Uno de los compositores cristianos más respetados del mundo, abre su corazón para darnos a conocer su faceta como músico y compositor, recorriendo parte de este trayecto de más de 30 años. Sus fuentes de inspiración, la forma de componer y las ideas tras cada canción son parte de esta interesante conversación.
Una entrevista a Marcos Vidal, cantante y compositor español de amplia trayectoria y uno de los compositores cristianos más admirados. Ha grabado los proyectos Buscadme y Viviréis (1990), Nada Especial (1993), Cara a Cara (1996), Mi Regalo (1997), El Arca (1999), Por la Vida (2001), Pescador (2002), Alabanza y Adoración en Vivo desde España (2003), Aire Acústico (2004), Dedicatoria (2005). Escritor de la novela Nuva, la Hormiga publicado por Editorial Vida. Actualmente es pastor de la Iglesia Evangélica Salem en Madrid, España. Una conversación a la orilla de la piscina del Hotel Westin Camino Real, en Ciudad de Guatemala, Guatemala, a las 10:30 a.m.
Marcos, gracias por el tiempo que me das para compartir contigo y conversar sobre composición. Comencemos: ¿desde cuándo tu interés por la música y la composición?
A mí me iniciaron mis padres en el mundo de la música. Desde pequeño la música siempre fue parte nuestra como familia. Siempre con el propósito firme de servir al Señor con ella. Mis padres fueron los que me inscribieron en el conservatorio de música de Madrid. Yo comencé a estudiar desde los 6 años con profesores particulares, recuerdo a una profesora que había en el barrio, y luego de 7 u 8 años entré a estudiar la carrera. En aquel entonces uno tenía que estudiar un año completo de teoría (solfeo) y el siguiente año solo con el instrumento. Ahora es distinto, se puede llevar paralelo, pero antes era diferente.
¿Hasta cuándo seguiste estudiando?
Toda la vida, hasta que terminé la carrera de piano, saqué el título superior y comencé a trabajar como docente allí en el conservatorio, que básicamente esa era la meta: hacer de la música mi profesión, siempre con la visión que comencé bajo la tutela de mi padre de servir a Dios. Ahora, servir a Dios fue algo que siempre hice desde niño puesto que crecí en un ambiente cristiano, yo siempre estuve involucrado en la iglesia local, tocaba el piano. Así colaboraba en la iglesia. Entonces, paralelamente a eso fui formando mi profesión.
¿Cómo fue que descubriste que tenías la habilidad de escribir canciones?
Fue algo natural, una práctica más que un descubrimiento, fue un deseo de expresarme. Yo aprendí más que todo por imitación, mi padre componía, mi hermana componía y yo empecé con 9 años a escribir mi primera canción. Fue más un experimento, no fue que alguien me dijo “Tienes que escribir”, sino un deseo de expresar.
¿Aún recuerdas esa primera canción que escribiste?
Sí, trató de la historia de un misionero que se iba a predicar.
¿Nunca se grabó?
No, nunca, como te digo fue un experimento infantil.
Luego de ese experimento, ¿comenzaste a componer de forma habitual?
Sí, a partir de allí nunca dejé de componer. Fue un primer experimento que me gustó y lo hacía todo en el marco de la iglesia, para ser cantado y tocado en la iglesia. Desde coros de adoración y alabanza hasta cantos especiales. Así fue como comencé a expresar simplemente lo que había en mi corazón hacia el Señor.
Me imagino entonces que cuando llegó la hora de producir el disco Buscadme y Viviréis, tú ya contabas con un amplio banco de canciones para el proyecto…
De hecho, anterior a Buscadme y Viviréis grabé otro casete, así era antes, que se llamó Más Allá de la Frontera, del que solo se hicieron 300 ó 400 copias, algo así, y del que creo aún conservar algún ejemplar. Fue algo doméstico que hicimos con otros músicos sin tener las más mínima idea de cómo grabar. Fue una cosa muy local de la iglesia. Fue como 4 ó 5 años antes de Buscadme y Viviréis. Después de ese primer intento de grabación medio fallido, surge Buscadme y Viviréis, que se grabó en 1990. Yo tenía más o menos 20 ó 21 años, me invitaban mucho a salir y a cantar, fue por ese entonces que se comenzó a fraguar todo lo que giró alrededor de Buscadme y Viviréis.
¿Cómo escribiste “Buscadme y Viviréis”? Tú sabes, la canción impactó a todo el mundo, es más, por lo menos en mi país, a pesar de los años, aún sigue sonando en las radios, ¿cómo nació la canción?
“Buscadme y Viviréis” fue un proceso, una experiencia concreta en la que yo empecé a expresar lo que yo entendía que había en mi corazón y que Dios me respondía a mí. Fue una reflexión llevada a la música. Así de simple, nunca pensé que la canción llegaría a ser lo que fue ni nunca pensé que la grabaría.
Otra canción tuya que impactó muchísimo, quizá al mismo nivel de “Buscadme y Viviréis”, fue “Cristianos”, que está en el disco Nada Especial. ¿Cuál es la historia detrás de ella?
“Cristianos” nació igual que “Buscadme y Viviréis”, fue concretamente después de una experiencia que me llevó a un momento de frustración personal y de la que nació la canción.
¿Se puede saber qué fue exactamente esa experiencia?
Fue algo mucho menor de lo que la canción expresa, algo que me frustró de una decisión que para mí se tomó mal, que a mí me parecía criticable y donde veía otras motivaciones de fondo. Pero básicamente fue una reflexión donde yo exponía mi propia situación y que creo que el Señor me estaba respondiendo en ese momento.
¿Alguna vez pensaste que “Buscadme y Viviréis” y “Cristiano
s” trascenderían tanto?
No, de hecho cuando escribí “Cristianos” tardé como dos años en cantarla por primera vez en público. Tardé porque pensé que era una canción demasiado dura y yo no pretendía criticar a nadie, era solamente una autorreflexión, no pensé que era para mostrar. Lo que pasó fue que se la mostré a un amigo y me dijo “¡Tienes que cantar esto!” Y finalmente me animé a cantarla en un lugar. Pero pasó bastante tiempo porque era simplemente expresar lo que había en mi corazón, no era para nadie, era para mí.
Al escucharte hablar sobre cómo escribiste estas canciones viene a mi mente preguntarte si no crees que a veces pensamos que todo esto de la composición se ha mistificado demasiado, donde se cree que un escritor debe experimentar una especie de éxtasis para poder comenzar a componer. Y no, la composición también puede ser un proceso voluntario, ¿no crees?
Bueno, es ambas cosas, pero pienso que lo auténtico nunca nace como un proyecto para ser expuesto. Casi siempre lo que más toca a las personas es lo que nace del corazón como una forma de expresión simplemente. Cuando el proceso llega a ser algo comercial, algo que hay que fabricar para cierto público o cuando se compone pensando en querer lograr una serie de objetivos, no estoy seguro que eso funcione. Se puede lograr algo, pero eso es más un producto de marketing, yo creo. Yo nunca compongo en esa línea, me gusta dejar que el corazón hable y no componer por una necesidad de grabar, sino por una necesidad de expresar lo que hay en el corazón.
¿A qué le atribuyes la profundidad en tu forma de componer? Muchos te consideran un compositor cuyas letras son además de poéticas muy inteligentes, ¿a qué se debe esa particularidad en tu forma de escribir?
Yo diría que es una mezcla de varias cosas, cada uno expresa lo que tiene dentro y según de las fuentes que bebe. Probablemente yo no fui expuesto a ese mundo de frases hechas, probablemente mis influencias fueron otras. No solo teológicas, también relacionales, de gente que conocí y de la gente que más me ha impregnado como mentores espirituales, ellos son los que más me han enseñado a vivir como un cristiano. Esa es la influencia que yo he tenido y que después he expresado en las canciones.
Háblame de algunos de ellos…
Principalmente mi padre, él fue para mí quien marcó la pauta. Después he tenido amigos y gente cercana que Dios ha enviado y que me han impregnado con sus vidas. Yo creo en un cristianismo cercano, en uno más de impregnar a otros que de productos hechos en masa.
En palabras de Marcos Vidal, ¿cómo se escribe una buena canción?
Es muy difícil contestar esa pregunta en una sola frase o en un párrafo. Pero yo diría que es como construir un edificio, ¿qué le dirías a alguien para que construya un buen edificio? Primero que estudie arquitectura, para empezar. No se construye sin tener las más mínima idea. Un tiene que saber de cimientos, de materiales y herramientas que va a usar. Uno debe tener unos conceptos básicos y una visión personal de lo que quiere hacer y construir. Es una mezcla de muchas cosas.
Yo no sé por qué en el mundo de la música se pretende que todo venga de pronto de una inspiración, de una musa y que así salga una canción. Yo creo que una canción debe contar con varios elementos que cierta gente pasa por alto. No es cuestión de ponerse con una guitarra o un piano e intentar hacer una canción, que puede ocurrir y puede pasar, pero desde el punto de vista como músico habría que hablar de muchos temas. Lo que uno estudia primeramente, tener el conocimiento musical y después tener una idea clara de lo que uno desea expresar, ¡porque debes tener algo que expresar! Hacer música por el simple hecho de hacerla es simplemente entretenimiento.
¿Cuál es tu forma habitual de componer? ¿Tú decides sentarte al piano o esperas el empujoncito de la inspiración para hacerlo?
Cada vez es diferente, no soy muy estructurado en eso. Sí suelo apuntar ideas temáticas e ideas musicales, pero los dos únicos elementos que son comunes cuando compongo suelen ser un piano y casi siempre necesito estar solo, necesito la soledad.
¿Cuánto tiempo tardas en escribir una canción?
También varío mucho, hay veces que una hora, hay veces que cuatro meses.
Dime ejemplos de canciones escritas en una hora y canciones escritas en mucho más tiempo…
Hay una canción que se llama “Consejo” que fue muy rápida. “Es por Fe” también fue rápida. “Ángeles de Mazapán” no, fue una canción muy elaborada y tardé más. Esa canción la escribí a causa de los niños con Síndrome de Down y era una idea que tenía dormida mucho tiempo pero como te dije: musicalmente es un tema muy elaborado y me llevó tiempo. La escribí por fases, probablemente tardé más de un mes.
Hay otras que he tardado más porque fui a ellas y regresé, hay canciones del disco El Arca, por ejemplo “La Tortuga” que fue una canción súper rápida.“El Arca”< es una mezcla de canciones antiguas y nuevas que muchas de ellas tenían años de estar compuestas y que tenían otra resolución o iban en otra dirección y que al ser incorporadas al proyecto de “El arca” las resolví de otra forma comparado como las había concebido al principio. Fue un proceso más largo.
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Marcos, gracias por el tiempo que me das para compartir contigo y conversar sobre composición. Comencemos: ¿desde cuándo tu interés por la música y la composición?
A mí me iniciaron mis padres en el mundo de la música. Desde pequeño la música siempre fue parte nuestra como familia. Siempre con el propósito firme de servir al Señor con ella. Mis padres fueron los que me inscribieron en el conservatorio de música de Madrid. Yo comencé a estudiar desde los 6 años con profesores particulares, recuerdo a una profesora que había en el barrio, y luego de 7 u 8 años entré a estudiar la carrera. En aquel entonces uno tenía que estudiar un año completo de teoría (solfeo) y el siguiente año solo con el instrumento. Ahora es distinto, se puede llevar paralelo, pero antes era diferente.
¿Hasta cuándo seguiste estudiando?
Toda la vida, hasta que terminé la carrera de piano, saqué el título superior y comencé a trabajar como docente allí en el conservatorio, que básicamente esa era la meta: hacer de la música mi profesión, siempre con la visión que comencé bajo la tutela de mi padre de servir a Dios. Ahora, servir a Dios fue algo que siempre hice desde niño puesto que crecí en un ambiente cristiano, yo siempre estuve involucrado en la iglesia local, tocaba el piano. Así colaboraba en la iglesia. Entonces, paralelamente a eso fui formando mi profesión.
¿Cómo fue que descubriste que tenías la habilidad de escribir canciones?
Fue algo natural, una práctica más que un descubrimiento, fue un deseo de expresarme. Yo aprendí más que todo por imitación, mi padre componía, mi hermana componía y yo empecé con 9 años a escribir mi primera canción. Fue más un experimento, no fue que alguien me dijo “Tienes que escribir”, sino un deseo de expresar.
¿Aún recuerdas esa primera canción que escribiste?
Sí, trató de la historia de un misionero que se iba a predicar.
¿Nunca se grabó?
No, nunca, como te digo fue un experimento infantil.
Luego de ese experimento, ¿comenzaste a componer de forma habitual?
Sí, a partir de allí nunca dejé de componer. Fue un primer experimento que me gustó y lo hacía todo en el marco de la iglesia, para ser cantado y tocado en la iglesia. Desde coros de adoración y alabanza hasta cantos especiales. Así fue como comencé a expresar simplemente lo que había en mi corazón hacia el Señor.
Me imagino entonces que cuando llegó la hora de producir el disco Buscadme y Viviréis, tú ya contabas con un amplio banco de canciones para el proyecto…
De hecho, anterior a Buscadme y Viviréis grabé otro casete, así era antes, que se llamó Más Allá de la Frontera, del que solo se hicieron 300 ó 400 copias, algo así, y del que creo aún conservar algún ejemplar. Fue algo doméstico que hicimos con otros músicos sin tener las más mínima idea de cómo grabar. Fue una cosa muy local de la iglesia. Fue como 4 ó 5 años antes de Buscadme y Viviréis. Después de ese primer intento de grabación medio fallido, surge Buscadme y Viviréis, que se grabó en 1990. Yo tenía más o menos 20 ó 21 años, me invitaban mucho a salir y a cantar, fue por ese entonces que se comenzó a fraguar todo lo que giró alrededor de Buscadme y Viviréis.
¿Cómo escribiste “Buscadme y Viviréis”? Tú sabes, la canción impactó a todo el mundo, es más, por lo menos en mi país, a pesar de los años, aún sigue sonando en las radios, ¿cómo nació la canción?
“Buscadme y Viviréis” fue un proceso, una experiencia concreta en la que yo empecé a expresar lo que yo entendía que había en mi corazón y que Dios me respondía a mí. Fue una reflexión llevada a la música. Así de simple, nunca pensé que la canción llegaría a ser lo que fue ni nunca pensé que la grabaría.
Otra canción tuya que impactó muchísimo, quizá al mismo nivel de “Buscadme y Viviréis”, fue “Cristianos”, que está en el disco Nada Especial. ¿Cuál es la historia detrás de ella?
“Cristianos” nació igual que “Buscadme y Viviréis”, fue concretamente después de una experiencia que me llevó a un momento de frustración personal y de la que nació la canción.
¿Se puede saber qué fue exactamente esa experiencia?
Fue algo mucho menor de lo que la canción expresa, algo que me frustró de una decisión que para mí se tomó mal, que a mí me parecía criticable y donde veía otras motivaciones de fondo. Pero básicamente fue una reflexión donde yo exponía mi propia situación y que creo que el Señor me estaba respondiendo en ese momento.
¿Alguna vez pensaste que “Buscadme y Viviréis” y “Cristiano
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No, de hecho cuando escribí “Cristianos” tardé como dos años en cantarla por primera vez en público. Tardé porque pensé que era una canción demasiado dura y yo no pretendía criticar a nadie, era solamente una autorreflexión, no pensé que era para mostrar. Lo que pasó fue que se la mostré a un amigo y me dijo “¡Tienes que cantar esto!” Y finalmente me animé a cantarla en un lugar. Pero pasó bastante tiempo porque era simplemente expresar lo que había en mi corazón, no era para nadie, era para mí.
Al escucharte hablar sobre cómo escribiste estas canciones viene a mi mente preguntarte si no crees que a veces pensamos que todo esto de la composición se ha mistificado demasiado, donde se cree que un escritor debe experimentar una especie de éxtasis para poder comenzar a componer. Y no, la composición también puede ser un proceso voluntario, ¿no crees?
Bueno, es ambas cosas, pero pienso que lo auténtico nunca nace como un proyecto para ser expuesto. Casi siempre lo que más toca a las personas es lo que nace del corazón como una forma de expresión simplemente. Cuando el proceso llega a ser algo comercial, algo que hay que fabricar para cierto público o cuando se compone pensando en querer lograr una serie de objetivos, no estoy seguro que eso funcione. Se puede lograr algo, pero eso es más un producto de marketing, yo creo. Yo nunca compongo en esa línea, me gusta dejar que el corazón hable y no componer por una necesidad de grabar, sino por una necesidad de expresar lo que hay en el corazón.
¿A qué le atribuyes la profundidad en tu forma de componer? Muchos te consideran un compositor cuyas letras son además de poéticas muy inteligentes, ¿a qué se debe esa particularidad en tu forma de escribir?
Yo diría que es una mezcla de varias cosas, cada uno expresa lo que tiene dentro y según de las fuentes que bebe. Probablemente yo no fui expuesto a ese mundo de frases hechas, probablemente mis influencias fueron otras. No solo teológicas, también relacionales, de gente que conocí y de la gente que más me ha impregnado como mentores espirituales, ellos son los que más me han enseñado a vivir como un cristiano. Esa es la influencia que yo he tenido y que después he expresado en las canciones.
Háblame de algunos de ellos…
Principalmente mi padre, él fue para mí quien marcó la pauta. Después he tenido amigos y gente cercana que Dios ha enviado y que me han impregnado con sus vidas. Yo creo en un cristianismo cercano, en uno más de impregnar a otros que de productos hechos en masa.
En palabras de Marcos Vidal, ¿cómo se escribe una buena canción?
Es muy difícil contestar esa pregunta en una sola frase o en un párrafo. Pero yo diría que es como construir un edificio, ¿qué le dirías a alguien para que construya un buen edificio? Primero que estudie arquitectura, para empezar. No se construye sin tener las más mínima idea. Un tiene que saber de cimientos, de materiales y herramientas que va a usar. Uno debe tener unos conceptos básicos y una visión personal de lo que quiere hacer y construir. Es una mezcla de muchas cosas.
Yo no sé por qué en el mundo de la música se pretende que todo venga de pronto de una inspiración, de una musa y que así salga una canción. Yo creo que una canción debe contar con varios elementos que cierta gente pasa por alto. No es cuestión de ponerse con una guitarra o un piano e intentar hacer una canción, que puede ocurrir y puede pasar, pero desde el punto de vista como músico habría que hablar de muchos temas. Lo que uno estudia primeramente, tener el conocimiento musical y después tener una idea clara de lo que uno desea expresar, ¡porque debes tener algo que expresar! Hacer música por el simple hecho de hacerla es simplemente entretenimiento.
¿Cuál es tu forma habitual de componer? ¿Tú decides sentarte al piano o esperas el empujoncito de la inspiración para hacerlo?
Cada vez es diferente, no soy muy estructurado en eso. Sí suelo apuntar ideas temáticas e ideas musicales, pero los dos únicos elementos que son comunes cuando compongo suelen ser un piano y casi siempre necesito estar solo, necesito la soledad.
¿Cuánto tiempo tardas en escribir una canción?
También varío mucho, hay veces que una hora, hay veces que cuatro meses.
Dime ejemplos de canciones escritas en una hora y canciones escritas en mucho más tiempo…
Hay una canción que se llama “Consejo” que fue muy rápida. “Es por Fe” también fue rápida. “Ángeles de Mazapán” no, fue una canción muy elaborada y tardé más. Esa canción la escribí a causa de los niños con Síndrome de Down y era una idea que tenía dormida mucho tiempo pero como te dije: musicalmente es un tema muy elaborado y me llevó tiempo. La escribí por fases, probablemente tardé más de un mes.
Hay otras que he tardado más porque fui a ellas y regresé, hay canciones del disco El Arca, por ejemplo “La Tortuga” que fue una canción súper rápida.“El Arca”< es una mezcla de canciones antiguas y nuevas que muchas de ellas tenían años de estar compuestas y que tenían otra resolución o iban en otra dirección y que al ser incorporadas al proyecto de “El arca” las resolví de otra forma comparado como las había concebido al principio. Fue un proceso más largo.
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