Thursday, December 18, 2014

A Dios lo Mueve la Necesidad?

Es inútil que cuando trates de orar, te duelan las rodillas, o le digas que ya no soportas más, o que no mereces vivir esta situación o que llores hasta que no te queden lágrimas. A Dios lo mueve tu fe.

Dante Gebel
La nave de los discípulos parece que va a darse vuelta como una frágil cáscara de nuez. Las olas sobrepasan el barco y el mar se ve más enfurecido que de costumbre. Los hombres tienen pánico, pero Jesús descansa plácidamente en el camarote.

Uno de ellos, se harta de esperar que el Maestro deje de roncar. Y lo despierta de un sacudón.

-Maestro! No ves que perecemos? No te da un poco de lástima que nos estamos por ahogar? Cómo se te ocurre dormir a bordo del Titanic? No podrías tener un poco de consideración con tus apóstoles?

Será mejor que los discípulos sepan, desde ya, que este día no figurará en ningún cuadro de honor. Esta no será el tipo de historia con las que futuros evangelistas armarán sus mensajes. Si querían aparecer retratados en la historia grande de los valientes de la fe, tengo que comunicarles que han errado el camino. De este modo, no se llega a Dios.

No conmoverán al Maestro con un sacudón y gritos desaforados. La histeria no enorgullece al Señor. Puedo asegurarles que Pedro, Juan y otros tantos querrán olvidarse de este episodio, y jamás le mencionarán a sus nietos que esto ocurrió alguna vez.

Pese a lo que hayas creído todos estos años, la necesidad, insisto, no mueve la mano de Dios.

El Señor se levanta un tanto molesto. Este es su único momento para descansar en su atareada vida ministerial. Y estos mismos hombres que presenciaron como resucitó muertos y sanó enfermos, lo despiertan de un descanso reparador, por una simple tormenta en el mar. Se restriega los ojos, mientras trata de calmar a quien lo acaba de despertar de un buen sueño profundo.

-No tengan miedo –dice, mientras bosteza.

El Señor sale del camarote y ordena a los vientos que enmudezcan. Y al mar que se calme.

Hombres de poca fe –dice, antes de regresar a la cama.

Uy.

Eso si que sonó feo.

No quisiera irme a dormir con esas últimas palabras del Señor acerca de mi persona.

Pensaron que les daría unas palabras de aliento. O que les diría que la próxima vez no esperen tanto para despertarlo. Quizá que mencionaría que para el próximo viaje, se aseguren una mejor embarcación, o que chequeen si hay suficientes botes salvavidas. Pero sólo les dijo que fallaron en la fe.

Alguno de ellos, cualquiera, debió haberse parado en la proa y decir:

-Viento! Mar! Enmudezcan en el nombre del Señor que está durmiendo y que necesita descansar!

Esa sí hubiese sido una buena historia. Los evangelistas hubiésemos aprovechado ese final para nuestros mejores sermones.

Es que, sólo la fe es la que mueve la mano de Dios.

Wednesday, July 2, 2014

PASTORES ADULTEROS

(Porque los pastores adúlteros no debieran ser restaurados)


Existe una marcada tendencia a vincular el perdón con la restauración al ministerio. En este artículo dos pastores-teólogos hablan de la importancia de separar la restauración al cuerpo de Cristo de la restauración al liderazgo pastoral.
"El verdadero perdón no implica, necesariamente, la restauración al liderazgo", escribió Kenneth Kantzer (editor de una prestigiosa revista cristiana), luego del fracaso moral de varios prominentes líderes cristianos evangélicos. Sin embargo, hay una marcada tendencia a vincular el perdón con la restauración al ministerio. En este artículo dos pastores-teólogos hablan de la importancia de separar la restauración al cuerpo de Cristo de la restauración al liderazgo pastoral.
La iglesia se ve seriamente acosada por la pregunta "¿Qué haremos con un pastor adúltero?" Durante la última década y en forma repetida, la iglesia se ha visto tambalear con revelaciones de conducta inmoral por parte de sus más respetados líderes. ¿Cómo respondemos a quienes han caído sexualmente y han traído desgracia sobre sí mismos, avergonzando a sus familias y deteriorando su liderazgo?
Lo que comúnmente sucede es lo siguiente: El pastor es acusado de un pecado sexual y se lo declara culpable. Él confiesa su pecado, por lo general con profundo pesar. Su iglesia o sus superiores en la denominación a que pertenece prescriben unos meses, o a menudo un año, en que el pastor debe buscar ayuda. Luego entonces es restaurado a su anterior posición de líder, a veces en otra ciudad. Generalmente se lo considera un "sanador herido", alguien que ahora sabe lo que significa caer, experimentar la gracia de Dios de manera profunda.
Si bien cada situación debe manejarse con sabiduría pastoral, y si bien algunos pastores que han caído por cierto algún día podrían ser restaurados al liderazgo, creemos que esta situación cada vez más común es tan públicamente incorrecta como también profundamente dañina para el bien del pastor caído, el bien de su matrimonio y de la iglesia de Jesucristo. Nuestro Señor Jesús fue tentado en todas las cosas así como nosotros somos tentados, pero lo que lo hizo fuerte fue la tentación en sí, no el fracaso ante la tentación. Si no razonamos con claridad, tal vez sutilmente estemos animando a la gente a cometer un serio pecado a fin de experimentar más gracia y así poder ministrar de manera más efectiva. Resulta difícil de creer, pero en este contexto hay quienes dicen cosas que implican precisamente eso.

El criterio del perdón
Esta perspectiva dice que un pastor arrepentido y perdonado que anteriormente llenaba todos los requisitos para su posición de pastor, sigue llenando esos requisitos en base al perdón de Dios. ¿Cumplía antes los requisitos? ¿Ha confesado su pecado? ¿Lo ha perdonado Dios? Entonces nosotros debemos hacer lo mismo.
Esta lógica parte de la presunción no bíblica de que el perdón de pecados equivale al estar libre de culpa (o al carácter intachable) que se pide de los pastores en 1 Timoteo 3:2 y Tito 1:6. Si aceptamos esta premisa, todo lo que Dios pide es que un pastor que ha caído sea perdonado.
Sin embargo, esto confunde el fundamento de nuestra comunión con Cristo con el liderazgo público y el cargo en la iglesia. Nadie dice que el pastor que ha caído no pueda ser perdonado. Nadie debe argumentar que ese pastor no puede ser devuelto a la comunión de la iglesia de Cristo aquí en la tierra. Pero perdonar a un pastor que ha caído y restaurarlo a la membresía de la iglesia es muy distinto que restaurarlo a su cargo de pastor.
El "criterio del perdón" es inadecuado porque no tiene debidamente en cuenta dos hechos: En primer lugar, el adulterio es un pecado muy serio; en segundo lugar, el adulterio de un pastor es un pecado más serio aun.
Hay falsedades repetidas a menudo que a veces llegan a considerarse verdades –como por ejemplo la noción de que básicamente no hay diferencia entre el adulterio mental y el mismo acto de adulterio (ver Mt. 5:27-28; Stg. 2:10). Por el contrario, haciendo eco a la interpretación histórica de la iglesia, nosotros creemos que mientras la codicia, los celos, el orgullo y el odio conducirán al infierno tan ciertamente como las manifestaciones externas (adulterio, fornicación, asesinato), las manifestaciones físicas son pecados más serios en vista del daño que producen tanto en la persona que peca como en la persona contra quien se peca.
El adulterio es un pecado serio precisamente porque infringe el pacto matrimonial. Viola el cuerpo de otra persona. Puede ser causal de divorcio. El adulterio mental no tiene estas consecuencias. La intención que tuvo Jesús en Mateo 5:27-28 no fue reducir el adulterio al nivel de la codicia, sino mostrar que la codicia puede destruir el alma tanto como el adulterio.
De la misma manera, comparemos el pecado mental de odiar con el acto de matar (ver Mt. 5:21-22). En el primer caso la persona que odia se ve afectada por el odio, pero en el segundo caso alguien muere. ¡Hay diferencia!
Además, la inmensidad del adulterio es evidente en 1 Corintios 6:18-20, donde el apóstol Pablo declara que el pecado sexual es contra el propio cuerpo. El contexto del pasaje demuestra que el pecado sexual está en una categoría propia. Las relaciones sexuales violan la unión hombre/mujer por la cual ellos se vuelven "una sola carne" (Gn. 2:24). La profundidad de esta unión, que Dios reconoce como pacto, demuestra cuán profunda es la violación de ese pacto a la luz de la eternidad.
El comentarista Charles Hodge escribió en el siglo pasado que 1 Corintios 6 enseña que la fornicación "es totalmente singular en sus efectos sobre el cuerpo; no tanto en sus efectos físicos sino en sus efectos morales y espirituales". Pablo está diciendo a los corintios que la totalidad del cuerpo y el alma de una persona –por lo tanto la persona toda como ser humano– se ve involucrada en la relación sexual. Como consecuencia, hay grandes daños resultantes de tal pecado.
Hodge agrega que el adulterio es un pecado contra el propio cuerpo porque es "incompatible… con el propósito de su creación, con su destino inmortal". Gordon Fee, reconocido experto contemporáneo en Nuevo Testamento, escribe de manera similar: "La particular naturaleza del pecado sexual no está tanto en que uno peca contra uno mismo, sino contra el cuerpo –considerado éste de acuerdo a su lugar en la historia de la redención".
Por otra parte, el adulterio del pastor es un pecado aun más serio. ¿Por qué? Algunos pecados dañan más que otros precisamente en razón de la persona que los comete. Como bien dice el Catecismo de Westminster, las personas eminentes por su profesión, dones y cargos son ofensores particularmente serios en vista de la influencia que tienen sobre otros. Esta seriedad adicional se hace realidad en cada caso de los pastores que cometen adulterio. Agreguemos a esto Santiago 3:1, que indica que los pastores serán considerados dignos de mayor juicio, y tenemos un argumento de mucho peso: el adulterio pastoral es un pecado aun más grave que el adulterio en general.
Aunque hoy muchos apelan al criterio del perdón como respuesta compasiva hacia el pastor caído, este criterio no es compasivo ya que no aborda la profundidad de la cuestión.
Pero ¿por qué el adulterio hace que un pastor quede inhabilitado para su cargo?

El criterio de ser irreprensible
En las Epístolas Pastorales hay varias explicaciones directas de los requisitos para el ministerio pastoral. En 1 Timoteo 4:12 vemos un resumen: "…sé ejemplo de los creyentes en palabra, conducta, amor , espíritu, fe y pureza". Tito 1:6 agrega que el anciano debe ser irreprensible. La palabra griega aquí significa imposible de asir, inexpugnable. El comentarista William Hendriksen se refiere a este ser intachable diciendo, "los enemigos pueden proferir toda clase de acusaciones, pero cuando se aplican justos métodos de investigación, tales acusaciones resultan sin fundamento".
El adulterio no es el único pecado que inhabilita a un pastor para volver a su cargo, pero es uno de los pecados más visibles y confusos que plagan a la iglesia actual.
Lo que es particularmente penoso en cuanto a este pecado es el abuso de poder que a menudo lo acompaña. Como resultado de la aventura amorosa del pastor, hay un profundo dolor en la otra parte, y un dolor aun más profundo en la esposa del pastor. Este, que ha recibido un cargo de honor a través del cual fue llamado a servir a personas vulnerables y que han sufrido abusos, con su proceder ha violado la confianza depositada en él.
El pastor anglicano Michael Peers manifestó: "Es un problema de raíces profundas y sombrías", y a menudo está protegido por los demonios hermanos, "negación y control". Don Posterski declara: "Cuando el poder que tiene el pastor es usado para su gratificación sexual, constituye un abuso sexual de poder".
Nos entristece que tan pocos líderes "caídos" reconozcan el abuso de poder inherente al adulterio pastoral. Y menos aun están dispuestos a hablar sobre la destrucción de la confianza como resultado de sus pecados. Muchos se escudan en conceptos psicoterapéuticos tales como sanidad y recuperación como razones para volver al ministerio pastoral, pero no con el genuino reconocimiento de la patología que se manifiesta en el abuso de poder.
El consenso en la historia de la iglesia demuestra con firmeza que el adulterio pastoral hace que el pastor quede descalificado. El historiador luterano Carl. A. Volz en su libro Pastoral Life and Practice in the Early Church (Vida y práctica pastoral en la iglesia primitiva) declara en forma categórica que la iglesia excluyó del ministerio público a pastores como consecuencia de "desliz moral" y "herejía". Volz señala que la ordenación no protegía a los presbíteros; lo que había sido conferido podía ser quitado. El notable presbítero Hipólito, del segundo siglo, atacó enérgicamente la inmoralidad entre los líderes de la iglesia, e insistió en su inmediata remoción del cargo. El antiguo documento "La enseñanza de los apóstoles", de principios del segundo siglo, expresa que quien había sido ordenado como pastor o presbítero pero luego había desobedecido la Palabra de Dios, debía ser inhabilitado porque tal hombre había mentido al tomar sus votos de lealtad y pureza ante Cristo y su iglesia. Tal quebrantamiento de los votos de ordenación era considerado como una atroz contravención del tercer mandamiento.
Los reformadores protestantes eran de la misma opinión. Juan Calvino prescribió: "A fin de obviar todos los escándalos de conducta será necesaria la disciplina de los pastores… a la cual todos deben someterse. Esto ayudará a asegurar que el pastor sea tratado con respeto y que la palabra de Dios no sea deshonrada ni burlada por la mala fama de los pastores y ancianos. Además, como la disciplina será impuesta a quien la merece, no habrá necesidad de suprimir calumnias ni falso testimonio que injustamente se emita contra inocentes".
Como hemos establecido, el cargo requiere que el pastor o anciano sea sin tacha. No hay dudas de que 1 Timoteo 3:1-7 requiere, entre otras cualidades, que los episkopos (o ancianos de la iglesia) sean maridos de una sola mujer, es decir, hombres de pureza moral cuya esposa es la única con quien tiene relaciones sexuales. Deben ser hombres que guardan el pacto de Dios y mantienen puro el lecho matrimonial (He. 13:4). Pablo enfatizó a la iglesia en Efeso, donde el pecado sexual era común entre los inconversos paganos, que la inmoralidad ni siquiera debía nombrarse en la iglesia (Ef. 5:3).
Lo trágico es que al quebrantar el pacto de esta manera, hay un oprobio que perdura en el pastor caído, y esto tendrá consecuencias de largo plazo. El sabio Salomón lo expresó de manera solemne: "Mas el que comete adulterio es falto de entendimiento; corrompe su alma el que tal hace. Heridas y vergüenza hallará, y su afrenta nunca será borrada" (Pr. 6:32-33).
Una de las preguntas problemáticas que a menudo surgen en cuanto a esta cuestión de ser "irreprensible" es la siguiente: ¿Es el conocimiento público del pecado la cuestión principal en cuanto a que el pastor sea irreprensible, o acaso hay algo en la naturaleza de este pecado que hace que el no tener tacha sea un asunto más importante que el conocimiento público? Diciéndolo sin rodeos: ¿Puede el hombre convertirse en irreprensible yendo a vivir a otra comunidad, a otra iglesia y empezando otra vez de cero? En el nuevo lugar, se alega a menudo, otros no tendrán conocimiento de su fracaso pasado.
Sin embargo, un cambio de lugar geográfico no disminuirá la culpa, porque el pecado causa una desintegración total. Por lo tanto, es probable que salga nuevamente a la luz, como lo explicara Juan Crisóstomo, Obispo de la Iglesia Primitiva del cuarto siglo: "Las fallas del anciano sencillamente no se pueden ocultar. Hasta las más triviales se han de conocer".
Tal vez eventualmente algunos puedan volver a su cargo pastoral, quizás después de haber sido ordenados otra vez. Y no puede probarse exegéticamente que un pastor caído nunca pueda ser restaurado a su cargo. Pero esto no va en contra de lo que entendemos correcto, pues la pregunta vital que la iglesia enfrenta en nuestro tiempo no es qué podría suceder en casos excepcionales, sino cómo podemos ayudar a la mujer o a las mujeres contra quienes ha pecado el pastor o anciano. La pregunta también es cómo podemos ministrar a la esposa e hijos del pastor, aquellos contra quienes más se ha pecado en esta caída. La pregunta es qué se puede hacer para preservar a la iglesia espiritual y moralmente, qué haremos para que el pastor comience el largo proceso de reordenar su vida devastada.
El adulterio prueba que el pastor caído no puede servir con integridad. La cuestión no tiene que ver con ser útil a la iglesia ni con tener dones para predicar. Haber estado frente al rebaño, guiándolo en santa adoración semana tras semana, predicando la Palabra de Dios como siervo de la iglesia, y al mismo tiempo haber cometido adulterio revela una terrible grieta en el carácter –una grieta tóxica que envenena toda la vida. Un pastor que cayó en adulterio, después de muchos años escribió: "En mi caso, el fracaso moral fue el pecado visible ante la iglesia. Pero para mi vergüenza había muchas otras cuestiones que tal vez eran más odiosas para Dios que aquello que resultaba visible para los hombres. Lleva tiempo quitar estas cosas de raíz y reemplazarlas con características agradables para con Dios".
Hay una severa advertencia en 1 Corintios 9: 25-27, donde el apóstol Pablo advierte que la falta de restricción diligente en la carne puede llevarnos a la apostasía. Este peligro debe ser estimado cuidadosamente al tratar con pastores y ancianos que han caído. Consideremos cuán sutilmente el pecado sexual se infiltra en toda la personalidad –sea que las relaciones sexuales ilícitas sean el medio para alimentar el sentimiento de poder de una persona, su necesidad de afecto, la imagen de sí mismo, el sentirse deseado y atractivo al sexo opuesto, el impulso hedonista, o bien todo eso junto –y advertiremos el peligro. Estamos convencidos de que el permanecer en ministerio público en ciertos casos fomentará un autoengaño más profundo que llevará a los hombres a la ruina eterna.

¿Qué haremos entonces?
El pastor caído que confiesa el pecado, busca la gracia de Dios, y desea permanecer en comunión con la iglesia de Cristo, debe ser recibido y aceptado como cualquier otro cristiano que ha caído. Debe ser perdonado como ordena Jesús (Mt. 18:22). Pero el perdón y la restauración a la comunión de la iglesia no significa que quien antes fue pastor ahora nuevamente llena los requisitos para el cargo de pastor o anciano.
La iglesia no debe castigar al hombre que ha caído y se arrepiente. Pero el negarse a que vuelva a su rol en el ministerio pastoral no es un castigo. Separar de su cargo al pastor que ha caído es honrar el santo estándar de Cristo; es seguir el sabio consejo y modelos de los líderes a través de los siglos; es proteger al hombre y a su familia; es guardar a la iglesia, a quien el Gran Pastor ama tan profundamente.
La Biblia habla de varios líderes prominentes que cayeron, líderes que tuvieron roles significativos aun después del fracaso. Inmediatamente pensamos en Moisés, David y Pedro. Sin embargo, no debemos apurarnos a usar estos tres ejemplos al hablar de pastores que han caído. Reflexionemos sobre varias cuestiones de importancia:
  • El pecado de Moisés (homicidio) tuvo lugar 40 años antes que comenzara su liderazgo, y él pasó prácticamente toda una vida en el desierto luego de su grave caída.
  • El pecado de David pudo haber resultado en pena de muerte para cualquier otro. Además, él era un potentado del Medio Oriente que tenía un harén, no un modelo familiar para los pastores del Nuevo Testamento. Recordemos también que su reino y su familia no conocieron paz luego de su bajeza moral –su trono nunca recobró la estabilidad del pasado.
  • El pecado de Pedro fue grave, pero no fue un pecado contra su propio cuerpo (1 Co. 6:18), y si bien fue un pecado de su personalidad, no fue el tipo de engaño volitivo y arrogante que es característico del adulterio. Tampoco fue premeditado, prolongado ni repetido a escondidas.
Terminamos con las sabias palabras de un pastor anónimo que cayó y se dirigió a sus colegas caídos: "La cuestión principal es carácter e integridad, que en el caso de ustedes están hechos pedazos. Les ruego que confronten el problema ahora. La gracia de Dios restaura. Hay esperanza. Sin embargo, requiere un proceso, mucho tiempo, y más gracia aun. Confiesen el pecado y dejen su cargo. Sean responsables ante otros hermanos. Busquen la limpieza y la sanidad que necesitan. ¡Háganlo hoy! ¡Háganlo ahora!
R. Kent Hughes es pastor en Illinois, EE.UU., y autor de numerosos libros. John H. Armstrong es director de Ministerios Reforma y Avivamiento, y autor de un libro que desarrolla más detenidamente las ideas presentadas en este artículo.
Tomado de Cristianity Today. Usado con permiso

Tuesday, April 1, 2014

LA HUMILDAD

La humildad: grandeza de carácter



INTRODUCCIÓN:

A través de la historia se ha visto las grandes devastaciones que a provocado el orgullo y la altivez y vemos que tuvo su comienzo en el cielo con un querubín llamado luzbel que se sublevo contra el Dios todo poderoso por lo cual fue echado de su lugar (Ezequiel 28:13-16), también vemos un ejemplo en el rey Belsasar (Daniel 5:22) solamente por el orgullo grandes naciones se han prendido en guerras innecesarias, familias se han destruido y sobre todo el ser humano se ha negado a aceptar al Salvador del mundo. Jesús realmente sabia lo que había en el corazón del hombre y es por eso que hizo ese gran desafío no solamente a los que le escuchaban en aquel entonces sino también a nosotros por que la naturaleza del hombre no a cambiado. Ya que sin esta virtud nunca podríamos hallar descanso para nuestras almas y nuestra vida Cristiana no tendría ninguna evidencia de la Presencia de Dios en Nosotros.
Definición de la humildad: Ausencia completa de orgullo. Virtud Cristiana contrapuesta al orgullo. Sumisión. Condición inferior.

I. LA HUMILDAD PARTE DEL CARÁCTER DE DIOS

Es inexplicable que Un Dios tan grande posea en su carácter esta virtud, por eso Jesús con mucha seguridad dijo: "Aprended de Mí" la Biblia dice que el se humilla a prestar atención a las cosas que él ha creado (Salmo 113:5-6) no existe ni un residuo de orgullo en la personalidad de Dios y es necesario erradicar todo orgullo en nosotros para realmente conformarnos a su imagen y ser imitadores de Cristo (1 Corintios 11:1).

II. LA HUMILDAD ASEGURA NUESTRO FINAL

Para que realmente disfrutemos la vida Cristiana es de vital importancia ser humildes por que esta virtud nos ayuda a someternos a la dirección del Espíritu Santo y nuestra voluntad doblegarla al Señor Jesucristo, es muy triste ver que muchos comienzan la Senda Cristiana pero vemos como tropiezan, ¿cuál será la razón? No existe otra razón mas que esta: son rebeldes y soberbios, Santiago dice que Dios da gracia a los humildes y resiste a los soberbios y si Dios los resiste ¿quien podrá mantenerse en pie? La palabra de Dios es la que nos dirige y enseña y si nos rebelamos a ella entonces quedamos sin mapa para el camino por esto recibamos este consejo (Santiago 1:21) y tendremos un final exitoso y nos asegura bendición y progreso en todo lo que emprendamos (Rom12:16; Santiago 4:10) Ahora como toda virtud es necesaria la prueba para asegurar la existencia de ella y la manera en que podemos ver si la humildad existe en nosotros es a través de la condición que se nos impone desde afuera, es donde dejaremos relucir nuestra actitud hacia lo que se nos impuso y la reacción lo determinara.

III. DIFERENCIA DE LA HUMILDAD Y LA MANIPULACIÓN

Ahora es muy probable que muchas veces confundamos que ser humildes es dejarnos manejar por cualquiera y hacer todo lo que se nos pide que hagamos no importa lo que sea, esto parecería que una persona sin voluntad ni libre albedrío sino un robot. La humildad es servir por amor, es algo que elegimos someternos a aquel a quien amamos y todo se hace como consecuencia de amor. Un ejemplo en muchas ocasiones alguna persona nos pide que hagamos algo que nosotros sabemos que eso no es lo mejor para esa persona y aunque rehusemos de la manera mas cortes la persona responde "Yo pensaba que eras Cristiano" esto lo hace para hacernos sentir culpables, sin embargo cuando no quiero hacer algo pero lo hago para evitar sentimientos de culpa o para no quedar mal con las personas, entonces estoy haciéndolo por que he sido manipulado. Y cuando somos manipulados nos sentimos peor por que nuestro auto estima baja un escalón. Jesús en muchas ocasiones quiso ser manipulado por los fariseos y saduceos (Marcos 12:14-15) vemos que el manipulador trata con elogio a la persona de la cual quiere sacar provecho
Por esto hay dos maneras de librarnos de la manipulación:
a) La humildad nos ayuda ver y a conocer quienes somos realmente y no permite que seamos influenciados por un elogio.
b) Retirarse de la situación Marcos 8:11-13;Juan 6:15

CONCLUSIÓN:

Hay una gran diferencia distintiva entre la esclavitud por sujeción y imposición y el servicio abnegado por elección. Concluimos en esto la humildad es importantísima en nuestra relación con Dios y con nuestros semejantes, pero en la relación con nuestros semejantes debemos de vigilar el problema de la manipulación, por que Dios no manipula a nadie.

El Fruto del orgullo es la caída y humillación El fruto de la humildad es la exaltación y la honra.


Ministerio: Senda de Vida Ministries

Thursday, February 27, 2014

Vivir con Pasión



Por Dante Gebel

Cuando uno trabaja por un salario y un sueldo, lo he vivido con parientes muy cercanos a mí, uno va sepultando las más profundas pasiones debajo de las responsabilidades.

Luis Sandrini fue un actor Argentino que filmo 78 películas, un actor extraordinario. La película numero 78 la dirigió alguien que tuvimos la ocasión de conocer, Ramón Ortega; se llamaba “Que linda es mi familia”.

 

Cuando él filmaba esa película, él se empezó a sentir mal, tenía como dolores en el pecho y su director le decía que si quería suspendían la filmación hasta que él se repusiera. Y él solía decirle a Ortega, su director, si suspenden la filmación me voy a morir antes, porque disfruto lo que estoy haciendo. Y la terminó, filmó la última escena; cuando todos los que están detrás del set y aplauden y celebran; él de allí se fue en una ambulancia a la clínica y murió 6 días después. Por un derrame cerebral que se convinó, se coordinó con un paro cardiaco, y decía su esposa, realmente Luis murió haciendo lo que amaba hacer; un domingo 5 de Julio de 1980. Yo al otro día cumpliría 12 años de edad y ese día al leer la crónica del actor que yo tantas veces había visto en las películas, descubrí que había muerto filmando, haciendo lo que le gustaba. Era increíble que la muerte lo sorprendiera justamente cuando él estaba trabajando en lo que más le gustaba.



Entonces le dije a mi papa, si algún día muriera, quisiera morir haciendo hasta el último día lo que amo hacer, lo que me gusta hacer, no quisiera retirarme y después morirme luego del olvido, 10 o 20 años después.



Dios me de fuerzas y Dios me dé una mente brillante, o por lo menos lucida para predicar hasta el último día de mi vida, aunque las piernas no tengan la misma fuerza que tienen ahora, porque no hay nada mejor que descubrir cuál es tu pasión.



Él Señor tenía una pasión por la vida, él vivía por mucho y por muchos, y tenía una pasión a tal punto que los capítulos finales de la vida de Jesús se la conocen como la pasión. Y nosotros deberíamos ser los seguidores más apasionados de Jesucristo; nunca perder la pasión. 



La pasión por vivir no es lo mismo que ganarse la vida, ganarse la vida es lo que uno hace por un salario, y el gran error de muchos es que comienzan persiguiendo una pasión y luego terminan conformándose con un salario, con un sueldo. Ahora yo soy consciente que hay cuentas que pagar, hay que ser responsables, pero uno puede edificar una vida o puede ganarse la vida simplemente; edificar una vida es muy diferente a estar ganándose la vida y trabajar por un salario. Cuando uno trabaja por un salario y un sueldo, lo he vivido con parientes muy cercanos a mí, uno va sepultando las más profundas pasiones debajo de las responsabilidades; ósea la pasión queda por allá abajo y arriba todas las responsabilidades cotidianas.



Tenemos que ser responsables, claro que sí, lo que digo es que las responsabilidades no necesariamente tienen que ahogar la pasión, aquello que nos gusta hacer. No estoy diciendo que tengan que dejar sus empleos, ni que tengan que dejar sus estudios, ningún muchacho joven me diga ¡Aleluya, el pastor dijo! .



Quiero que entiendan hacia donde voy, quiero que entiendan que cuando hay una pasión en el corazón, nunca una responsabilidad lo termina de eclipsar. No importa la edad, no importa cuán calificado estés y aquí es donde entra el personaje que quiero hablarles por unos instantes; que habla justamente de la pasión. Estoy hablando de Nehemías, han oído hablar de él, tienen un libro en vuestra biblia que lleva su nombre. Para hablar de Nehemías rápido tenemos que hacer un vuelo de pájaro de una suerte de elección de historia y contarles que en el año 586 a.c un rey llamado Nabucodonosor invade Israel, invade Jerusalén. Destruye todo, destruye templo, la ciudad, las murallas. Luego, algunos años después, un tal Zorobabel con un remanente de judíos va y trata de reconstruir la ciudad, pero no obstante deja las murallas tiradas y  todavía están sin construir; hacía falta mano de obra, ingenieros, arquitectos y por sobre todo un cerebro que pudiera llevar adelante esa tarea; Zorobabel no lo hace.



Son algunos años después exactamente, en el año 445 a.c, cuando un copero del rey que tiene la llave directa de la bodega que le trae los mejores vinos al rey cuando hay un banquete, tiene una idea loca. Es un hombre no calificado pero la pasión se va a encender en él. Y dice la biblia en el libro que lleva su nombre, Nehemías 1:1  lo siguiente “Estas son las palabras de Nehemías, hijo de Hacalías en el mes de Quisleu, en el año 20, estando yo, Nehemías en ciudadela de Susa, llegó Hanani, uno de mis hermanos, junto con algunos hombres de Judá y les pregunté por el resto de los judíos que se habían librado del destierro y por Jerusalén; me respondieron los que se libraron del destierro y quedaron en la provincia están enfrentando una gran calamidad y humillación. La muralla de Jerusalén sigue derribada, con sus puertas consumidas por el fuego. Al escuchar esto (dice Nehemías) me senté a llorar; hice duelo por algunos días, ayune y ore al Dios del cielo”.



Préstenme atención por favor, Nehemías no tiene ningún conocimiento de arquitectura, él es copero no sabe nada de la construcción, nunca había estado en Jerusalén, la biblia no da luz que él allá estado en Jerusalén alguna vez, no sabe cómo luce, no sabe cómo se ve Jerusalén, no hay fotografías, no hay Facebook, no  hay redes sociales, se tiene que llevar por lo que la gente le cuenta; entre ellos su hermano, que aparentemente él sí estuvo en Jerusalén.



Y Nehemías solo hace una pregunta ¿Cómo esta Jerusalén, la tierra de mis antepasados, como esta? Y su hermano le da un reporte le dice; Nehemías las murallas están derribadas, así que lo que hizo Zorobabel hace unos años de reconstruir la ciudad es saco roto, lo hemos de perder en cualquier momento, sin murallas somos presas fáciles para cualquier enemigo. Cuando recibe esta noticia un copero, toma una decisión humanamente irresponsable, dejar lo seguro por una carga que necesariamente no es de él, y por experiencia, insisto, cada vez que Dios nos manda a hacer algo, las decisiones que tenemos que tomar parecen ser irresponsables.



¿Me siguen hasta ahí? Por experiencia esto va para alguien que lo está necesitando. Hay alguien aquí que dice; Dios me está pidiendo algo pero cuando hago números, las cuentas no me dan, Dios me está pidiendo que viaje, que renuncie, que pida ese aumento, no sé, algo Dios te está pidiendo hace tiempo aquí en el corazón. Y cuando tu pones él debe y el haber, dices, no voy a quedar debiendo, no me va a salir bien, es algo humanamente imposible; eso es lo que certifica que Dios está poniendo algo en tu corazón. Ahora tú dices ¿y cómo se si no es mío, como se si es de Dios?



Voy a darle algunos tips o algunas ayudas, no porque me considere que necesariamente sepa más que todo, sino porque he estado en esa estación de la vida y he aprendido a discernir la voz de Dios, a veces me he equivocado por cierto pero la mayoría de las veces he aprendido a oírlo.



Una de las preguntas que una vez me hizo un profesor en Favorday, Dante ¿Qué es lo que te hace enojar y que es lo que te pone feliz? Esa pregunta tal como él me la hizo. Piensen bien ¿qué es lo que hace que golpees el puño en la mesa?, de la vida digo, no diga y mi hijo, mi suegra cuando me viene a visitar; sino de la vida, seamos un poco más poético que la suegra, de la vida ¿qué es lo que te hace enojar y que es lo que te hace gozar? Ósea que despierta tus pasiones más profundas, que saca lo mejor y que saca lo peor de ti. Tú dices ¿Qué tiene que ver lo mejor con lo peor? Porque la combinación de ambas siempre convergen en lo que es tu pasión. 



Por ejemplo, hay gente que no puede ver la prostitución, y la enoja, la enoja; y es como que no puede parar la prostitución del mundo, pero tú dices, yo voy a aportar un grano de arena para que esto se acabe. Hay otros que no soportan la violencia doméstica, sea porque la han vivido, porque han escuchado de ella, porque les causa cierta repulsión por alguna razón y eso los enoja; y el hacer algo por esa gente los pone alegres. Por eso digo que es lo que te enoja y que es lo que te da gozo real, porque cuando ambas convergen en el mismo camino, llegas al camino y al destino de la pasión.



Ahora tu puedes ser un fracaso con éxito ¿Qué es ser un fracaso con éxito? Poner la escalera que te lleva a la cima en la muralla equivocada. Si Nehemías hacia carrera siendo copero del rey y llegaba a lo más alto del poder de babilonia, iba a tener éxito pero iba a sentirse fracasado porque su escalera no estaba en el muro de Jerusalén donde la debería  poner.



Es vital y determinante saber a dónde vamos a apoyar nuestra escalera. Subir todos podemos subir, pero en que pared, todos podemos llegar a la cima de algo. Por eso hay gente que está en Hollywood o en Beverly Hill, y se suicida con pastillas dentro de una bañera y tú dices ¿por qué? Porque subió a lo más alto pero en la pared equivocada. Y eso es ser un exitoso fracasado.



Ahora si tú puedes subir a lo más alto en la pared correcta, es porque has descubierto la pasión. Y Nehemías cuando le dan el reporte inmediatamente él dice esta es mi tarea, nadie se la encomienda, no ve una voz de Dios diciendo ¡tú eres el hombre!, pero algo converge en su corazón de modo que un simple reporte de un noticiero se le hace pasión en su corazón.



Mi queridos yo preferiría fracasar en algo que me gusta a tener éxito en algo que no amo, yo preferiría fracasar intentado hacer lo que amo. 



Por eso dije al inicio que he descubierto, quisieras elegir la manera en que voy a morir. Me gustaría morir intentando hacer lo que amo, lo que me gusta, que es esto, inspirar, tratar de que las palabras de Dios fluyan a través de mi boca y ser el canal más limpio posible para que desde el trono lleguen las primeras aguas a la gente que me prestan sus oídos. 



Ahora en la biblia cuenta Nehemías, aconteció que en el año 20 del rey Artajerjes, estando yo delante de él, tomé vino para darle al rey y yo había estado triste en su presencia, dice Nehemías. Oigan esto, y el rey me dijo ¿Por qué está triste tu rostro? Tú no estás enfermo, esto no es otra cosa que tristeza del corazón, le dice el rey. Y él se asusta porque el rey nota que su cara cambio, que la atmosfera cambió, nota que la atmosfera cambio en el palacio a causa de la pasión y lo que nació en el corazón de Nehemías; su enojo, su tristeza, más el gozo por la posibilidad de ser él, el agente de cambio, hacen que el rey diga Nehemías ¿Qué te pasa? Un inconverso percibe la atmosfera y le dice, vive para siempre rey. Como no voy a estar triste cuando la ciudad del sepulcro de mis padres esta desolada y sus puertas consumidas por fuego y el rey le dice, Nehemías ¿Qué me pides? Y gloria a Dios que Nehemías supo responder esa pregunta.



A todos les va a llegar un momento en que Dios les hará o alguien les hará esta pregunta ¿Qué necesitas para construir tu pasión? Y tienes que tener una respuesta tan rápida como tu número de seguro social, o tu número telefónico. Si alguien se demanda en pensarlo es porque no tienes claro cuál es tu pasión. Si estás enamorado, tú sueñas como será tu casa, como será la entrada, el portal de flores que habrá, tú sueñas, tú tienes pasión. 



Nehemías sabe responder ¡Si le parece bien al rey, y he hallado gracia delante de ti, envíame a la ciudad, sepulcro de mi padre para que yo la reedifique! ¿Y que hace Nehemías? No se pone solamente a orar, se pone a planificar. Hay momentos se los dije, no hay que orar por todo, a veces hay que trabajar duro.



Una vez alguien me contó, era un predicador, que tenía un único traje azul y decía que cuando mandaba el traje a la tintorería, oraba para que se lo entregaran a tiempo, porque si no estaba a tiempo no podía predicar el próximo fin de semana, el único traje. Me dio tanta angustia que me puse a orar y dije Señor dale trajes a este hombre, y Dios me dice porque estas orándome a mi si vos tenes los trajes, desgraciado dáselo (jajaja) bueno no me dijo desgraciado, me dijo agraciado hijo mío. ¿Por qué me estas pidiendo a mí, algo que tienes que hacer tu? Ve a tu guardarropa y dale un traje o dale dos trajes, regálaselos y yo me transforme las respuestas a mis oraciones.
Porque a veces confundimos responsabilidades y le pedimos a Dios que haga lo que tenemos que hacer nosotros y queremos hacer nosotros lo que le corresponde a Dios, como por ejemplo, ocasionar convicción de pecado en la gente, y somos patéticos como predicadores cuando queremos traer convicción de pecado a la gente porque esa es la tarea del Espíritu Santo. Yo puedo predicar lo mejor posible pero si el Espíritu Santo no te trae convicción al corazón, son palabras, soy simplemente un político dando un discurso y si yo quiero traer convicción de pecado, hacerte sentir mal, hablarte del infierno (te vas a morir con los gusanos), por ahí logro que alguien pase, pero es ridículo.



Y así como yo no puedo tomar la tarea del Espíritu Santo, él tampoco toma las mías. Así que hice lo que yo tenía que hacer, yo tenía trajes extras y pude bendecirlo.



El día que el evangelio comience a ser un sustantivo en lugar de un verbo, ese día habremos perdido el encanto de ser hijos de Dios. Lean por favor el libro que sigue a los evangelios, dice, ideas de los Apóstoles, dice palabras de los Apóstoles, teología de los Apóstoles ¿Cómo se llama el libro? Hechos. Y algunos creen que todo se trata de que algún día el Señor le diga ¡bien dicho siervo fiel, entra en el gozo de tu Señor! Tampoco les dirá buen predicador siervo fiel, tampoco dirá bien pensado siervo fiel, bien escrito, no; bien hecho, el único elogio que vas a recibir va a ser ¡bien hecho! Tienes que hacer, hay momentos que no hay que orar tienes que hacer. Como dijo Nehemías, ¡Rey envíame, yo quiero ir! ¡Envíame! Aleluya.



Y no está diciendo, mire rey yo le pedí una señal a Dios, si la señal se da que alguien me regala un ladrillo, lo voy a tomar como un símbolo, no, porque las señales según el esquema bíblico siempre siguen a la fe, siempre, la fe no sigue las señales. Y si sabemos eso porque la oración más trillada del cristiano es ¡Señor dame una señal si esto es tuyo, Señor si esto es tuyo que se abran las aguas! No, mójate los pies. Primero es la fe y las señales seguirán a los que creen, las señales nunca anteceden a la fe, nunca.



Porque Nehemías se la está jugando, él le puede estar diciéndole al rey, envíame, y el rey dice estás loco y encima te corto la cabeza, porque antes eso era un delito, cuando un rey se veía importunado por uno de sus servidores, su cabeza rodaba por la arena. 



Pero las señales siguen a la fe. Nehemías dice envíame y ahí empieza, ocurre algo, yo lo llamo como una suerte de conexión divina entre el favor de Dios y la fe, entre lo que uno hace. Oigan esto, presten atención por favor, si no ha ocurrido un milagro en tu vida es porque todavía no has construido un caldo de cultivo para el milagro, construye el milagro.



Eres soltero y te estas preocupando, ya deberías comprar un portarretrato para poner la foto del suso dicho o la susa dicha (prometido/a)  ahí, pero tú dices ni siquiera lo tengo, y para que Dios te la va a mandar si no planificaste nada, ya tendrías que ir viendo anillos, alianzas, ya tendrías que ir viendo un vestido de novia, pero si ni novio tengo. Bueno pero para cuando venga estés lista, sea una cosa menos en la que él tenga que pensar; construí una atmosfera.



Entonces el rey dijo ¿Cuánto durara tu viaje? Le dice cuanto va a durar el viaje y dice Nehemías, dame cartas para que no me detengan en las fronteras, también dame maderas para enmaderar las puertas del palacio y para el muro de la ciudad; y me concedió el rey según el favor de Dios sobre mí. Esta es la sincronización espiritual que estamos viviendo. La pasión se conjuga con el favor de Dios, el favor no te va a alcanzar si no hay pasión por emprender.



El rey no solo le dio cartas, le dio guisado para que pudiera pasar las fronteras, le dio madera para  construir ¡Al copero, al camarero! Le dio todo el material para construir el muro, además le mando todo un ejército para que lo custodiara, las fuerzas armadas, ¿A dónde vamos? A custodiar al copero, ¿a custodiar a quién? Al copero ¡está loco el rey!, no sé pero el tipo parece que es importante. Porque el favor de Dios estaba sobre él.



Mis queridos hay una oración que yo siempre tengo en el corazón, que el favor de Dios nunca me deje, oro para que el favor de Dios nunca deje a mis hijos, oro para que en la escuela, en la universidad, ellos tengan favor sobre todos los demás, para que alguien diga ¡Hay algo especial en él! No sé qué es pero el rey le de todo. ¿Cuántos quieren el favor de Dios? Digan amen.



Sincronización espiritual, todo el tiempo. Tú dices, pastor este mensaje simplemente me sube, quiero hacer algo, pero estoy atascado en Babilonia. Este hombre estaba a 1600 km, Nehemías, de las ruinas, 1600 km de donde tenía que ir, atascado en Babilonia, en un sitio donde él dijo este no es mi lugar. Tal vez estés en un lugar donde  tu jefe no te gusta, has perdido la pasión y tal vez te sientes viviendo en una familia que no querías, en un trabajo que no querías, en un país que no querías, dice ¿Cómo hago para salir de Babilonia? Estoy atascado.



Les confieso algo, no todos los días yo salto de la cama y digo ¡Voy a conquistar el  mundo! A veces presiono dos, o tres veces el despertador porque quiero quedarme un poco más, pero eso no significa que yo no este apasionado, y no ame lo que hago, porque a lo largo de mi vida he tenido muchos salarios, fui carpintero, trabaje en un banco, fui chofer de gente que vendía neveras comerciales, fui vendedor de libros casa por casa, ilustre libros, fui dibujante, ayude a mi papa y serví a muchos hombres de Dios, pero tengo un solo consejo que todo ese trayecto me ha enseñado, se el mejor copero que puedas ser mientras Dios te tenga en Babilonia, se el mejor copero porque eso honra a Dios. Hacer un buen trabajo en una pésima atmosfera honra a Dios.



¿Cómo sé que Nehemías era un buen copero? Porque el rey noto que su rostro cambio y estaba triste, no era habitual que Nehemías no sonriera. Algunas personas yo no notaria cuando están triste porque generalmente siempre están con mala cara, nunca se ríen ¿Cómo esta fulano? Como siempre con la misma cara, el lunes a la mañana todos los días la misma cara. Pero se ve que Nehemías era tan excelente, tan buen copero que el rey le dijo ¿Qué te pasa? ¡Estoy triste!; Hacia su trabajo tan bien que era una bendición verlo a Nehemías. Se el mejor copero que puedas ser y has tu trabajo con pasión.



Una mujer llamada Acnés sintió el llamado al ministerio cuando era adolescente y ella tenía solo 3 centavos, y hablo con sus superiores y ella dijo “Con 3 centavos y la pasión de construir un orfanato, sé que puedo cambiar el mundo o por lo menos aportar un grano de arena para hacerlo” y le dicen, nadie cambia al mundo con un sueño de un orfanato y 3 centavos, y ella dijo si porque yo además tengo a Dios. Cuando esa mujer luego gana el premio Nobel de la paz y es más conocida como la madre Teresa, le preguntan, madre Teresa ¿Cómo hacer para marcar una diferencia como usted? Y ella respondía, búscate tu propio Calcuta, busca tu propia pasión, busca en tu código genético, que te enciende, que te enoja, que te pone gozoso, busca tu Calcuta.

Monday, February 24, 2014


                                ALGO GRANDE VIENE A LA TIERRA / STANISLAO MARINO

Friday, February 21, 2014

DIOS TE HA DADO EL PODER PARA OCUPAR TU LUGAR


En Lucas 4:18-19 dice “El Espíritu del Señor está sobre
mí, por cuanto me ha ungido para dar buenas nuevas
a los pobres; me ha enviado a sanar a los quebrantados
de corazón. A pregonar libertad a los cautivos, y vista a
los ciegos; a poner en libertad a los oprimidos; a predicar
el año agradable del Señor”.


Ahora leamos Juan 14:10 “¿No crees que yo soy en el Padre,
y el Padre en mí? Las palabras que yo os hablo, no las
hablo por mi propia cuenta sino que el Padre que mora
en mí, él hace las obras”. Vayamos al versículos 12 “De
cierto, de cierto os digo: El que en mí cree las obras que
yo hago, él las hará también; y aún mayores hará, porque
yo voy al Padre”.

Ahora bien, ¿Qué hizo él cuándo fue al Padre? Dijo iré al
Padre y les enviaré al consolador, les enviaré al Espíritu
Santo. El mismo Espíritu, ahora junten todo porque todo
está en la biblia; dijo el Espíritu del Señor está sobre mí
y me ha ungido para dar buenas nuevas a los pobres,
bien ¿Qué paso? Cuando creyeron lo que predicó
ocurrieron milagros. Ven, él no sanaba a la gente porque
era el hijo de Dios, jamás sanó a alguien por ser el hijo
de Dios, él nunca ministro como el hijo de Dios,
él ministro como hombre ungido por el Espíritu de
Dios. Porque él no podía y no haría nada mientras
servía y ministraba aquí en la tierra, que otro no
pudiera hacer por medio de la fe y la obediencia a
Dios, caminando en el mismo espíritu y unción en su
nombre.

Escucha lo que dijo: “el Padre que mora en mí, él hace
las obras, y la obras que hago el que cree en mí las
hará también”. Por lo tanto, ¿acaso no es lógico y
justo que hagamos las mismas obras que él?
Tenemos el mismo padre que mora en nosotros,
él que hace las obras. Amen.

Y mayores obras que estas, tienes que entender
que en su ministerio terrenal, él se limitó a ser un
profeta que honró bajo el pacto abrahamico, tú y
yo tenemos un mejor pacto y mejores promesas.

Leamos Isaías 10:27 “Acontecerá en aquel tiempo
que su carga (la carga del diablo) será quitada de
tu hombro, y su yugo de tu cerviz, y el yugo se
pudrirá a causa de la unción”. Ahora corrígete,
nunca lo sigas diciendo; que la unción rompe el
yugo; no es eso lo que dice, no dice que lo rompe,
dice que lo destruye, y la palabra hebrea traducida
como destruir, literalmente es corromper, corroer.

Piénsalo si tomas lo primero que viene a tu mente
cuando tú piensas en un yugo (y hay otros pasajes
que se refieren al yugo de hierro, se refiere a lo
mismo, el yugo del diablo), ¿Qué pasaría si rompieras
un yugo de hierro? Lo sueldas y se lo pones de nuevo,
pero ¿Qué pasaría si este se oxidará? Se haría polvo,
solo un montón de polvo oxidado en el suelo, así el
diablo no lo puede usar, así él no se lo puede poner
a nadie. Eso es lo que hace la unción al yugo, se lo
come todito, lo corroe por completo, lo hace pedacitos,
y esa pudrición, esa corrosión lo acaba todo.

Eso lo tenemos que celebrar, ¡gloria a Dios! Amen, lo
sentí cuando dije “todo”. Hay personas aquí que
están recibiendo esto,  saben que algo pasa, algo
se destruyó y te libero ¡tú libertad ya llego! Lo
que sea que te ató por tanto tiempo, gloria a
Dios, eres una mujer libre, un hombre libre.

Leamos 1 Juan 2:20 “Pero vosotros tenéis la unción
del Santo, y conocéis todas las cosas” (la palabra
unción se refiere a estar investido de poder),
ahora verso 27 “Pero la unción que vosotros
recibisteis de él permanece en vosotros”. Otra
versión dice “la unción que han recibido esta
viva y habita en ti, vive en ti”. Esa unción reside
en todo creyente nacido de nuevo, es la unción
de Dios, esa es la unción de vida, es la unción
que tiene todo creyente y es la unción para
vivir una vida muy abundante. Y más abundante
es ser guiado por el Espíritu del Dios, estar vivo
y ungido con su gracia para hacer lo que el mundo
no puede ni imaginar, ¡Amen! ¡Aleluya!.

Y nosotros los creyentes, no hablo de predicadores,
me refiero a todo aquel que ha recibido a Cristo como
salvador, ahora hay algo que tienes que entender;
no hay tal cosa con un ser humano sin un llamado
de Dios, ningún ser humano existe por casualidad.
La biblia dice que cada miembro del cuerpo de Cristo,
cada miembro, tiene asignado un lugar específico
según a Dios le place y quiere. ¿Qué le causa placer
a Dios? Dios se goza en la prosperidad de su familia,
dar su gracia le place a él, dar su gracia es su inmenso
deseo de dártela, prosperarte y tratarte como si
jamás hubieras pecado, como si no existiera, en su
mente no está, Jesús llevo a esos pecado. Pero dices:
¿Qué pasa cuando peco? ¿Y eso qué? (dices; Pues
yo creo) Te diré algo, deja la autocompasión,
el quejarte y el lloriquear ¡eso se acabó! Ya no
tienes por qué quejarte ni lamentarte, (y dices;
si pero no escuchas, yo no soy lo que debería ser),
si ya veo deberías estar gozoso, (Si pero no tengo
nada de gozo), ¿sabes por qué? Porque ya lo estás
declarando. No recibes gozo y luego dices gozo, lo
declaras y luego lo tienes, pues el gozo del Señor ya
está en tu espíritu, nació el día en el que aceptaste a
Cristo, gozo, amor, fe, paz. Esa unción de vida está allí,
esa unción y su gracia están allí.

Ahora ese llamado, ese lugar, como miembro, hombre o
mujer tienen su lugar. Dices ¿y si no me gusta? Si tuviera
que elegir quién es más listo tú o Dios, creo que es algo
bastante obvio ¿verdad?.

Un día lo acepte, claro Dios sabe más que yo, será mejor
que yo haga lo que él dice y no lo que yo pienso, pues lo
que pienso no ha hecho más que meterme en problemas.
Él te creo un ser único y específico y tú tienes ciertos
deseos únicos y específicos, y tienes un llamado único
y especial, tu lugar es así, y cuando estas en ese lugar,
ese lugar es donde está su gracia, es el lugar donde
está tu gozo. Puede parecer un lugar con el que no
quieres tener nada que ver, pero si supieras que
fuiste hecho para él y que ese lugar fue hecho para
ti ¡gloria a Dios! Ahí es donde está tu protección, tu
dirección, ahí está tu perfección, ahí está todo.
Ahora cuando no estás en ese lugar, vivir es un
gran problema. Ahora todos somos probados,
el diablo nos ataca a todos, pero si no estás en
ese lugar no tendrás la gracia para vencer en la
dimensión y la manera en que lo logras cuando
estás en tu lugar.

Pero dices; es que no sé cuál es mi llamado, ¡No
te quejes más y pregunta! Señor házmelo saber,
luego recibes la respuesta por fe, ¿Cómo lo haces?
Es muy simple, Señor estoy a tus ordenes, listo para
oír, para hacer, lo que sea, donde, cuando y como
sea, soy tuyo y estoy a tus órdenes. Y cuando
llegas a ese punto, él no solo te revela el que,
cuando, donde, como, sino que él te apoyará.
Siempre, durante toda tu vida. Dios siempre te
impulsa, te dirige, te guía a ese lugar, no lo ha
escondido de ti, es más, querido hermano, si Dios
escondiera algo nadie lo encontraría.

Es el diablo que esconde las cosas, Dios nos ha dado
la sabiduría, no nos la ha escondido, insisto, Dios
ha apartado su sabiduría para nosotros, no de
nosotros. Pues esa unción esta en ti para revelarte
estás cosas; esa es la función del Espíritu Santo,
él tiene la misión de llevarla a cabo y esa unción
vive en ti para tomar decisiones, consultar al Señor
y poner su palabra por obra, protegiendo, perfeccionando
y corrigiendo; sin corrección no vendrá la perfección, y
así no habrá protección. ¿Por qué? Por falta de dirección.
Todo está allí para ti.