En
el mundo hay millones de personas que declaran ser cristianas, y todos
tienen una opinión y percepción sobre Jesús. Sin embargo cuando conoces a
estas personas y ves sus actitudes puedes percibir que el Jesús que
profesan no es el mismo de las Sagradas Escrituras.
Jesús
vivió en la tierra con una vida completamente entregada al Padre, su
meta era cumplir la voluntad de Dios. De igual forma manifestaba un
servicio único para con los demás. Jesucristo nunca hizo nada para su
propio beneficio, todo lo que hacia era para ayudar al prójimo.
Pero
hoy el hombre se cataloga como el “centro del universo”. Hemos olvidado
la realidad de que somos creación de Dios. El ser hijos del Rey de
reyes no significa que estamos exento de sufrir las adversidades de este
mundo. El mismo Jesús dijo a los discípulos “Si alguno quiere venir
en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz y sígame. Porque el que
quiera salvar su vida, la perderá; pero el que pierda su vida por causa
de mí, la hallará” (Mt. 16:24-25)
Mi
meta de acercarme a Jesús y alcanzar una vida santa en Él, debe estar
lejos de pensar en la comodidad, ese seria un pensamiento muy
egoista. Muchas personas quieren que Cristo entre en los parámetros que
ellos ya han desarrollado y fijado, olvidando que el propósito de Dios
para cada uno de nosotros tiene un objetivo, además de ser agradable y
perfecto.
Realmente llegamos a creer
que somos el centro y que todo debe girar alrededor de nosotros. Incluso
muchos cristianos tienden a confundirse,creyendo que Dios pasa de ser
soberano a ser nuestro genio, cuyo propósito es darnos todos nuestros
deseos porque Dios no ama y quiere hacernos feliz. Es cierto, Dios es amor (1 Juan 4:8)
Pero también es santo, sabio, justo y celoso, y Él no compartirá su deidad con nadie (Éx. 34:14).
Todavía
hay gente que busca a Jesús solo cuando esta en necesidad, pero la gran
noticia es que Dios está dispuesto a perdonarnos. Dios se humilló
haciéndose hombre para morir por pecadores como tú y yo. Practiquemos el
verdadero evangelio de Jesús, ese evangelio humilde, bondadoso,
misericordioso, honesto, que habla con autoridad pero que da testimonio
vivo de una vida realmente transformada. Para impactar nuestro entorno
tenemos que imitar al Jesús de la Biblia sin distorsionar lo que la
palabra nos enseña sobre Él.
Juan 7:38 Jesús prometió “El que cree en mí, como dice la Escritura, de su interior correrán ríos de agua viva.” .
Cuando Cristo venga por nosotros nos encontraremos frente al trono de Dios, y Él juzgará nuestras obras.