento de todas las partes para la celebración de un nuevo matrimonio.
Dejando a un lado los diversos escándalos públicos que acompañaron al nacimiento de la secta, es justo reconocer que hoy en día los mormones tienen mejor reputación. Sus costumbres son sobrias -son completamente abstemios de bebidas alcohólicas y estimulantes, y defienden con vigor la unidad familiar. Los jóvenes mormones suelen dedicar un año de su vida, de forma voluntaria y desinteresada, a extender sus creencias religiosas entre “los gentiles”, a modo de misioneros altruistas.
Como curiosidad doctrina), puede también mencionarse la creencia en la preexistencia de todos los seres humanos; la existencia de un Dios de carne y hueso que engendra hijos espirituales (las almas); el carácter de divinidad menor que adquiere el hombre en el más allá; el uso del agua en lugar del vino para conmemorar la Santa Cena ; y el carácter de infalibilidad que se da a los pronunciamientos doctrinales de su Presidente.

Por: Ricardo Cerni 

Tomado de "con poder.com"