Wednesday, September 12, 2012

¿CUÁL ES EL “DON DE
DIOS”?


Un Estudio sobre Efesios 2:8-9



“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe;
y esto no de vosotros,
pues es DON DE DIOS;
no por obras, para que nadie se gloríe.”
(Efesios 2:8-9)


¿Cuál es “EL DON DE DIOS” al que se refieren estos versículos? Esta es una pregunta clave que debe ser respondida con cuidado. Hay muchos que enseñan que, en este pasaje, Pablo se estaba refiriendo a la FE como el DON DE DIOS. Ellos dicen que una persona no puede ser salva a menos que Dios le de al pecador el don de la fe salvadora. Muchos de estos maestros [usualmente instruidos en la Teología Reformada o Teología del Pacto] insisten que la regeneración precede a la fe (es decir, que una persona debe haber nacido de nuevo antes de que pueda creer). Este punto de vista es inconsistente con la clara enseñanza de la Biblia. Por ejemplo, Juan 1:12 no dice: “Mas cuantos fueron regenerados, a ellos ÉL dio poder para creer en Su Nombre, a los que fueron hechos hijos de Dios”. También Juan 20:31 dice, “para que creyendo, tengáis vida”. No dice, “para que teniendo vida, podáis creer” (que es lo que uno esperaría que dijera, si la regeneración precediera a la fe). Para un estudio más detallado sobre esto ver ¿La Regeneración precede a la Fe?

¿Qué es “el don de Dios” en Efesios 2:8-9? ¿Es la fe o es alguna otra cosa?

La clave para entender Efesios 2:8-9 es identificar correctamente el antecedente del  pronombre “esto” (touto). El pronombre “esto” (v.8), ¿se refiere a la fe o se refiere a la salvación? Hay quienes dicen que la “fe” es el don de Dios y hay otros que dicen que la “salvación” es el don de Dios. Consideraremos ahora estas dos maneras de interpretar este pasaje, como también otros dos puntos de vista que son una variación de los primeros dos:

#1 – La Fe es el Don de Dios

“Porque por gracia sois salvos por medio de la FE; y ESTA FE no es de vosotros, esta fe es don de Dios; esta fe no es por obras, para que nadie se gloríe” (en este caso el antecedente del pronombre se identifica como “fe”).

#2 – La Salvación es el Don de Dios

“Porque por gracia SOIS SALVOS por medio de la fe; y ESTA SALVACIÓN no es de vosotros, esta salvación es don de Dios; esta salvación no es por obras, para que nadie se gloríe” (en este caso el antecedente del pronombre es identificado como “salvación”, lo cual es la idea del verbo principal “sois salvos”).
La salvación es el don de Dios y este don es recibido por fe personal. El don es la salvación; y este don se recibe por fe.

Variación de la Postura #1

Hay una tercera postura que, al igual que la postura #1, dice que el don de Dios es la fe, pero que, al contrario del punto de vista #1, dice que la salvación, no la fe, “no es por obras”. Esta es la opinión de Charles Hodge y otros. Estos hombres comprenden que Pablo nunca diría que “la fe no es por obras” (por motivos que analizaremos más adelante) y por eso se ven obligados a colocar un paréntesis forzado y artificial en el medio de estos versículos. Esta opinión puede formularse como sigue:

“Porque por gracia sois salvos por medio de la fe (y esta fe no es de vosotros, esta fe es el don de Dios), no por obras (es decir, esta salvación no es por obras), para que nadie se gloríe”.

Si el pronombre se refiere realmente a la “fe”, entonces es mejor ser consistente con “fe” en todo el versículo. El motivo del paréntesis es que hombres como Hodge se dan cuenta que es difícil decir que la “fe no es por obras” y esta dificultad será analizada más adelante. Esta opinión de Charles Hodge y de otros es en realidad una variación del primer punto de vista mencionado, que dice que la “fe” es el antecedente del pronombre (“esto”). Ellos enseñan que la “fe” es el don de Dios. Ellos están en lo cierto al decir que la salvación no es por obras; ellos están equivocados cuando dicen que este pasaje enseña que la fe es el don de Dios.

Variación de la Postura #2

Hay una cuarta postura que dice que todo el proceso de salvación (incluyendo la fe) es el don de Dios: “él (el pecador que viene a Cristo) se da cuenta que todo el proceso de salvación es un don de Dios, incluso la gracia de Dios y su propia elección de creer (Efesios 2:8-9). Juan Calvino también era de esta opinión. Calvino no creía que ese pronombre se refiriera a la “fe”. El creía que se refería a la “salvación por gracia mediante la fe” (todo el proceso de salvación, incluida la fe). ¿Es la salvación el don de Dios? Esta postura diría que “sí”. ¿Es la fe el don de Dios? Esta postura diría nuevamente que “sí”, porque la fe es considerada parte de la totalidad del proceso de salvación. De modo que, según esta opinión, no solo la salvación, sino también la recepción de la salvación (“fe”), serían el don de Dios.

Este punto de vista confunde el don con la recepción del don. Esto conduce a un problema obvio. Pongámonos en el lugar del pecador. Si la fe en Cristo es el don de Dios, ¿cómo recibo esta fe? En lugar de preguntar, “¿Qué debo hacer para ser salvo?”, debo preguntar “¿Qué debo hacer para creer?” Si la fe es el don de Dios, ¿cómo obtengo este don? ¿Debo orar a Dios pidiendo el don de la fe? ¿O me siento y hago nada, con la esperanza de que sea uno de los escogidos a quienes será dado este don? ¿Cómo obtengo el don de la fe salvadora? Esto es muy confuso y nos impide poner nuestra mirada donde debemos ponerla, esto es en Jesucristo y ÉL crucificado.

Identificando el Antecedente

Algunos podrán argumentar que “fe” es el antecedente más próximo: “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros” (Efesios 2:8). Es cierto que “fe” es el antecedente más próximo, pero puesto que hay numerosos casos en el Nuevo Testamento donde el antecedente más próximo no es el correcto, debemos ser cuidadosos al aplicar esta “regla”. Hay otras consideraciones más importantes.

Esta es la regla que la gramática griega exige seguir: Los pronombres están de acuerdo con sus antecedentes en género y número. Su caso está determinado por el propio artículo.

Esta regla es un fuerte argumento contra la afirmación de que el antecedente es “fe” porque “fe” no está de acuerdo con el género del pronombre. El pronombre “esto” (v.8) es NEUTRO, y la palabra “fe” (v.8) es FEMENINO. Si Pablo hubiese querido que sus lectores entendieran que el pronombre se refería a “fe”, entonces no hay razón para que no usara la forma femenina del pronombre. Si Pablo hubiese usado la forma femenina del pronombre, habría quedado claro y obvio que la FE es el don de Dios. Pablo no usó la forma femenina del pronombre.

¿Por qué usó Pablo el pronombre neutro? ¿Cuál es el antecedente? Si Pablo quería referirse a la idea contenida en el verbo principal (la idea de ser SALVO), habría sido perfectamente normal y apropiado usar el género neutro. Habría sido muy natural para Pablo decir, “Porque por gracias SOIS SALVOS por medio de la fe, y esta cosa de la cual estoy hablando, es decir, la salvación, no es de vosotros, es don de Dios…”  Si Pablo quería que el pronombre se refiriera a la idea contenida en el verbo, correspondía que usara la forma neutra.

Debemos ponderar con cuidado Efesios 2:8-9 para identificar correctamente el antecedente. Debemos preguntar, “¿De qué está hablando Pablo en Efesios 2:8-9? ¿Cuál es su punto principal?” Es obvio que Pablo está hablando de CÓMO UNA PERSONA ES SALVA. La idea principal de la frase se encuentra en el verbo “SOIS SALVOS”. ¿Cómo es salva una persona?
Efesios 2:8-9 responde esta pregunta clave. La salvación es por gracia. La salvación es mediante la fe. La salvación no es de vosotros. La salvación es el DON DE DIOS. La salvación no es por obras. Pablo no está dando una disertación sobre la fe, sino está dando una breve disertación sobre la salvación. Su tema principal es la SALVACIÓN. La fe es mencionada porque no puedes responder la pregunta “¿CÓMO ES SALVA UNA PERSONA?” sin mencionar la fe. Una persona es salva por creer en el Señor Jesucristo (Hechos 16:31). El don de Dios de la salvación tiene que ser recibido personalmente y es recibido por fe en el Señor Jesucristo.

EL DON DE DIOS – El Uso en el Nuevo Testamento

La Biblia se explica a sí misma. No necesitamos depender únicamente de Efesios 2:8 para descubrir qué es el don de Dios. Hay muchos otros pasajes en el Nuevo Testamento que nos dicen claramente cuál es el don de Dios. ¿Cómo se usa la expresión “don de Dios” en otras partes del Nuevo Testamento por Pablo y por otros?

Un estudio de otros lugares en que se usa la palabra “don” en el Nuevo Testamento indica lo siguiente:

dwron  un don, un presente (sustantivo neutro)

Esta palabra se usa en referencia al “don de Dios” una sola vez, y se encuentra en el pasaje que estamos considerando (Efesios 2:8). Sin embargo, hay otras palabras griegas relacionadas que se han traducido como “don” y son las siguientes:

dwrea  un don (sustantivo femenino)

Juan 4:10—el don de Dios es vida eterna (comparar v.14)

Hechos 2:38; 8:20, 10:45, 11:17—el don de Dios es el Espíritu Santo.

Romanos 5:15,17—estos versículos hablan del don de la justicia (justificación) y vida (comparar versículos 18, 21).

2 Corintios 9:15—este versículo habla del don inefable de Dios, que es Jesucristo.
Nótese que esta palabra nunca se usa para la fe.
dwrhma un don, un presente (sustantivo neutro)

Esta palabra nunca se usa para la FE, sino se usa para el don de Dios de la salvación o justificación (ver Romanos 5:16).

carisma un don dado gratuita y benignamente (sustantivo neutro)

Romanos 6:23—el don de Dios es vida eterna (comparar Romanos 5:15-16).

Esta palabra nunca se usa para FE (excepto en 1 Corintios 12:9, que habla del don transitorio del don de fe que obra milagros, pero no de la fe que salva).

* * * * * * *

Por lo tanto, en ningún otro lugar del Nuevo Testamento la palabra “DON” se refiere a la fe que salva, aunque reconocemos que si no fuera por la misericordia de Dios y Su benevolente capacitación e iluminación, no podría ejercitarse la fe salvadora (Juan 6:44, 65; Romanos 9:16, Mateo 11:27; 16:16-17; Hechos 16:14; etc.).

Hemos visto entonces que en el Nuevo Testamento hay muchos pasajes que hablan de la  SALVACIÓN (o justificación o vida eterna) como siendo el don de Dios, especialmente en los escritos de Pablo. En vista de esto, es más seguro identificar “el don de Dios” en Efesios 2:8 con la SALVACIÓN, a menos que hubiera algunas razones obvias para hacer otra cosa. Si Efesios 2:8 se refiriera a que la fe es el don de Dios, este sería el único lugar en el Nuevo Testamento en el que Pablo dijera algo así.

Puesto que el pronombre está en género neutro (que no está de acuerdo con el género femenino de la palabra “fe”) y puesto que el Nuevo Testamento, en otras partes, dice que la salvación es el don de Dios, tenemos buenas razones para concluir que, en Efesios 2:8, el don de Dios es la salvación.

“No por obras” – el Uso en el Nuevo Testamento

“No por obras, para que nadie se gloríe” (Efesios 2:9). ¿Qué cosa no es por obras? ¿Pablo está diciendo que la fe no es por obras o está diciendo que la salvación no es por obras? Nuevamente es útil hacer un estudio del empleo que Pablo hace en el Nuevo Testamento:


En Romanos 3:20 Pablo dice que la justificación no es por obras.

En Romanos 3:27 Pablo dice que la justificación no es por obras.

En Romanos 3:28 Pablo dice que la justificación es sin obras.

En Romanos 4:2, 6 Pablo dice que la justificación no es por obras.

En Romanos 9:11 Pablo dice que la elección no es por obras.

En Romanos 9:32 Pablo dice que la justicia no es por obras.

En Romanos 11:6 Pablo dice que la elección no es por obras.

En Gálatas 2:16 Pablo dice que la justificación no es por obras.

En 2 Timoteo 1:9 Pablo dice que la salvación y el llamamiento de Dios no son conforme a nuestras obras.

En Tito 3:5 Pablo dice que la salvación no es por obras.


Si Efesios 2:9 significa que la SALVACIÓN NO ES POR OBRAS, eso estaría en armonía con todos los pasajes mencionados. Pablo repite muchas veces que la salvación no es por obras, pero en ningún otro lugar en el Nuevo Testamento dice Pablo que “la fe no es por obras”. Pablo dice una y otra vez que la salvación (justificación) no es por obras, pero él nunca dice que la fe no es por obras. Sería torpe decir algo así. Que la fe no es por obras es tan obvio, que no es necesario decirlo. Como ha dicho John Eadie, “tu puedes decir que la salvación no es por obras, pero no puedes decir con propiedad que la fe no es por obras.” Por esto es que hombres como Hodge se ven obligados a poner un paréntesis en este pasaje: “sois salvos mediante la fe (y esto no de vosotros, pues es don de Dios) no por obras.” Hodge quiere que este versículo diga que la fe es el don de Dios (porque esto está de acuerdo con su Teología Reformada). Sin embargo, Hodge sabe que Pablo nunca diría que “la fe no es por obras”.

La Biblia dice repetidas veces que no somos salvos por obras (ver los versículos citados arriba). La Biblia también dice repetidas veces que somos salvos o justificados por fe (Romanos 5:1; etc.). Si un hombre no es salvo por obras, sino por fe, entonces es obvio que la fe no es una obra: “mas al que no obra, sino cree…” (Romanos 4:5). La fe y las obras no van juntas. La fe no es una obra. La obra es algo por lo cual nos podemos atribuir méritos. La obra es algo por lo cual podemos recibir recompensa. Obra es algo de lo cual nos podemos jactar. La obra es meritoria. La fe no es meritoria. Una persona no puede “merecer reconocimientos” o “jactarse” de su fe, porque la fe no es meritoria (no merece recompensa u honor). La fe no es algo de lo cual una persona pueda ufanarse. La fe no puede atribuirse méritos. La fe da todos los méritos a Cristo. La fe reconoce que Cristo recibe todo el mérito y alabanza y honor, porque ÉL lo hizo todo. La fe no es algo “bueno” que hace el hombre, sino es simplemente un reconocimiento de parte del hombre de que “no puedo hacer nada bueno, y que, por lo tanto, necesito un Salvador”. Solamente alguien que ignora totalmente el evangelio y el significado de “la fe”, podría tratar de atribuirse méritos por su fe. El hecho de creer no tiene mérito alguno.

Decir que la fe es una obra, es totalmente contrario a lo que el Nuevo Testamento enseña sobre la salvación. La salvación “no es por obras” y es totalmente “sin obras” (Romanos 3:28; 4:6). Los que creen, son los que “NO OBRAN” (Romanos 4:5). ¿Qué es lo que hacen entonces? Ellos DESCANSAN simplemente en la obra acabada de Cristo, quien lo hizo todo y lo pagó todo.

Si Efesios 2:9 habla de que la fe “no es por obras”, entonces este es el único lugar en el Nuevo Testamento en que Pablo hace una afirmación de esta naturaleza. Por otra parte, si este versículo está diciendo que la salvación no es por obras, esto estaría de acuerdo con lo que Pablo enseña frecuentemente en otras partes y este sería uno de los muchos versículos del Nuevo Testamento que enseña esta verdad.

Como ejemplo práctico, piense en cómo compartimos el mensaje de salvación con los que están perdidos. Muchas veces les decimos que la salvación no es por obras. Todas las religiones falsas enseñan algún tipo de salvación por medio de algún sistema de obras. Cuando compartimos el evangelio le decimos claramente a la gente que la salvación no es por obras y que no hay nada que ellos pueden hacer para ganar su salvación o para ganarse el favor de Dios. Por otra parte, no le decimos al pecador: “Amigo, la fe no es por obras. No puedes hacer nada para creer.” No, la fe es algo que el pecador debe hacer. El pecador es responsable de tomar a Dios por Su Palabra y descansar sobre la EXCELENCIA (quien ÉL es), la OBRA (lo que ÉL ha hecho) y la PALABRA (lo que ÉL ha dicho) del Salvador. Aunque la fe no es una obra meritoria, es algo que el hombre tiene que hacer: “Entonces le dijeron: ¿Qué debemos hacer para poner en práctica las obras de Dios? Respondió Jesús y les dijo: Esta es la obra de Dios, que CREÁIS en el que él ha enviado” (Juan 6:28-29). Es algo que el hombre es responsable de hacer y si no lo hace, es condenado (Juan 8:24; 3:18).

La Fe Salvadora

En Efesios 2:8, la fe no es el don. La fe es como recibimos el don. La fe es la mano del corazón que se extiende y recibe lo que, en Su benevolencia, Dios da. La fe es la respuesta del hombre a la bondadosa provisión y promesa de Dios. Fe es tomar a Dios por Su Palabra y descansar totalmente en Jesucristo, en QUIÉN ES ÉL, EN LO QUE ÉL HA HECHO y EN LO QUE ÉL HA DICHO.

Algunos calvinistas extremos tienden a hablar de la fe como de algo que el hombre no puede hacer. Esto es el resultado de una comprensión equivocada de la incapacidad del hombre. La pregunta que hizo el carcelero de Filipo era esta: “¿Qué debo hacer para ser salvo?” (Hechos 16:30). Algunos contestarían de esta manera: “¡Nada! No puedes hacer nada. Estás muerto y eres absolutamente incapaz de responder a Dios hasta que seas regenerado. No tienes ninguna parte en la salvación. Dios tiene que hacerlo todo. No puedes ejercer una fe salvadora”. Esta respuesta puede estar de acuerdo con el sistema teológico que uno tenga,  pero tiene un problema. Esto no es como respondieron Pablo y Silas a la pregunta. Pablo y Silas dijeron al carcelero que había algo que él podía hacer y que él era responsable de hacer: “CREE en el Señor Jesucristo” (Hechos 16:31 y comparar como respondió Pedro a una pregunta similar en Hechos 2:37-38).

Sea cual sea el sistema teológico que uno tenga, Hechos 16:31 es muy claro. Dios tiene que salvar; el hombre tiene que creer. Salvar es algo que tiene que hacer Dios. Creer es algo que el pecador tiene que hacer. Dios no cree en lugar del hombre. Aún William Hendricksen (que es Reformado en su teología y que cree que la fe es el don de Dios en Efesios 2:8), dice, “tanto la responsabilidad de creer como su diligencia son nuestras, porque Dios no cree por nosotros”. Otra ilustración podría ser el relato de las serpientes mortíferas en el desierto en Números 21. ¿Deberíamos decir que los israelitas no tuvieron que hacer su parte para liberarse de las mortíferas serpientes? ¡Por cierto que no! Su parte era MIRAR; la parte de Dios era SANAR. Ellos miraron y Dios los sanó.

La fe es cuando el pecador reconoce humildemente su desesperada necesidad y se da cuenta de que Dios tiene que realizar toda la salvación. La salvación es totalmente obra de Dios; la fe es totalmente responsabilidad del hombre. El hombre no contribuye a su salvación. Es obra de Dios. Dios no contribuye a la incredulidad del hombre. Es obra del hombre. Solo Dios puede salvar; el hombre tiene que creer. Los que son salvos, sólo pueden dar gracias a Dios; los que se pierden, sólo pueden culparse a sí mismos. Dios recibe todo el mérito por la salvación del hombre; el incrédulo tiene que cargar con toda la culpa y la responsabilidad por su condenación eterna. La persona salva dice con gratitud, “Estoy en el cielo por causa de Dios”. La persona perdida tendrá que reconocer, “Estoy en el infierno por culpa mía”. Su condenación no se basa en que Dios lo rechazó a él, sino en que él rechazó a Dios (Marcos 16:16; 2 Tesalonicenses 2:10,12; Juan 5:40).

Jamás nadie estará en la presencia de Dios diciendo, “Estoy condenado porque Dios nunca me dio el don de la fe.” Tal excusa nunca será pronunciada. Todos los hombres son responsables de creer. A todos los hombres se les manda creer y arrepentirse (1 Juan 3:23 y Hechos 17:30). Dios dice, “Mirad a mí” (eso es fe), y sed salvos, todos los términos de la tierra” (Isaías 45:22). De acuerdo con 1 Timoteo 2:4, Dios quiere que TODOS LOS HOMBRES VENGAN a ÉL (y venir a Cristo es lo mismo que creer en ÉL –Juan 6:35). Los hombres son responsables de creer y de venir y de arrepentirse. Los hombres son condenados por toda la eternidad por no hacer esto (Juan 8:24; 3:18; etc.).

D. L. Moody dijo en una oportunidad, “Algunos dicen que la fe es el don de Dios. También lo es el aire, pero tú tienes que aspirarlo; también el pan, pero tú tienes que comerlo; también el agua, pero tú tienes que beberla. Algunos desean alguna especie de sentimientos milagrosos. Eso no es fe. ‘La fe es por el oír, y el oír, por la Palabra de Dios’. No se trata de que yo me siente a esperar que la fe me sobrevenga… soy yo quien debo tomar a Dios por Su Palabra”.

De acuerdo con el apóstol Pablo, fe es “estar plenamente convencido de que Dios es poderoso para hacer todo lo que ha prometido” (Romanos 4:20-21). Dios ha prometido salvar a todos los que se acercan a ÉL por medio de Cristo (Hebreos 7:25), y el hombre de fe está totalmente persuadido y convencido de que Dios hará esto. Nótese también que Romanos 4:3 y Romanos 4:5 hablan de “su fe” (la fe de Abraham), no la fe de Dios. Un estudio del verbo “creer” en el Nuevo Testamento revela que el sujeto del verbo es el hombre (siempre son hombres o personas los que creen) y el verbo se usa en su forma activa, lo que significa que son los hombres y las mujeres, niños y niñas, los que deben llevar a cabo la acción del verbo. Tales personas deben creer. Dios los responsabiliza por hacer o no hacer tal cosa.

¿Qué Diferencia Hace Todo Esto?

¿Por qué está mal decir que la FE es el don de Dios? ¿Hay realmente alguna diferencia? ¿Cuáles son las implicaciones prácticas de decir tal cosa?

Recomendaría un artículo escrito por Roy L. Aldrich titulado “El Don de Dios”. El autor demuestra convincentemente que la interpretación de Efesios 2:8 que dice que la FE es el DON DE DIOS lleva a la doctrina de la fe del hiper calvinismo, la que a su vez lleva a un plan de salvación que no es según las Escrituras. Shedd dice, “El calvinismo sostiene que la fe es totalmente de Dios, y que es uno de los resultados de la regeneración” (Dogmatic Theology, Vol. II, p.472). Esto tiene por resultado un plan de salvación extraño. Según Shedd, por cuanto el pecador no puede creer, él es instruido a realizar los siguientes deberes: 1) Leer y escuchar la Palabra divina; 2) Aplicar con seriedad su mente a la verdad; 3) Orar por el don del Espíritu Santo por convicción y regeneración (Dogmatic Theology, Vol.II, p.512-513). Arthur Pink está de acuerdo con Shedd diciendo que el creyente debe “pedir a Dios que le conceda el don del arrepentimiento y la fe” (“La Soberanía de Dios”). Aquí va el excelente comentario de Roy Aldrich: “La tragedia de esta posición es que pervierte el evangelio. El pecador es instruido equivocadamente a pedir a Dios lo que Dios ya le está exhortando que reciba. Se le está diciendo, en realidad, que la condición para la salvación es la oración en vez de la fe”.

Otra ilustración de esto viene del púlpito del Dr. John MacArthur, un maestro de la Biblia muy popular en América. El Dr. MacArthur cree y enseña que la fe es el don de Dios. Esta enseñanza tiene algunas implicancias prácticas y afectará la manera en que una persona presenta el evangelio.

Si la fe es el don de Dios, ¿CÓMO OBTENGO LA FE? ¿No hago nada con la esperanza de que Dios soberanamente me la otorgue? O, ¿clamo a Dios y le pido que me de el don de la fe salvadora? Aparentemente, el Dr. MacArthur mantiene esta segunda opción. Al final de uno de sus mensajes él dio una invitación para salvación y dijo lo siguiente: “La fe es un don de Dios…es permanente…la fe, que Dios da, engendra obediencia… Dios te la da y ÉL la sostiene…quiera Dios concederte la verdadera fe salvadora, un don permanente que comienza en humildad y quebrantamiento por el pecado y termina en obediencia para justicia. Esa es la verdadera fe y es un don que solamente Dios puede dar, y si la deseas, ora y pide que ÉL te la conceda”.

Nótese lo que MacArthur está haciendo. El no le está diciendo al pecador que crea en el Señor Jesucristo (Hechos 16:31), sino que ORE y PIDA A DIOS que le de el DON DE LA FE. Esto pervierte el evangelio de Cristo haciendo que la condición de la salvación sea la oración en lugar de la fe. A los pecadores se les manda que crean en Cristo. No se les manda que oren por el don de la fe.
* * * * * *

Efesios 2:8-9 no es complicado. Es uno de los primeros pasajes que memoricé como nuevo creyente. Siempre entendí que significaba que la salvación era el don gratuito de Dios, y que la fe era el medio por el cual yo recibía ese don. Solo cuando empecé a leer a ciertos teólogos, me di cuenta que había otra interpretación. Que Dios nos ayude a no complicar ni corromper el mensaje de salvación, un mensaje tan directo y sencillo, que hasta un niño lo puede entender.


George Zeller,  Marzo 2000.

TOMADO
www.middletownbiblechurch.org 

Saturday, June 16, 2012

Aspectos prácticos del mensaje de la Cruz y el vivir en la carne
por Henri Viaud-Murat.

Me gustaría ahora abordar los aspectos prácticos. Es necesario anunciar el mensaje de la Cruz. Pero es mas necesario que sea vivido de manera concreta en nuestra vida de todos los días. Yo pude haber comprendido el mensaje, pude haber comprendido también de manera espiritual. Todavía es necesario que se vea en mi vida todos los días. Aquellos que me ven, que soy un cristiano, deben ver a Jesucristo en mí. Entonces es indispensable que mi carne ya no sea un obstáculo a la manifestación. El Señor Jesús debe manifestarse a través de mí, a través de todos nosotros que somos Sus hijos.
Me gustaría comenzar citando un pasaje de la Epístola de los Gálatas
¡Oh Gálatas insensatos! ¿Quién os fascinó para no obedecer a la verdad, a vosotros ante cuyos ojos Jesucristo fue ya presentado claramente entre vosotros como crucificado?
Gál. 3: 1
Pablo les había predicado el mensaje de la Cruz. Pablo les había llevado al Señor. Una de las primeras cosas que Pablo hacía, cuando efectuaba sus viajes misioneros, era tomar aparte a los discípulos e instruirles en la Palabra del Señor. El primer mensaje que les transmitía era aquel de Jesucristo crucificado. Les explicaba las revelaciones que el Señor le había hecho. Pablo les dijo, en algunas Palabras: "Yo les expliqué lo que era la obra de Jesús sobre la Cruz. Ahora, Gálatas insensatos (eso significa en realidad "estupidez"), después de haber escuchado el mensaje de la Cruz, así que ustedes no obedecen a la verdad. Han comenzado bien vuestra vida espiritual con Cristo. Pero ahora volvieron a caer en la situación difícil de la carne. Ustedes volvieron a algo que ya habían dejado"
Pero Pablo enseguida les explica donde se encuentra la verdad. Les muestra lo que deben hacer si quieren permanecer en la voluntad del Señor y serles agradables.
Esto solo quiero saber de vosotros ¿recibisteis el espíritu por las obras de la ley, o por el oír con fe? ¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
Gál. 3: 2- 3
¿Es por vuestra inteligencia que razona o por vuestra inteligencia humana carnal? ¿Usted recibió el Espíritu por las obras de la ley o por la predicación de la fe? El mensaje de la Cruz nos fue dado por la Palabra de Dios. Después, el Espíritu Santo que esta en nosotros, nos revela en el corazón. Entonces Pablo les explica que ellos recibieron al Espíritu por la predicación de la fe, y no por las obras de la ley.
El Espíritu Santo quiere iluminar nuestra inteligencia espiritual, por una revelación directa en nuestro corazón. Después debemos apropiarnos enseguida de esta revelación, ampararnos por la fe. Es la misma cosa para el mensaje de la Cruz. No podemos poner en práctica el mensaje de la Cruz cumpliendo obras. Podemos haber entendido intelectualmente el mensaje de la Cruz, y decir: "Entendí que debo llevar una vida crucificada. Tomo la resolución de hacerlo. Me voy a esforzar para hacerlo en todos los aspectos de mi vida" Pero mientras tanto voy a reaccionar por las obras de la carne, y no por la fe. El Espíritu Santo me comunica esta fe cuando mi inteligencia espiritual fue iluminada, y cuando mi espíritu recibió plenamente el mensaje de la Cruz.
Un poco más lejos Pablo explica un poco más lo que él quiere decir:
¿Tan necios sois? ¿Habiendo comenzado por el Espíritu, ahora vais a acabar por la carne?
Gál. 3:3
Hay dos maneras de vivir el mensaje de la Cruz: una manera espiritual por la fe y una manera carnal y legalista, por la ley y por los mandamientos.
¿Tantas cosas habéis padecido en vano? Si es que realmente fue en vano. Aquel, pues, que os suministra el Espíritu, y hace maravillas entre vosotros ¿Lo hace por las obras de la ley, o por el oír con fe? Así Abraham creyó a Dios, y le fue contado por justicia. Sabed por tanto, que los que son de fe, estos son hijos de Abraham.
Gál. 3: 4- 7
Podemos entonces vivir plenamente todo el mensaje de la Cruz, si recibimos por la fe, y si vivimos por la fe. Volvemos siempre al problema de la fe. Toda la herencia de Cristo, a comenzar por la salvación, debe ser recibida por la fe.

Friday, May 25, 2012

Los terrores del infierno


La doctrina del infierno es una de las más olvidadas de toda la Escritura. Cuando hoy se menciona el infierno, generalmente es ridiculizado, como si toda la idea del infierno estuviera tan pasada de moda que sólo los ingenuos e ignorantes pudieran creer que un lugar así realmente exista.
Esto no es difícil de entender. El hombre natural aborrece la idea de tener que dar cuenta de su vida delante de un Dios santo, él (el hombre natural), ama el pecado y no quiere vivir sin él. La mente no regenerada presenta una objeción tras otra con tal de no encarar la realidad del infierno. El ser humano vive su vida pensando que si ignora una dificultad por un determinado tiempo puede que ésta desaparezca. Hasta los líderes religiosos tenidos por conservadores comienzan ahora a atacar la idea del infierno. Dejemos que los hombres hagan lo que les plazca, seguros de que las frívolas objeciones de los necios no conseguirán destruir la realidad del infierno. 

En medio del clamor que busca aniquilar el infierno están aquellos que creen que la Biblia es verdad, estos deben pararse y hablar. Meditar en los terrores del infierno puede ser uno de los ejercicios mas importantes que puedas hacer en esta vida. Si "el que oye el sonido de la trompeta no se da por advertido, y viene una espada y se lo lleva, su sangre recaerá sobre su cabeza" (Ezequiel 33:4). Pido el favor de que el lector se tome el tiempo de leer este librito hasta el final.

¿Por qué debería uno preocuparse por el infierno? ¿Por qué gastar tiempo leyendo sobre el infierno? Son varias las razones que nos muestran el beneficio de hacerlo:

Oir de los terrores del infierno puede chocar a la conciencia y despertarle de su falsa seguridad. 

Saber del infierno contribuye a detener al hombre de su camino de pecado. Tanto el piadoso como el malvado son persuadidos de no pecar cuando recuerdan regularmente los terrores del infierno. 

Conocer los terrores del infierno puede ayudar a despertar a aquellos que piensan que son salvos solo porque creen en Cristo o en los hechos del Evangelio, pero que no son realmente salvos sino que están camino del infierno, sin saberlo. 

Predicar la doctrina del infierno es beneficioso tanto para creyentes e incrédulos por igual, como será demostrado.

¿Por qué las personas no tienen miedo del infierno? Parece que hoy hay una real carencia de miedo a la realidad del infierno. Esto afecta tanto a aquellos que asisten a la iglesia como a los que viven en el mundo. La gente no teme el infierno, ¿por qué?

Una persona no tendrá miedo de un león cuando es un cuadro en la pared. ¿Cómo es esto? Bueno, se trata solo de una pintura. Sabe que no es real. Pero si esa persona fuera dejada sola en la jungla y se topara cara a cara con una león real, rugiendo ferozmente, entonces se llevaría un susto de muerte. La conciencia del ser humano tocante al infierno es semejante a la del hombre que sólo ve un león pintado en un cuadro. Sin embargo, oímos del infierno en la Biblia. Sabemos que el Señor Jesús habló del infierno. De hecho, Cristo habló más del infierno que de ninguna otra cosa en las Escrituras. ¿Cómo es que los hombres no creen que el infierno es real? Porque no han escuchado lo suficiente sobre él. No han estudiado todo lo que la Biblia enseña sobre el tema. No es lo que oímos solamente lo que contribuye a forjar nuestra creencia, lo que no oímos también contribuye a formar nuestro sistema de creencias. Únicamente el Espíritu Santo puede presentar a nuestros corazones los terrores del infierno de tal modo que los sintamos tan reales como nunca antes. La doctrina del infierno ha sido usada por Dios en la conversión de pecadores más que ninguna otra de las Escrituras. Ora para que, mientras lees este tratado, el Espíritu Santo pueda mostrarte el infierno tan auténticamente real como es.

LA NECESIDAD DEL INFIERNO
Muchos de los que hoy día se burlan del infierno, probablemente lo hacen por varias razones. Primariamente se trata de un deseo de estos de continuar en sus propios caminos de pecado sin tener sus conciencias preocupadas con la idea de las consecuencias de sus acciones. No quieren oír que lo que están haciendo está mal. No quieren oír que sus pecados serán castigados. Alguien pudiera objetar: "El tormento eterno en el infierno, ¿no es inconsistente con un Dios misericordioso y amante? ¿Cómo puede un buen Dios castigar a la gente en el infierno para siempre?" Un malentendido del carácter de Dios y de la naturaleza del pecado puede llevar fácilmente a este tipo de preguntas. ¿Por qué es necesario el infierno? Examinemos algunas razones que nos hablan de su necesidad.
La pecaminosidad del pecado y la santidad de Dios. La dificultad que la mayoría de la gente tiene a la hora de comprender la necesidad del infierno está relacionada con su incompleto e inadecuado entendimiento de lo terrible que es el pecado y de lo glorioso que es Dios. No vemos el mal tan grande que hay en el menor de los pecados ni entendemos la santidad de Dios, su justicia y su ira. Si viéramos el pecado como la maldad más grande en el mundo y nos diéramos cuenta de que cada pecado es un rechazo del gobierno de Dios sobre nosotros, una burla, una bofetada en su rostro, lanzarle estiércol a Él, comenzaríamos a comprender un poco de lo que nuestro pecado representa para Dios. Cada vez que pecamos erigimos un dios rival en nuestro corazón, en la forma de nosotros mismos o de nuestro vicio más querido. El pecado rechaza al Creador como Dios y pone la criatura en su lugar. 

Si pudiéramos entender la santidad de Dios y lo que significa ser santo, puro, perfecto, justo, incontaminado, limpio hasta del menor pecado, tendríamos una idea mejor de por qué Dios aborrece tanto el pecado. La santidad absoluta no puede tolerar el menor de los pecados. "Muy limpio eres de ojos para ver el mal, ni puedes ver el agravio" (Habacuc 1:13). Si pudiéramos comprender la gloriosa santidad de Dios y su pureza, así como la abominable naturaleza del pecado, entonces no tendríamos problemas con la necesidad absoluta del infierno.

"Más engañoso que todo, es el corazón, y sin remedio; ¿quién lo comprenderá?" (Jeremías 17:9). El corazón humano está enfermo, es malvado, engañoso. La corrupción del corazón hace que el ser humano sea engañado respecto a la fealdad del pecado y muchas otras cosas mas.

La naturaleza infinita de Dios. Para entender lo que el pecado es realmente tenemos que verlo a través de los ojos de Dios. Dios es un ser infinito y eterno. Cada acto pecaminoso es cometido contra un Dios infinito y santo. Con cada pecado destronamos a Dios y nos colocamos a nosotros mismos por encima de Él. En cada pecado se encierra esta cuestión: "¿Cuál es la voluntad a cumplirse, la de Dios o la del hombre? Mediante el pecado, el hombre coloca su voluntad por encima de la del Señor, de tal modo que pone a Dios como basura bajo sus pies". Un solo acto pecaminoso cometido contra un Dios santo e infinito merece castigo infinito. Es un mal infinito ofender a un Dios infinito, incluso una sola vez. 

La justicia divina. Un solo pecado contra Dios obliga a Dios a vindicar su nombre y su justicia mediante un castigo tan completo como sea debido. Dios puede y quiere vindicar su justicia. Lo promete en Romanos 12:19, donde se dice: "Amados, nunca os venguéis vosotros mismos, sino dar lugar a la ira de Dios, porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré, dice el Señor". Uno de los predicadores más grandes que jamás haya existido, Jonathan Edwards, escribió: "La gloria de Dios es el mayor bien; es el fin supremo de la creación, es de más importancia que cualquier otra cosa. Pero hay un modo mediante el cual Dios se glorificará a si mismo, a saber, la destrucción eterna de los impíos, que glorificará Su justicia. Entonces se presentará como un gobernador justo de este mundo. La justicia vindicativa de Dios se presentará estricta, puntual, asombrosa, terrible y por tanto gloriosa".

UNA DESCRIPCIÓN DEL INFIERNO
El infierno es un horno de fuego inextinguible, un lugar de tormento eterno, donde sus víctimas son atormentadas tanto en sus cuerpos como en su mentes, conforme a sus naturalezas pecadoras, los pecados actuales cometidos y la cantidad de luz espiritual ofrecida y rechazada por ellos. El infierno es un lugar de donde la misericordia y la bondad de Dios han sido retiradas; donde la ira de Dios es revelada como un fuego consumidor, terrorífico; donde los impíos viven con sus vicios sin poder realizarlos en un tormento sin fin.
En Mateo 13:47-50, el Señor Jesús narró una parábola sobre el juicio. En los versículo 49 y 50, el Señor describe el destino de los malvados: "Así será el fin del mundo; los ángeles saldrán y sacarán a los malos de entre los justos, y los arrojarán en el horno de fuego; allí será el llanto y el crujir de dientes".

Al examinar las palabras del Señor lo primero que deberíamos notar es que el infierno se describe como un horno de fuego. El horno de Nabuconodosor (del que se nos habla en el Antiguo Testamento) fue calentado siete veces más de lo acostumbrado y es descrito como "un horno de fuego ardiente" (Daniel 3:23). Juan el Bautista hablé de "fuego inextinguible" (Lucas 3:17) y Apocalipsis describe el infierno como "lago de fuego que arde con azufre" (Apocalipsis 19:20). ¿Podemos, realmente, imaginarnos el horror del cual hablan estas palabras? Imagina cada parte de tu cuerpo expuesta al fuego al mismo tiempo, de modo que cada fibra de tu ser sienta el intenso tormento de ser quemado. ¿Cuánto tiempo aguantarías semejante castigo? Cristo dice que "allí será el llanto y crujir de dientes". Los impíos llorarán y crujirán los dientes al tener que soportar el dolor y el sufrimiento más intenso que jamás hayan sentido de unas llamas que les consume constantemente cada parte de su cuerpo. No habrá alivio.

Jonathan Edwards describe en lenguaje gráfico cómo serán las llamas del infierno: "Algunos de ustedes han visto edificios incendiados; imaginen, por lo tanto, cuán poca ayuda a la hora de sofocar las llamas podrían ofrecen si se encontraran en medio de tan grande y voraz fuego. Han visto a menudo una araña o cualquier otro insecto arrojado en pleno fuego y observado lo rápido que sucumbe a la fuerza de las llamas. No se presenta una larga batalla, no hay lucha contra el fuego, ninguna fuerza puede oponerse al calor o escapar de él, el insecto inmediatamente se rinde y cede, el fuego toma posesión de él, y enseguida se convierte en una chispa de fuego. Aquí tenemos una pequeña imagen de lo que tú serás en el infierno, a menos que te arrepientas y acudas a Cristo. Consolarte a ti mismo imaginando que podrías Soportar los tormentos del infierno tanto como puedas sería como si un gusano, a punto de ser arrojado a un horno candente, se preparara y fortaleciera a sí mismo, dispuesto a combatir las llamas".

El infierno también se describe como un lugar de tinieblas. El Señor Jesús habla de un invitado que se presentó a una boda sin traje y fue arrojado a "las tinieblas de afuera" (Mateo 22:13). judas escribe de aquellos que están en el infierno, "para quienes la oscuridad de las tinieblas ha sido reservada para siempre" (Judas 13). Christopher Love dice en su libro Hell's Terrors (Los terrores del infierno): "La oscuridad es terrible y los seres humanos están preparados para temer más las tinieblas que la luz: el infierno, por consiguiente, es descrito con esta imagen terrible para hacer que los corazones tiemblen, pues se trata no solo de tinieblas, sino de la más oscura de las tinieblas".

El infierno es comparado a Tofet en Isaías 30:33. Tofet era el lugar donde los judíos idólatras sacrificaban a sus hijos al dios pagano Moloch, arrojándolos al fuego dispuesto para ello. Día y noche se oían en ese lugar quejidos y lamentos, como día y noche se oirán quejidos, lamentos y llanto en el infierno.

Isaías habla de "el soplo del SEÑOR, como torrente de azufre" encendiendo el infierno. Hay suficiente evidencia en la Escrituras para demostrar que Dios mismo será el fuego del infierno. Hebreos 12:29 dice: "Nuestro Dios es fuego consumidor". Los impíos de la tierra ignorantemente bailan de alegría cuando el predicador habla del amor y misericordia de Dios, pero no se beneficiarán ni de lo uno ni de lo otro si no se arrepienten. Para ellos Dios será fuego consumidor. Hebreos 10:30-31 advierte: "Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo pagaré. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo. Horrenda cosa es caer en las manos del Dios vivo!" ¡Es horrendo, terrible, caer en las manos del Dios vivo! Pecador, tú no escaparás del infierno. Dios será tu infierno y su ira te consumirá y será derramada sobre ti todo el tiempo que El exista. "¿Quién conoce el poder de tu ira?" (Salmos 90:11). Por cuanto Dios mismo será el fuego del infierno, las palabras no pueden expresar los terrores de los condenados al infierno. "No hay razón para temer que, quizá, los ministros del Evangelio expongan este asunto más allá de lo que realmente es; semejante posibilidad no es tan temible como se pretende... Más bien, tenemos motivos para suponer que después de haber dicho todo lo que es posible, todo lo que hemos dicho o pensado no es sino una pálida sombra de la realidad".

En Lucas 16:19-26 Cristo habla de dos hombres. Uno de ellos era rico (tradicionalmente conocido por Divas o Epulón); el otro era pobre (por nombre Lázaro). Ambos murieron. El pobre fue llevado por ángeles al cielo y el rico fue al infierno. El rico no fue a tal lugar por ser rico, ni el pobre al cielo por ser pobre. El Señor muestra mediante esta historia de contrastes que nuestras circunstancias pueden cambiar drásticamente cuando pasamos del tiempo a la eternidad. No debemos ser tan tontos como para pensar que porque Dios no nos haya tratado duramente en esta vida no lo vaya a hacer después de la muerte. El lugar de morada eterna de ambos hombres fue el resultado de la condición de sus corazones delante de Dios mientras vivían en la tierra. Lázaro fue un verdadero seguidor de Dios, no así Divas. Queremos notar cuidadosamente lo que la Escritura dice acerca de Divas y su condición, pues tenemos mucho que aprender de él sobre el infierno.

Los versículos 23 y 24 indican que Divas estaba "en tormento". ¿Cuál es el significado de estar en tormento? Este tormento, se refiere por igual al tormento padecido por el cuerpo como por el alma. Como hemos visto, el cuerpo humano será atormentado en un horno de fuego. Cada parte del cuerpo sentirá el dolor ocasionado por ese fuego. Personas con fuerte dolor de estómago pueden sentir gran agonía debido a ello, pero el dolor del infierno será mucho más grande. Se dice que a veces la muerte por cáncer causa dolor supremo en el cuerpo, pero el dolor en el infierno será peor todavía. Si tu cuerpo padeciera varios y dolorosos males al mismo tiempo, aún no comenzarías a acercarte al dolor de los condenados en el infierno.

La conciencia del ser humano también será atormentada en el infierno. La conciencia es el gusano que no muere, del cual habla la Escritura (Marcos 9:48; Isaías 66:24). A Divas se le dice: "recuerda que durante tu vida". Los hombres serán atormentados físicamente con un dolor intenso, pero también serán atormentados por su propia memoria. Recordarán las veces que escucharon la alarma y, no haciéndole caso, se burlaron de ella. Recordarán las veces que fueron advertidos y llamados a arrepentirse, o que se les dijo que era imposible recibir las bendiciones del cielo sin someterse a Cristo como Señor, pero no hicieron caso. Serán atormentados al ver, a distancia (tal como lo hizo Divas), las glorias del cielo y saber que están condenados para toda la eternidad. Serán atormentados por deseos insatisfechos (Divas no puede recibir ni siquiera una gota de agua que refresque su lengua). Serán atormentados por el hecho de saber que nunca escaparán del infierno (a Divas se le dice: "de modo que los que quieran pasar de aquí a nosotros no puedan"). Serán atormentados por los gritos, lamentos y maldiciones de los condenados a su alrededor. El tormento más cruel que un hombre pueda experimentar aquí en la tierra es como la picada de una mosca comparado a los tormentos del infierno.

Jonathan Edwards, en un sermón sobre El castigo futuro de los impíos, habla de cómo éstos son incapaces de encontrar un solo momento de descanso en el infierno: "No hallarán nada que alivie sus penas en el infierno. Nunca encontrarán un lugar de reposo allí; ningún rincón secreto que sea más fresco que los demás, donde puedan tener un poco de reposo, una pequeña reducción de la gravedad de su tormento. Jamás encontrarán un arroyo o fuente de agua fría en ninguna parte de aquel mundo de tormento; no, ni siquiera una gota de agua que calme sus gargantas. No tendrán compañero que les dé un mínimo de consuelo, u ofrezca un mínimo bienestar. No encontrarán lugar donde puedan estar y descansar y tomar aliento, siquiera por un minuto, porque serán atormentados con fuego y azufre. No tendrán descanso ni de día ni de noche por los siglos de los siglos".

LA ETERNIDAD DEL INFIERNO
El aspecto más terrorífico del infierno es el de su duración. El infierno es eterno, es decir, para siempre, sin fin. ¿Puedes entender la eternidad? Ninguna fórmula o ecuación matemática puede explicarla. Tu mente no puede concebir la eternidad, y, sin embargo, es real pesar de todo. Este solo aspecto del infierno debería hacer que los hombres gritarán en arrepentimiento. No es extraño que los escépticos de todos los tiempos hayan atacado la naturaleza eterna del infierno, sustituyéndola por doctrinas como la aniquilación de los incrédulos. Echemos una mirada más a las Escrituras para verificar la naturaleza eterna del infierno y tratar de entender mejor la eternidad. Después miraremos por qué tiene que ser eterno el infierno.
"Y el diablo que los engañaba fue arrojado al lago de fuego y azufre, donde también está la bestia y el falso profeta; y serán atormentados día y noche por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 20:10). Este versículo nos muestra con claridad la duración del infierno. El infierno es por los siglos de los siglos. ¿Podría usarse una afirmación más tajante que esta? Si el Espíritu de Dios quiso comunicar a los seres humanos la naturaleza eterna del infierno, ¿que puede comunicar esto mejor que la expresión "por los siglos de los siglos"? La Escritura no contiene otra mayor expresión que denote eternidad sino "por los siglos de los siglos", porque es la misma afirmación que se aplica a la existencia eterna de Dios mismo: "Al que está sentado en el trono, al que vive por los siglos de los siglos" (Apocalipsis 4:9). ¿Hay quien dude de que Dios vivirá por toda la eternidad? ¿Por qué, entonces, dudas que el infierno permanecerá toda la eternidad siendo que se utiliza la misma expresión para ambos?

"No es mucha la idea que podemos hacernos de esta cuestión, pero, para ayudarles en su manera de concebirla, imagínense en medio de una hoguera o de un gran horno, donde su dolor sea mucho más grande que el ocasionado por el roce accidental de un carbón ardiendo, puesto que su calor es superior. Imaginen también que sus cuerpos sean retenidos en ese lugar durante un cuarto de hora, en plena conciencia, cuán grande el horror de entrar en semejante horno! ¡Y que largo les parecería ese cuarto de hora! Después de haberlo soportado durante un minuto, que insufrible sería pensar que todavía faltaban otros catorce. Pero, ¿cuál sería el efecto producido en sus almas, si ustedes supiesen que tendrían que permanecer en ese tormento durante veinticuatro horas... o un año entero... o miles de años? Oh, entonces, cómo se hundirían sus corazones si supieran que habrían de sufrirlo año tras año, ¡qué no habría final! Sin llegar nunca al final! ¡Que después de un millón de millones de siglos, su tormento no estaría más cerca de su final que al principio, y que nunca serán liberados! Pero el tormento en el infierno será inmensamente superior a lo que esta ilustración representa."

El Señor Jesús, describiendo el día del gran juicio final, se refiere a la separación de los impíos de los justos con estas palabras: "Y éstos irán al castigo eterno, pero los justos a la vida eterna" (Mateo 25:46). ¿Hay alguien que niegue que el cielo exista eternamente? ¿Tendrá fin algún día futuro, la bendición de los justos en el cielo? Naturalmente que no; sin embargo, la misma palabra griega empleada en este versículo para la vida eterna de los justos es la que se utiliza para el castigo eterno de los injustos. El infierno durará tanto como el cielo.

En el infierno habrá diferentes grados de castigo determinado para cada ser humano según indican algunos pasajes de la Escritura. Lucas 12:47-48 dice: "Y aquel siervo

que sabía la voluntad de su señor, y que no se preparó ni obró conforme a su voluntad, recibirá muchos azotes; pero el que no la sabía, e hizo cosas que merecían castigo, será azotado poco. A todo el que se le haya dado mucho, mucho se demandará de él; y al que mucho le han confiado, más le exigirán". En Mateo 11:24 Cristo dice: "Os digo que en el día del juicio será más tolerable el castigo para la tierra de Sodoma que para ti". Los versículos de Mateo indican que la gente de Capernaúm recibirá mayor castigo en el día del juicio que aquellos que vivieron en la depravada Sodoma. Los versículos de Lucas hablan de una distinción en el juicio basada en la cantidad de luz recibida: algunos recibirán muchos azotes mientras que otros recibirán pocos.

Quienes cometen mayores o más pecados que otros recibirán mayor castigo en el infierno (Juan 19:11). Los hipócritas religiosos, aquellos que profesan la fe cristiana, pero no son realmente cristianos, serán más severamente castigados que el resto (Mateo 23:14-15). El Señor dijo de Judas Iscariote: "Mejor le fuera a ese hombre no haber nacido" (Mateo 26:24). ¿Cómo se podrían hacer estas afirmaciones si fuera cierto que la aniquilación es lo único que hay después de la muerte? La presencia de diferentes grados de castigo sólo tiene sentido a la luz de la capacidad de sentir el castigo. ¿De qué modo puede decirse que hubiera sido mejor para Judas no haber nacido si la aniquilación es todo lo que le esperaba? La aniquilación o extinción no es castigo en absoluto.

Cada vez que el incrédulo peca aumenta el nivel de su tormento en el infierno. La persona que peca el doble que otra con similar luz, recibirá el doble de castigo. Cada día que el pecador continúa viviendo y respirando aquí en la tierra sin arrepentirse añade a su castigo en el infierno. Romanos 2:5 dice: "Mas por causa de tu terquedad y de tu corazón no arrepentido, estás acumulando ira para ti en el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios". El Señor Jesús exhortó a los justos a hacerse tesoros en el cielo antes que en la tierra. Los impíos aumentan su ira y tormento futuro en el infierno cada momento que continúan pecando. Añaden a su castigo diariamente. En el infierno los hombres desearán no haber nacido.

Charles Haddon Spurgeon dijo: "En el infierno no hay esperanza. Ni siquiera la esperanza de morir: la esperanza de ser aniquilados. ¡Están perdidos por los siglos de los siglos! En cada eslabón de la cadena del infierno está escrito: "para siempre". En las llamas del infierno se iluminan estas palabras: "para siempre". Encima de sus cabezas ellos pueden leer: "para siempre". Su mirada está desencajada y sus corazones dolorido con la idea de que es "para siempre". Oh, si pudiera decirles esta noche que el infierno se apagará un día y que aquellos que están perdidos podrán ser salvos, habría una verdadera fiesta en el infierno de solo el pensarlo. Pero no puede ser; es "para siempre" que han sido arrojados a las tinieblas de afuera".

Christopher Love emplea una ilustración para tratar de ayudarnos a entender lo que significa la eternidad: "Supongan que todas las montañas de la tierra fueran montañas de arena, y que más y más montañas fueran añadidas hasta alcanzar el cielo, y que un pajarito puede tomar un grano de arena cada mil años de esa gigantesca montaña. Serían necesarios innumerables millones de años antes de que toda esa masa de arena desapareciera, y aun así este proceso de tiempo llegaría a un final, y sería una dicha para el hombre si el infierno no durara más que ese tiempo; pero esta es la miseria del hombre en el infierno, no tendrá más oportunidad de salir después de haber transcurrido millones de años que cuando fue arrojado allí al principio; porque su tormento se prolongará por la eternidad, sin fin, por cuanto el Dios que castiga es eterno".

Anteriormente consideramos la necesidad del infierno o la razón de que tuviera que existir un lugar como ése. Ahora analizaremos la razón por la que el infierno no sólo tiene que existir sino que debe existir eternamente. ¿Cuál es la necesidad por la que el infierno tenga que ser eterno? Son varias las respuestas que podemos explorar brevemente.

La primera razón a considerar es la que Christopher Love acaba de mencionar. El Dios que condena es un Dios eterno. "La eternidad del infierno se basa en la naturaleza de Dios".10 ¿Es eterna la Palabra de Dios? ¿Es la naturaleza de Dios eterna? La Escritura dice: "Jesucristo es el mismo, ayer, hoy y por los siglos" (Hebreos 13:8). "Esplendor y majestad es su obra, y su justicia permanece para siempre" (Salmo 111:3). "La Palabra del Señor permanece para siempre" (1 Pedro 1:24). Si la Palabra de Dios es eterna, si la justicia de Dios es eterna y si Dios mismo es eterno, ¿por qué, entonces, no va a ser eterna su ira también? Como eternamente existente, todos los atributos de Dios son eternos e inmutables; por consiguiente, el infierno, como expresión de la ira divina, debe ser eterno.

El infierno debe ser eterno porque la justicia de Dios nunca quedaría satisfecha por el castigo finito de los pecadores, no importa lo mucho que durara. Cristo aclara esta cuestión cuando habla de hacer las paces con el adversario antes de ir al magistrado si no serías arrojado a la cárcel y, "Te digo que no saldrás de allí hasta que hayas pagado aun el último centavo" (Lucas 12:59). Los hombres no pueden dar nada a cambio de su pecado. Ninguna cantidad de castigo en el infierno, no importa lo mucho que dure, puede nunca expiar los pecados. Es imposible, por tanto el infierno debe ser eterno.

En tercer lugar, el infierno ha de ser eterno porque las Escrituras dicen que el gusano que corroe la conciencia del hombre en el infierno nunca muere. "Su gusano no morirá, ni su fuego se apagará" (Isaías 66:24). Si el gusano nunca muere, entonces aquellos que son atormentados por el gusano nunca morirán.

Por último, el infierno será eterno porque los hombres continuarán pecando en el infierno. Aumentarán y agravarán su culpabilidad allí. El infierno es un lugar donde los condenados maldecirán a Dios y a ellos mismos, y se quejarán y lamentarán con lenguaje blasfemo de los hombres alrededor de ellos. Los malvados se aumentarán el tormento entre si, al acusarse y condenarse unos a los otros. Los hombres no se arrepentirán en el infierno porque el carácter de los pecadores no cambia. Continúan siendo pecadores todavía. Pecarán durante toda la eternidad, por tanto Dios los castigará eternamente.

APLICACIÓN PARA LOS CREYENTES Y LOS NO CREYENTES
Los profetas del Antiguo Testamento nos avisan constantemente de los peligros del infierno: "¿Quién de nosotros habitará con el fuego consumidor? ¿Quién de nosotros habitará con las llamas eternas?" (Isaías 33:14). "En presencia de su indignación, ¿quién resistirá? ¿Quién se mantendrá en pie ante el ardor de su ira? Su furor se derrama como fuego" (Nahúm 1:6). Pecador, ¿eres tan arrogante como para pensar que puedes soportar la ira de Dios cuando sea derramada en toda su capacidad sobre ti? Es posible que pienses que el infierno no es tan caliente como se pinta y que podrás soportarlo bastante bien. Si crees esto eres algo más que un necio. Los terrores del infierno hacen que hasta los mismos demonios tiemblen, ¿eres tú tan necio como para permanecer inmóvil ante estos o tomarlos a la ligera?
No pienses que simplemente porque vas a la iglesia, o crees en Dios, o aceptas intelectualmente las verdades del cristianismo, escaparás del infierno. La mayoría de los que asisten a la iglesia regularmente cada semana alrededor del mundo irán al infierno. Thomas Shepard, pastor y fundador de la Universidad de Harvard (EE.UU.), escribió: "Creyentes nominales y hombres que creen ser salvos que tienen algo parecido a la fe, al pesar, al verdadero arrepentimiento, a los buenos deseos; pero solo son imágenes; engañan a otros y a sí mismos... la mayoría de los que viven en la iglesia perecerán".

Tú, que dices ser cristiano pero que no lees mucho la Biblia y oras poco: ¿cómo piensas escapar del castigo del infierno? Tú, que no te preocupas mucho de los pequeños pecados ni de los pensamientos vanos y sucios que te pasan por la mente: ¿estás preparado para ir al infierno? Tú, que piensas que el reino de Dios consiste en una confesión verbal de fe en Cristo o aceptación intelectual de que Jesús murió por tus pecados, pero que no te interesas por llevar una vida santa, piadosa, ni dedicar algún pensamiento a Dios durante la semana: ¿estás preparado para soportar los tormentos del infierno, día y noche, por los siglos de los siglos? Deberías estarlo, pues si estas cosas son ciertas de ti, estás en camino derecho al infierno, a menos que te arrepientas. ¡No te engañes a ti mismo! El cristianismo no consiste en palabras o afirmaciones piadosas o creencias intelectuales, sino en un corazón nuevo y una nueva vida apartada del pecado y dedicada a la gloria de Dios. Si tu corazón y tu vida no han sido cambiados por Dios, aún estás en tus pecados. Si estás viviendo en abierta desobediencia a la Palabra de Dios y eres indiferente a ello, no tienes ningún derecho a creer que vas a ir al cielo, por el contrario, estás en camino del infierno. Arrepiéntete de todos tus pecados y vuélvete a Jesucristo y ríndete a él como Señor. Presta atención a las palabras de Cristo: "Si tu ojo te es ocasión de pecar, arráncatelo y échalo de ti. Te es mejor entrar en la vida con un ojo, que teniendo dos ojos, ser echado en el infierno de fuego" (Mateo 18:9). "Nada menos que el negarse por completo a uno mismo, abandonar el ídolo más acariciado, abandonar el hábito pecaminoso más acariciado -figurativamente representado como cortar la mano o arrancar un ojo- es lo que Cristo exige de todo aquel que quiere tener comunión con él". Recuerda que la dificultad que conlleva abandonar todo por Cristo no es nada comparada con pasar toda la eternidad en el infierno.

No creo que nadie se espante por la idea de ir al cielo, pero sí de ir al infierno, de tal modo que pudiera comenzar a buscar a Dios de todo corazón y a implorar la misericordia divina. El ser humano está en el borde mismo del abismo del infierno, pronto a caer precipitado en él, y aún así, completamente inconsciente de semejante peligro. Si oír hablar del infierno puede conseguir que personas insensibles a su real situación consideren las verdades eternas, entonces, predicar sobre el infierno es bastante beneficioso. Es mejor considerar ahora el infierno, mientras vivas; y ser aterrorizado por esto, que no tener que soportarlo luego.

No quisiera que estuvieras más atemorizado del infierno como de pecar. El pecado es tu real enemigo. El pecado es peor que el infierno porque el pecado dio a luz el infierno. ¿Estás dispuesto a ir al infierno por toda la eternidad a cambio de unos cuantos placeres y lujuria aquí en la tierra? ¡Huye del pecado! Deja de vivir para el yo y la auto gratificación y acude a Jesucristo. Cuando mueras será demasiado tarde. Toda oportunidad de arrepentimiento se limita a la vida en la tierra.

Esta doctrina es tan beneficiosa para el justo como para el injusto. La doctrina del infierno debería llevar al justo a temer a Dios. Un temor santo es útil de muchas maneras. Aquel que teme a Dios en su corazón tiene un mayor respeto por los mandamientos de Dios. Quien realmente teme a Dios no temerá a los hombres y preferirá enemistarse con los hombres que con Dios (Isaías 8:12-13). Esta doctrina debería aumentar la fidelidad y el gozo del justo en Cristo, puesto que ha sido salvado de los tormentos del infierno y, del mismo modo, debería aumentar su amor por Cristo que soportó la ira de Dios en la cruz en su lugar.

La doctrina del infierno tendría que producir en ti temor al pecado. Tendría que hacer que temieras hasta los pecados más pequeños y ser diligente de confesarlos, tanto de corazón como de pensamiento y vida. Deja que la doctrina del infierno te guarde de practicar el pecado.

La doctrina del infierno debería ayudar al creyente a ser paciente en los días de aflicción. No importa lo grande que sean tus tribulaciones en este mundo, son mucho más pequeñas que los tormentos del infierno, de los cuales el Señor ha salvado a los santos. Puede que tengas que atravesar tormentos menores en este mundo, pero recuerda que son meramente temporales y que has sido liberado del más grande de todos ellos de modo que puedas regocijarte aún en el tiempo de la aflicción.

Esta doctrina ayuda a motivarte a testificar a otros de Cristo y su mensaje. Eryl Davies escribió en su libro The Wrath of God (La ira de Dios): "La eternidad de los sufrimientos del infierno deberían hacernos más celosos y prontos a hablar a la gente del único que puede salvarles. ¿Rehuimos declarar estas solemnes verdades? ¿Nos disgusta la idea del infierno? Recuerda que Dios será glorificado incluso por medio de los castigos eternos de los incrédulos en el infierno. Su majestad ofendida será vindicada... Lo que es supremo en el propósito de Dios a la hora de elegir y reprobar a los hombres es su propia gloria, y el infierno también glorificará su justicia, su poder y su ira por toda la eternidad. Mientras tanto es nuestra responsabilidad orar y procurar la salvación de los pecadores antes que castigo tan horrendo caiga sobre ellos".

No puedo terminar sin una palabra final dirigida a aquellos que se creen convertidos pero que no lo están, y también para aquellos que saben que no están convertidos. ¿Puedes concebir la eternidad? Detente un momento y trata de imaginar ser atormentado incesantemente, para siempre, sin final. ¿Esto no te aterroriza? Jamás una oportunidad de descanso; o una gota de agua fría que refresque la garganta. Piensa de nuevo la duración de la eternidad. Trata de imaginártela: día y noche, por los siglos de los siglos, ardiendo con fuego como una araña en una hoguera. Gritos, lamentos, dolor, maldiciendo el día de haber nacido; y siendo maldecido eternamente por los demonios y condenados alrededor. Recordando, siempre recordando las veces que fuiste advertido en la tierra y cómo ignoraste todos aquellos avisos: autosatisfecho y auto engañado, creyendo que todo estaba bien con tu alma. La mujer de Job le dijo a éste que maldijera a Dios y muriera. A no ser que te arrepientas y vayas a Cristo, quien es tu única esperanza, serás maldito por Dios y eternamente atormentado por Él en su presencia, en la terrible plenitud de su ira, sin que nunca puedas morir. Nunca morirás. ¡Tú no morirás jamás! ¡La eternidad es para siempre!
  Contacte al Autor: William C. Nichols

Cualidades de un buen soldado de Jesucristo



2ª Timoteo 2:1-13
Timoteo fue un joven de padre griego y madre hebrea, se había convertido en el ministerio de Pablo. Más tarde se convirtió en su compañero en los viajes misioneros, hasta que llegó a ser pastor de la iglesia de Efeso. De manera que debemos entender, entonces, que cuando Pablo le escribe, lo hace como su padre espiritual. Esta es una de las epístolas pastorales, llamada a sí, por que es dirigida a un individuo. En esta carta Pablo le a a Timoteo, instrucciones en cuanto a doctrina, conducta. Como buen soldado de Jesucristo debía reunir algunas cualidades. En este pasaje pablo menciona algunas de ellas.
El buen soldado de Jesucristo:
Esta dispuesto a sufrir penalidades. V. 3 Sufrir penalidades es soportar las aflicciones que en el ministerio se producen a través de:
• Problemas, Jorge H López, dice: que cuando uno planifica, debe esperar problemas. Los problemas son parte de nuestro plan. Sin embargo el buen soldado de Jesucristo debe estar dispuesto a padecerlos.
• Escasez. Vendrán tiempos en que nos veamos limitados y comencemos a padecer necesidades. Habrá momentos en que tenga uno que poner de nuestra bolsa para el avance del ministerio, desde luego esto será cuando uno esta en iglesia pequeñas. y por lo general casi nadie esta dispuesto a poner de su bolsillo para la obra, esto es evidente cuando se trata de cooperar.
• oposiciones. No todos estarán de acuerdo con los planes de la iglesia, siempre habrán opositores que sin ningún fundamento estorbaran la obra de Dios. Y nos criticarán, Pero como buen soldado de Jesucristo debemos estar dispuestos a enfrentar tales oposiciones.
• Pablo dice: acuérdate de Jesucristo. V. 8
• V. 9 Yo también sufro penalidades a modo de malhechor.
El buen soldado de Jesucristo:
No se enreda en los negocios de la vida. V. 4 Los negocios de la vida, son aquellos que nos traen beneficios personales. Cuando Pablo escribe a Timoteo, el asunto de comercio estaba muy bueno, los mercaderes andaban de un lado a otro. Y Timoteo fácilmente podía dejarse llevar por esta ambición. Lo que pablo está haciendo es recordar a Timoteo el propósito por el cual fue llamado.
Tienes que enfocarte en tu ministerio, Dios te ha llamado para que le sirvas en este lugar. No te distraigas Cuando pablo dice: No te enredes, esta dando la idea de que los negocios de la vida, son una trampa mortal para aquellos que han aceptado el llamado de Dios para ser pastores de una congregación.
Y los negocios de la vida pueden apartar a muchos de ese propósito. Cuantos pastores han sido enredados por los negocios de la vida. Pastores que han dejado su ministerio por el sueño americano. Pastores que se han dedicado mejor a sus negocios porque creen que allí obtiene más ganancias. Pero el buen soldado de Jesucristo. Jamás se enreda en los negocios de la vida.
El buen soldado de Jesucristo:
Sabe luchar legítimamente. V. 5.
La recompensa depende de la fidelidad en el servicio cristiano. Pablo emplea las metáforas del:
1. Soldado. debe dedicarse por completo a la vida militar. De la misma manera, la batalla del reino demanda completa dedicación.
2. Atleta. debe entrenar duro y someternos a las reglas.
3. Agricultor. Como los agricultores, debemos trabajar arduamente y saber esperar.
El buen soldado de Jesucristo: V. 6
Es trabajador. No espera a que los de más le hagan su trabajo, tampoco espera que otros trabajen para que el lo haga. Nadie lo esta empujando para que sirva. Es laborioso, no para anda de untado para otro tratando de sacar la tarea.
Emprendedor. Tiene iniciativa propia, siempre va adelante, sus pensamientos están en la obra de Dios, trata de que las cosas salgan bien y no hace un trabajo mediocre.
Es navegador. Como navegador sabe trazar bien la ruta a seguir y transmite la visión a su gente.
CONCLUSIÓN
Como buen soldado de Jesucristo debemos, mantenemos firmes a pesar del sufrimiento porque pensamos en la victoria, la visión del triunfo y la esperanza de la cosecha. AQUÍ EN BUENA VISTA. Veremos que el sufrimiento vale la pena cuando alcancemos la meta de glorificar a Dios, ganar personas para Cristo y vivir eternamente con Él. En un año este punto de predicación será llamada misión de la iglesia del Nazareno.

La santidad


Hebreos 12:14 - Seguid la paz con todos y la santidad, sin la cual nadie vera al Señor.
He sentido de parte de Dios escribir este Estudio debido a la necesidad que tienen muchas personas de saber en realidad de como servirle a Dios. Son muchas las Opiniones de diferentes denominaciones y personas que creen en su propio PUNTO de la Santidad. Pero no queremos hablar de lo que Yo creo o de los que Otros piensan. Sino de lo que las Santas Escrituras dicen referente a este Tema tan Controversial hasta en los días de Hoy. Nos ayude el Señor y con la Revelación del Espíritu Santo poder entender su Palabra a través de este Estudio: La Santidad.

Comenzaremos diciéndoles que la Santidad comienza por DENTRO Y termina por FUERA. Creemos que el Dios que creo lo de a dentro es el mismo que creo lo de a fuera. Alaba! 

La Biblia dice en: 2 Tes. 2:1-12 Manifestación del hombre de Pecado. Ese hombre de Pecado se refiere aquí la Palabra a Satanás quien es quien va a ser que el ser Humano cambie su modo de Vida de Santidad hacia el. Haciendo que caigan en la Apostasía y se aparten de la Fe en Dios. Hablaremos en este Estudio de los principios Eclesiásticos que hablo el Profeta Jeremías 6:16 de Pararnos en los Caminos y preguntar por la Senda Antigua. 

Pecado es: Aquel poder misterioso primordial que se opone por naturaleza a Dios y a su buena voluntad para con el hombre, así como también todo el conjunto de manifestaciones y consecuencias trágicas del mismo. Es la Rebelión como acto consciente de la voluntad. La manifestación mas extrema de esta voluntad rebelde es el Pecado cometido con Soberbia. Es Iniquidad. Es Maldad. Errar , salirse del Camino. Es desviarse o andar perdido, ciego y divagando en sus caprichos y deseos Carnales.....Lecturas en : Pr. 4:23, 23:7, Mc 7:20-23; Ro 8:15-25, Stg 1:15, Jn 3:14, Ro 5:12,14-19, 1Co. 15:22, Ro 12:8-10, 1Jn 4:7-11, y Ro 6:23 dice: Porque la paga del Pecado es muerte, mas la dadiva de Dios es Vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro.

Entonces el Pecado separa al hombre de Dios y lo desvía de la Santidad. De vivir una Vida que agrade a Dios como el demanda del hombre. Por lo tanto demos la explicación de lo que es Santidad.

Santidad es: Separación , Santificación, Regeneración, Santo, Consagración, Puro, Limpio, Dedicado y Escogido. Cuando hablamos de la Santidad muchos solo se quedan en el PUNTO de vista de la Santidad de la separación del Pecado, pero se olvidan que esa Santidad va del hombre creado por Dios de a dentro hacia a fuera, llevándole a una Vida Santificada por fuera de las cosas Externas que le gustan a la Carne y es lamentable que muchos solo piensan en la Santidad del Corazón (Interna), pero se olvidan que también daremos cuenta a Dios de lo que tenemos por fuera que viene siendo la (Carne). La Biblia dice en: 1 Tes. 5:23- Y el mismo Dios de Paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo. Entonces le pregunto a los Teólogos y Exegetas de la Biblia como me explican a mi sobre ese Texto. Alaba!!!

Quiere decir entonces la Palabra de Dios y no del hombre que daremos cuenta a Dios de lo que creo por dentro y por fuera. Primero las cosas que son Espiritual (Interna) que vienen siendo: El Fruto del espíritu según Gálatas 5:22-23. Aquellas cosas lindas que el Señor nos dejo como lo es la Oración , el Ayuno , su Palabra que son las que me llevan a una vida de Comunión y Santidad con el. Pero luego seguimos con la Santidad (Externa)...que vienen siendo las Obras de la Carne según Gálatas 5:19-21 y luego aquellas cosas que le gustan a la Carne como decía el Predicador: Vanidad de Vanidades TODO es Vanidad. La Vanidad de las cosas que le gusta al ser humano que hay en el Mundo. 1 Juan 2:15-17 dice : No améis al mundo, ni las cosas que están en el mundo. Si alguno ama al mundo, el amor del Padre no esta en el. Porque todo lo que hay en el mundo, los deseos de los ojos, y la vanagloria de la vida, no proviene del Padre, sino del mundo. Y el mundo pasa y sus deseos, pero el que hace la voluntad de Dios permanece para siempre. ¿Cual es la Voluntad del Padre? Obedecer su Palabra tal como esta, sin quitarle y sin añadirle. Obediencia la cual ha muchos se les hace difícil llevar. 

Entonces esta claro que la Santidad comienza por dentro. Dice la Biblia que en cierta Ocasión se encontró Jesús con los Fariseos y les dijo: !Fariseo Ciego! Limpiad primero lo de adentro del Vaso y del Plato para que también lo de fuera sea limpio. Les exhorto a que lean todo el Capitulo completo de Mateo 23: 1-36. 

A medida que nos acercamos al momento mas sublime de la venida del Señor la cual estamos esperando con gran anhelo como dice: 2 Tes.2:1-12 es necesario que con mas ahínco hablemos de este tema que ya casi no se habla porque la mayoría de las Iglesias ya no tienen tiempo para hablar sobre estas cosas y el Pueblo esta entretenido en otras cosas por tal de tener Templos llenos aunque estén en una condición de Pecado y de falta de Santidad. Leamos lo que dice Apoc. 22:11-16. Estamos viendo como la Apostasía sigue creciendo cada vez mas y se va aumentando día tras día y se van Mundanalizando y cambiando de forma Terrible como dijo Cristo en Mateo 24:12 - Y por haberse multiplicado la maldad, el amor de muchos se enfriara. 

Apostasía es: Rebelión contra Dios. Apartarse de la Fe en Cristo Jesús e ir en pos de los dioses ajenos. Es decir, no obedecerlo ya sea por seguir falsos dioses (la Idolatría) o desviación Moral de la Ley de Dios. En 2 Tes. 2:3 Antes de la venida del Señor habrá una rebelión contra Dios , el abandono o la apostasía de la Fe. La Apostasía en el contexto escatológico se describe con otra terminología en 1 Tim 4:1-5 y Mat 24: 1-12. La Apostasía era uno de los problemas mas graves que la Iglesia primitiva tenia que enfrentar. Se describe dejar al Señor y volver atrás y no seguir a Jesús. Jn 6:66 dice: Desde entonces muchos de sus discípulos volvieron atrás y ya no andaban con el. Apostasía es abandonar la Fe, ser arrastrado por el error (2 Ped 3:17) y apartarse del Dios vivo (Hebreos 3:12). La Apostasía puede comenzar no solo en la propia persona sino también se puede infiltrar con los Falsos Maestros que hay en muchas Iglesias que enseñan mal la Palabra y hacen que muchos cambien (Mat 24:11), (Gálatas 1:6-10) Habla de que no hay otro Evangelio y si alguien trajere otro Evangelio el tal sea Anatema (Mentiroso). Otras Lecturas para leer son: 2 Tim 2:17-18, 2 Ped 2:1-2, Jud 3,4. Vemos como muchos herejes promueven la Apostasía 2 Ped 2:18-20 esta claro en esta Lectura Los Falsos Profetas y Los Falsos Maestros. también la Persecución de estos últimos días hará que muchos se desvíen de la verdad ..Mat 24:9-10 y Luc 8:13. Especialmente la Tentación Satánica apartara de la Fe a otros 1 Ped 5:8. Las consecuencias graves de la Apostasía se describen en Hebreos 6:4-8 y 10:26-29. 

Vemos como muchos mal llamados Cristianos aplican la Palabra de Dios para su Conveniencia o Gusto y hacen que otros crean en ellos. Vemos que les gusta Practicar ciertas cosas que les cuesta dejar porque no las quieren: QUITAR de sus VIDAS o CUERPO. Y caen en Desobediencia sabiendo el bien. La Biblia dice que tan simplemente saber hacer lo bueno y no hacerlo es PECADO. 

Entonces nos hemos puesto de acuerdo con la Palabra de Dios de que la Santidad es estar primero en Paz con no solo contigo mismo, sino con los que te rodean. Dice Juan 13:34-35 - Un mandamiento nuevo os doy: Que os améis unos a otros, como yo os he amado, que también os améis unos a otros. En esto conocerán que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros. Procuremos estar en Paz con los demás aunque con los demás que te rodean no estén en Paz contigo. Pues sabemos que se ha de levantar El Celo, La Envidia, La Persecución contra nosotros mintiendo, pero lo mas importante es que seamos Bienaventurados como dice: Mateo 5:11- Bienaventurados sois cuando por mi causa os vituperen y os persigan, y digan toda clase del mal contra vosotros, mintiendo. Eso Jesús lo aplico primero a sus Profetas que era perseguidos por hablar lo que venia de Dios para el Pueblo, pero también lo aplico al Pueblo cuando dijo: Vosotros. 

Paz es: Tranquilidad y sosiego, lo opuesto de turbación. La Biblia registra que Jesús en cierta ocasión tuvo hablar sobre la División entre los hombres según Mateo 10:34- No penséis que he venido para traer Paz a la tierra, no he venido para traer Paz, sino espada, entre naciones (Lucas 14:32) o entre Dios y el hombre (Romanos 5:1). también Paz se usa como sinónimo de Amistad, (Hechos 15:33), liberación de molestias (Lucas 11:21), orden nacional (Hechos 24:2) u orden eclesiástico (1 Co14:33). En muchos de los libros del Antiguo Testamento Dios promete a su Pueblo cesación de la guerra, que es causa de tanto sufrimiento como premio por guardar su pacto y sus enseñanzas (Lv 26:6) Y a la luz de esto no podemos sino creer que la falta de paz en nuestra época, al igual que en el Antiguo Testamento, se debe a la desobediencia a Dios. El hombre no puede estar en conflicto con Dios y en Paz con su prójimo. En la bendición sacerdotal de (Nm 6:22) se afirma que la verdadera Paz es interior y viene de Dios (Isaías 48:18). 

En las Profecías del Mesías se destaca vivamente la Paz: su nombre seria "Príncipe de Paz" (Isaías 9:6) y traería una Paz perdurable (Isaias9:7). Cristo no solo es el cumplimiento de Is. 9:6 sino también de Nah 1:15. , porque anuncia el evangelio de Paz. El coro angelical anuncio Paz en la tierra por medio de Jesús (Lucas 2:14). En la platica intima de Jesús con sus discípulos, la noche antes de su muerte, el Señor Jesús prometió su propia Paz a ellos y a todos los suyos. Esta tranquilidad interior no es pasajera como la paz del mundo, ni depende de las circunstancias externas (Juan 14:27). El evangelio anuncia que hay Paz con Dios y entre los hombres por medio de Jesús (Hechos10:36) Dios es el Dios de Paz ( 1 Tes 5:23 ) y ofrece una Paz que sobrepasa todo entendimiento humano (Filip 4:7). La Paz del Alma es Fruto del espíritu Santo (Gálatas 5:22) . 

Si eso es el Principio de la Santidad PAZ entonces vayamos ahora a lo que muchos no quieren hablar en cuanto a la Santidad Externa porque la mayoría de los que han estudiado la Palabra solo se quedan en el PUNTO de la Santidad (Interna) y se olvidan de la (Externa). 

¿Que cosas son las que se están Infiltrando en nuestros Templos? 

1. La Influencia de la Música Mundana
2. Las Modas (Estilos de Ropas Sensuales)
3. Los Estilos de Recortes 
4. La Danza (No del espíritu, sino los Bailes Judíos)
5. Los Bailes Raperos dentro de la Iglesia.'
6. El Uso de Joyas (Tanto en el hombre como en la Mujer). 

Muchos se han dejado llevar por el eso no es "NADA" y por lo antibiblico de que Dios lo que mira es el Corazón. Son muchas las cosas que seguirán surgiendo en nuestros medios como Instrumento de Satanás para destruir la Iglesia. Será mejor que nos cuidemos, sino queremos perder nuestra Salvación. Hebreos 2:2-3 : Porque si la Palabra dicha por medio de los Ángeles fue firme y toda trasgresión y desobediencia recibió justa retribución ¿Como escaparemos nosotros, si descuidamos una Salvación tan grande? la cual habiendo sido anunciada primeramente por el Señor, nos fue confirmada por los que oyeron......

Satanás ha logrado arrancar de los corazones de muchos creyentes el fervoroso amor que profesaban hacia el Señor Jesucristo y el santo temor reverente que debemos a Dios y a su Palabra. Es importante que nos pongamos de acuerdos con la Palabra de Dios !YA! para someternos a una vida cristiana que Dios espera de su Iglesia la cual tiene que ser una LUZ en medio de las Tinieblas y que así el mundo pueda CREER el mensaje del Evangelio de Jesucristo. (Efesios 5:24, 1Tes 5:4-5, Juan 8:12, 12:46 y Hechos 16:28).
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